Sansón y Dalila

Hubo películas anteriores a esta, que ya se dejaba ver la época dorada de Hollywood a películas épicas se refiere.

Esta, podría ser el empujón definitivo para empezar a plantearse ya en serio películas épicas, y claro, estamos en 1949, aunque se estrenó a principios de 1950 y seguramente sea la semilla definitiva, porque ya sabemos que en los 50 fue la época de las películas épicas.

Cecil mismo, haría su última película, época "Los 10 mandamientos".

Tenían en mente poner a Burt Lancaster como Sansón y realmente, visualmente, hubiera sido mejor, pero tenía dolores de espaldas y rechazó el papel. Victor no lo hace mal, pero...

Hedy Lamarr está muy bien como Dalila, aunque una Vivien Leigh hubiera sido perfecto, la tuvieron en mente como a muchas otras actrices, pero al final fue Hedy. Angela Lansbury, la vemos en un papel menor, pero se la disfruta mucho viéndola.

La escena final, tuvo un trabajo de 1 año para rodar, ya que es la más importante y con más efectos especiales, y la verdad, que estremece mucho verla (si estás habituado a ver cine de época donde los efectos especiales son muy pocos o muy básicos). Y seguramente por eso fue la película más taquillera de 1950, colocándose en la tercera película más taquilla de la historia. Y eso que la productora no las tenía todas el querer contar un cuento de misa, pero al final presentaron unos bocetos de como representarían a los principales personajes, y lo compró.

Es una película fuera de lo común ya que los años 49 y 50 está lleno de cine negro, suspense... y esto está fuera de lo común y sobresale.

Le doy 7 puntos pensando en que el león que mata Sansón (que ya sé que no es real) pero se ve un león tumbado como si lo hubiera matado... entiendo que lo han dormido, porque sino, le bajo puntos.

Que bonito y gratificante resulta, a pesar de sus defectos, volver a visionar esta película, si después de haberla subestimado, uno ha visto las infumables adaptaciones ulteriores "modernas", tanto en imagen real como en penosos dibujos "desanimados"

El mismo De Mille en su habitual rol de versionador, loco romántico del Sagrado Texto, customizando la biblia y haciendo hermoso arte impostor, tal como puede hacerlo "El Bosco" retratando a Cristo con los "Sayones", nos presenta, de nuevo otro pasaje de lo que casi es su libro de cabezera.

Grandes actores, (sí, incluyendo a un Victor Mature sin esteroides, y por tanto suficientemente realista, y una estupenda morenaza llamada Hedy Lamarr, para una Dalila traída en plan "¿Por qué no"? que hace las delicias de un público masculino arrobado y uno femenino comprensivo.

De Mille, como es costumbre en él, tiene la capacidad de introducir en medio de la solemnidad bíblica, sorpresas agradables en forma de socarrones y sarcásticos diálogos (impagable George Sanders) que convierte a los malos en simpáticos paganos, frente a los aburridos meapilas, algunos de los cuales parecen "viejos prematuros": Un Niñato con onda de pastor, bajo las facciones de Russ Tamblyn, y sobre todo la insoportable Olive Deering en forma de resignada amante casta, a la que solo falta meterse en alcobas, para interrumpir lo mejor de un polvo, con sermoncitos de servicio social al pueblo, y mohines de llorona. (Siempre es interesante pensar en lo que sucedería si esto ocurriera realmente. No sería tan raro en un director en cuyas películas rara vez faltaba alguna referencia al sexo. En este caso sería para inducir en el espectador la agradable imagen de la pelmaza asesinada)

Quitando de insignificantes pormenores, en definitiva, un film a disfrutar en familia, con el agrado del coleccionista de arte, demostrándose así hasta que punto la mera evasión puede estar bien o mal hecha. En este caso con casi sobresaliente.

Pude ver esta película en un reestreno siendo un niño. La historia de Sasón y Dalila que luego habría de estudiar en Historia Sagrada, asignatura en la cual repasábamos los principales mitos o historias del antiguo testamento.

En este filme de ese enorme director que fue Cecil B. De Mille, el musculado Sansón (Victor Mature), contra los deseos de la familia quiere casarse con la filistea Semadar (Angela Lansbury). La tal Semadar es igualmente deseada por Ahtur (Henry Wilcoxon). Tras la conocida cacería del león, Sansón consigue el permiso del líder filisteo Sarán de Gaza (George Sanders), para que al fin pueda contraer matrimonio con la joven. Pero están los celos de la hermana menor Dalila (Hedy Lamarr).

