Haz click aquí para copiar la URL

Desayuno con diamantes

Romance. Drama. Comedia Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura. (FILMAFFINITY)
<< 1 7 8 9 10 39 >>
Críticas 193
Críticas ordenadas por utilidad
9 de noviembre de 2014
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1961 esta película tuvo cinco nominaciones a los Oscar, de las que obtuvo dos de ellos: mejor canción y banda sonora película no musical. Y es que es una película encantadora. Yo la vi hace años, y hace poco la volví a ver, y la verdad, siempre me gusta, siempre me deja un buen sabor de boca.

Su director, Blake Edwars, hace un gran trabajo de elaboración y puesta en escena, un excelente trabajo tras la cámara y una gran dirección de actores; por supuesto con un guión memorable de George Axelrod, basado en una novela del conocido Truman Capote, "Desayuno en Tiffany´s", donde el autor pretende esbozar un retrato de la parte más frívola e insustancial de la sociedad neoyorquina. La música de Henry Mancini colabora mucho en arropar ese clima desenfadado, una música que enriquece la jovialidad del humor (incluso la desesperación de los personajes) y el ambiente festivo de los partys, que incluye la canción "Moon River", cantada por coros, Hepburn y silbada por Peppard. Y este delicioso y tragicómico film tiene además una excelente fotografía de Franz Planer.

En cuanto al reparto, Audrey Hepburn está sencillamente excepcional, bella, pizpireta, simpática, desenfadada y comunicativa en cada mirada o gesto; una actriz maravillosa en plenitud de facultades. En cuanto al segundo de a bordo, George Peppard, no puedo decir lo mismo. Peppard hace lo que puede, y creo que pierde la gran oportunidad de su vida que se le brindó con este film, pues no sabe o no puede estar a la altura de las circunstancias ni de su partenaire, la Hepburn. No obstante, esto empaña poco la obra que conducida por Edward e interpretada por Audrey ya tiene más que suficiente, sin olvidar, repito, a Mancini con su maravillosa música oscareada; amén del guión que vertebra la película gracias a Axelrod.

Cierto es que Desayuno con diamantes tiene mucho de mito, y eso hay que tenerlo en cuenta, a fin de ser lo más objetivos posible. Es decir, que no estamos ante una obra memorable de la cinematografía universal, pero su encanto y su tradicional impronta en quienes la vimos hace años, hace que la peli trascienda los cánones de la crítica en si, y se convierta por arte de magia, nunca mejor dicho, en un recuerdo imborrable lleno de frescura y lindeza.

Si no la has visto, vela y olvida el resto mientras escuchas:

Moon River, wider than a mile,
I'm crossing you in style some day.

Oh, dream maker, you heart breaker,
wherever you're going I'm going your way.

Two drifters off to see the world.
There's such a lot of world to see.

We're after the same rainbow's end--
waiting 'round the bend,
my huckleberry friend,
Moon River and me.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de junio de 2015
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminamos la semana con la película que, claramente, inmortalizó para siempre la figura de Audrey Hepburn, ‘Desayuno con diamantes‘. Si amigo cinéfilo, esa película que tienes que ver con tu novia. Pero tranquilo, lo vas a pasar de fábula.

Basada en la novela de Truman Capote, que George Axelrod (responsable del guión) adapta libremente, ‘Desayuno con diamantes’ es una de esas películas completas a nivel de dirección, reparto y guión. Una maravillosa obra del cine clásico que no te puedes perder.

Blake Edwards se puso tras las cámaras para dirigir a George Peppard y Audrey Hepburn, que pasó a ser un auténtico icono del cine y cuya presencia hoy en día sigue estando presente. ‘Desayuno con Diamantes’ es una de las películas más influyentes del cine.

Antaño, cuando las comedias románticas se tomaban en serio y no se parodiaban a sí mismas, Blake Edwards dirigió un brillante ejercicio en una película repleta de estilo. Resulta extraño que sea la adaptación de una obra de Capote (que no he leído) pero lo que es innegable, es que es una película del director de ‘El Guateque’ por el tono del film. Sólo así se entiende la presencia del personaje del vecino japonés interpretado por Mickey Rooney y cargado de todos los clichés posibles.

Para enmarcar la primera escena que abre la película y muestra los títulos de crédito, donde la figura de Hepburn, joven y elegantemente vestida, desayuna frente al escaparate de la joyería Tiffany’s. Hepburn se adueña de la película a cada paso que da, a cada gesto. Parece que el personaje Si bien Audrey Hepburn triunfó posteriormente con ‘My Fair Lady’, su actuación es impresionante. Si en ‘Con faldas y a lo loco’ caías enamorado inmediatamente de Marilyn Monroe, aquí sucede exactamente lo mismo con Audrey.

Poseedora de un gato del que no conoceremos su nombre, vive en un piso tranquilo de alto nivel. Sus joyas y vestidos los saca de los pobres incautos (ricos) que caen enamorados de ella. Sólo la presencia del escritor Paul Varjak (interpretado genialmente por Peppard) enturbiará su pacifica existencia. Pero esto es una comedia romántica, y están condenados a entenderse. Nuestros protagonistas tendrán que lidiar con obstáculos y algún malentendido.