Adaptación al cine de conocido relato bíblico, ambientado en la Palestina del año 1000 A.C., sobre el extraordinariamente fuerte Sansón (y Dalila); Sansón, invadido por el espíritu de Yahveh, que acabaría derribando un templo filisteo con su propia fuerza: "Muera yo con los filisteos". El edificio se vino abajo, de manera tal que mató a más personas al morir de las que había matado durante toda su vida.

Esta película obtuvo nada menos que 2 Oscar (mejor dirección artística, vestuario color y 5 nominaciones). Pero el paso del tiempo no ha pasado en vano por ella.

Así y todo, guardo el sabor rancio de las viejas producciones sobre temas clásicos (Grecia, romanos, etc.), y recuerdo esta cinta de una manera entrañable por el momento en que la vi, el mensaje que transmitía y las enseñanzas que aportaba.

Hay que decirlo claramente, nuestras raíces y bases de la mitología griega y de los personajes bíblicos son hoy prácticamente ignorados. Siendo que son fuente de saber y de virtud. Pero parece que eso ya no se lleva.

Concluyendo, De Mille le dio un importante lavado de cara al argumento, creando una hermosa historia de amor-odio, con un final impresionante que merece la pena recordar ahora en estas líneas e incluso recomendar.

Y llegamos a la "REX" del cine jurásico que aun pisa nuestras calles... Angela Lansbury, ella y Glynis Johns son las únicas Británicas vivas en cine retro, ambas se acercan a sus 100 aniversarios.

En esta oportunidad, Angela Lansbury en la flor de su juventud, Palestina, año 1000 A.C, relato histórico entre Sansón contra los Filisteos, acompañado de Saul, que se convertiría con los años en Rey, ambos lucharon y corrieron la misma suerte contra los Filisteos, un enemigo poderoso que dominaban el arte del Hierro, pero no fue una espada sino una mujer filistea llamada Dalila que lo doblegara, con alma de diablo, era la mujer más seductora, inteligente de su época, paradógicamente como Hedy Lamarr en la vida real, una acertada y adecuada opcion para el papel, como fábula bíblica funciona, pero sus interpretaciones contienen demasiada prosa, verso, teatralidad en exceso y bastante larga para como se cuenta, la fotografía es apenas atrayente y los efectos especiales escasos, un Victor Mature por debajo de su contrincante Henry Wilcoxon.

Ahh y aun se le puede pedir un autógrafo a la estadounidense Nancy Olson de Canadian Pacific 1949.

La fama de esta población palestina que tanto nos suena por sus conflictos aún en la actualidad parece que viene de siglos, pues el gobernador filisteo lo hace sobre la misma y esclaviza a los danitas (una de las tribus de Israel) 1000 años antes de Cristo. Sin embargo, su "Hércules" particular pese a ser creyente en su Dios, no deja de ser un pastor humano atraído por las mujeres y la juerga al que no le importa liarse con el enemigo (y más con las primeras). Un argumento poco creíble de no haber sido relatado en la Biblia, como en mi opinión que se fije más en Angela Lansbury que en Hedy Lamarr (aunque para gustos colores, claro).
Pero las cosas se van poniendo en su sitio cuando la película se centra en Dalila, en su relación de amor y odio hacia Sansón porque cree que la ha despreciado y merece que lo traicione. La verdad es que, hasta ese momento, el ritmo tiene altibajos y no pasaría de un melodrama típico sobre los celos. Pero a partir de la captura de Sansón, De Mille es capaz de remontar lo anterior y conseguir entretener al público, lo cual también sube la puntuación.
En cuanto a los actores, Mature cumple por su aspecto fornido y Hedy Lamarr recuerda mucho con ese arqueo de cejas a Vivien Leigh como Scarlett O'Hara. Su belleza es indiscutible, pese a las precauciones de la época sobre no mostrar más de lo necesario, y también su interpretación de mujer fatal. A George Sanders me costó reconocerlo en el papel del gobernador.
Quizá le sobre esa introducción tan filosófica y moralista del principio, bajo mi punto de vista. Bastaba con haber presentado el contexto para ir familiarizándonos con los personajes y la historia a presenciar.
Mi nota: 7,5