No puede faltar el final feliz con encuentro lluvioso de por medio y cameo del español José de Villalonga que puede resultar un poco irritante a aquellos a los que no les gusta el exceso de azúcar. Aún así, ‘Desayuno con Diamantes’ es una obra indispensable de obligado visionado del Hollywood de los 60.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com
Hickeystyle
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de junio de 2008
42 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iba a intentar algo complicado; escribir una opinión sobre una película que me ha resultado pésima, sin que se note la bilis asomando por las comisuras de mi nick. Pero qué va, imposible.

Tan sólo diré que el personaje de Audrey Hepburn debería morir de manera lenta y dolorosa. Una pena, porque esta actriz me suele caer simpática, y aquí consigue que me entren ganas de patearle la cabeza. Para muestra, véase el episodio con el marido tejano. Calificarlo de gilipollez suprema sería quedarse corto.

Únicamente Blake Edwards, con una dirección dinámica y ágil, y la música de Henry Mancini consiguen salvar algo los muebles. Todo lo demás me parece despreciable.
Dexter Bernaldez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de enero de 2006
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inolvidable película romántica basada en una novela de Truman Capote, donde dos insuperables Audrey Hepburn y George Peppard, realizan el papel de sus vidas, (sobretodo Peppard debido a su irregular carrera en el medio).
La pasión por el amor, el miedo a enamorarse, a no saber hacia donde dirigirse, a corresponder a los deseos de tu pareja, a en definitiva ser feliz, son mostrados en esta película donde todos y cada uno de nosotros nos podemos ver reflejados en ella.
Inolvidable también el tema de Blake Edwards, y esa ya mítica escena de ambos protagonistas abrazados bajo la lluvia, besandose con pasión.
Y es que en el fondo uno es un romántico, aunque le cueste reconocerlo.
Paco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de septiembre de 2012
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero, ¿cómo es posible que una historia como esta haya tenido tanto éxito? Yo lo siento mucho pero para nada me identifico con la protagonista, Holly Golightly, una vulgar prostituta con ínfulas de estrella de Hollywood sin serlo, muy simpática ella, desde luego, pero con más cara que espalda y la cabeza llena de tonterías.

Se queja nuestra amiga Holly de los «canallas y super canallas» que la pretenden. Y me pregunto: canallas, ¿por qué? ¿Porque no le ponen el anillo de compromiso al mismo tiempo que le dan los cincuenta dólares «para ir al tocado»? Sinceramente, no sé qué quiere Holly. Ella tampoco lo sabe, pero aparenta saberlo, del mismo modo que aparenta ser feliz siendo una desgraciada. Una completa desgraciada del montón, sin amigos, sin lazos humanos, sin nadie que la respete verdaderamente; una chica que sirve para que te rías de sus idioteces, pases el rato y luego, cuando la dejes, te digas «pobrecilla».

Esta mujer ha quedado, sin embargo, como el referente del glamour y lo femenino. No discuto ni una cosa ni la otra, pero no sé a quién le puede gustar esta glorificación de la promiscuidad por dinero, de la ambición trepa, del oficio ni beneficio, del desequilibrio mental, del desapego hacia todo y a todos; de la irresponsabilidad supina y del narcisismo más vulgar. Sobre el glamour, diría que sólo a ratos, porque esa pamela para ir a la cárcel queda fatal, y una de las claves para la elegancia es saber vestir en relación a la situación y al lugar, cosa de la que Holly se olvida por completo.

Por si fuera poco, esa señorita que no quiere jaulas, ni pertenecer a nadie, que desea ser libre y sin ataduras, va y se topa con el guapísimo de George Peppard como caído del cielo para que la saque del fango en el que se encuentra, planteamiento que no deja de ser peligrosamente «machista» según los conceptos que tenemos hoy en día. El caso es que ella, encima, se queja, se resiste, patalea, da calabazas, se hace la digna, desprecia y huye. Pues allá tú, guapa, allá tú.

Dejando aparte el trasfondo ideológico, «Desayuno con diamantes» funciona medianamente bien gracias, sobre todo, al carisma de sus protagonistas. Audrey Hepburn está fantástica, marcando estilo con su extrema delgadez y hasta potenciándola con vestidos negros; y de Geroge Peppard sólo diré que es un caramelo irresistible, amante y escritor que volvería a loca a cualquiera, incluida la frígida de Holly, y no precisamente al revés. Pero el argumento es así, y no se puede luchar contra él. El mayor lastre es el perpetuo peloteo a la protagonista y algunos aspectos de la historia absolutamente rocambolescos, como lo de la mafia o el propio pasado de Holly, que aparece y desaparece sin ninguna consecuencia. Lo del hermano Alfred queda también bastante en el aire.

Su fama es preocupante, así que mejor verla para conocer al mito. Luego, olvídala.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 7 8 9 10 39 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow