Matar a Santa

La verdad es que cuando me decidí a ver esta película fue porque tenía en mente que iba a ser algo bastante gamberro, de humor negro y algo violento, todo esto ironizando y parodiando de una forma grotesca algo que se supone que debería ser para niños y del agrado de todo el mundo como es la Navidad y el personaje de Santa Claus. Lastimosamente, mis ideas de algo así se desvanecían a medida que iba viendo la película.

Lo más gracioso es llegar a la idea de cómo cojones se ha creado todo esto. Un niño rata que se las da de Al Pacino cuando ve que le regalan carbón y contrata un sicario para matar a Santa Claus. Un Santa Claus en sus últimas que intenta soportar a la sociedad y otro hombre que ni pincha ni corta pero que quiere matarlo también por todo el odio que le tiene a Santa porque se quedó sin regalo en el pasado. Con esto ya se podría haber creado algo fantástico ya que es surrealista, pero no, todo está envuelto en un ambiente de "no me atrevo a dar más" y ni siquiera es una buena comedia.
Lo que más gracia me hace de la peli es ver a un ratón de Ratómpolis enfadado y contratando a un sicario para amenazar a una chica que le ha ganado el primer puesto en una exposición. Me juego el cuello a que ese chavalito va con la skin del Padrino en el Fortnite cuando no hace de mafioso en la vida real.
Lo más destacable de la película son los momentos de acción del final que los veo bastante bien logrados y un final que sí me ha gustado.

En conclusión, intenta ser algo que no es y al final no termina encajando en casi nada. Ya dije que me gustó el final y las escenas de acción (que también se dan en los últimos 20 minutos de esta), pero no puedo valorar bien una película que solo me llamó la atención al acabar.

- Recomendada solo para personas que prefieren a los Reyes Magos.-

Pero vamos a ver, ¿quién/es ha/n clasificado esta película?

¿Comedia?... ¿¿¿Comedia???... Es todo menos comedia y para niños.

Este es un relato, además de sumamente violento y sanguinario, únicamente para adultos y sin el menor atisbo de risa a lo largo de todo el metraje.

No tiene nada de comedia, pero absolutamente nada. Es un puro drama de acción. Punto. El hecho de que sea sobre Santa Claus no implica ni que sea un cuento infantil ni menos aún que sea una comedia.

Es una versión paralela completamente "realista", violenta y dramática de un Santa Claus (además alcohólico aunque no mala persona), que nada tiene que ver con la bondad del espíritu navideño.

Un Santa al que le acucian los mismos problemas que a los mortales humanos y el cuál intenta salvarse de un sanguinario sicario asesino (que no hace más que ir ejecutando a todo el que se le pone por delante y dejar cadáveres y regueros de sangre tras de sí) enviado por un rastrero niño que lo quiere ver muerto tras traerle carbón por ser malvado y, además, como souvenir quiere que le entregue su cabeza. Pero todo, como ya digo e insisto, desde un prisma totalmente realista y dramático.

¿Realmente alguien ve un atisbo de comedia en esta trama? Algunos dirán con razón (siempre que no la hayan visto): "pues depende de cómo esté hecha, véase por ejemplo 'Deadpool' y otras". Y no les faltará razón en esos casos, pero no en este. Y si no, tras haberla visto, díganme con total sinceridad si alguien ha sentido siquiera el mínimo murmullo de risa o la menor mueca de sonrisa en sus caras... O más bien todo lo contrario, como me ha pasado a mí.

No niego que entretenida es, y bien hecha también. Pero es un drama de acción. Punto. Sobre Santa Claus, sí, pero un Santa humanizado sufriendo una dura vida y tratando, además, de salvarse él y lo que más quiere de la maldad del mundo representada por la mayor bajeza moral que uno pueda imaginar.

No señores, no, esto no tiene nada de comedia.

El título de la crítica ya lo dice todo: Papá Noel bebe whisky, practica el tiro y el boxeo, y su esposa es negra, a tono con los tiempos...Santa Claus ahora usa el seudónimo "Chris", se parece un huevo a Mel Gibson (no sólo en los ojos y la barba, sino también en su mala hostia), y hace una peli donde firma un contrato para currar con el ejército (las facturas aprietan), y para colmo va a tener que enfrentarse a un amargado sicario pagado por un repelente niño rico al que Santa le ha dejado con un palmo de narices y sin regalos...
Empieza como una patochada infantiloide típica navideña, pero conforme se va acercando el enfrentamiento entre Santa y el sicario va adquiriendo un inopinado e inesperado tono de cine negro de acción que le hace subir enteros.
Pues sí, qué mala leche que tiene la peli sobre Santa Claus de 2020. No apta para menores, sin duda...
Me viene a la cabeza un precedente gamberro: "Bad Santa", pero vamos, ésta es un vodevil inofensivo a su lado...

Uno de los peores errores que puede cometer una película desde mi punto de vista es ser indefinida, o mejor dicho ser un híbrido fallido como pasa acá. La película al principio tiene cierta gracia que luego se pierde y regresa por momentos esporádicos aunque ya no es lo mismo, mezclar el género navideño, el thriller de acción, un toque de western y comedia negra no es fácil, menos si no sabes el tono que querés darle, al principio es más elegante y limpia después se vuelve sangrienta y sucia, se traiciona a sí misma y ahí se arruina.
Tampoco destacaría demasiado a los actores, creo que el único que está correcto es Mel Gibson porque está más relajado y natural, también Marianne Jean-Baptiste aunque parece más la amiga que la esposa de Gibson, el resto parece que tuvieran un palo en el culo.
Walton Goggings para mí uno de los mejores actores de su generación totalmente desaprovechado, ese villano daba para mucho más y lo desperdician de una forma lamentable.

Santa Claus está harto. De los niños, de los acreedores y del mundo. Lejos quedaron los tiempos cuando los churumbeles no eran unos cafres malnacidos. Por ello, y en mitad de una doble crisis, financiera y existencial, decide darle un uso alternativo a sus medios de producción (véase spoiler 1). Que con galletitas y buenas intenciones no se pagan las facturas.

Sin embargo, nada de esto importará, porque el verdadero argumento de la película es aún más surrealista. A saber: un mocoso ofendidito, de esos cuyos sesos están pidiendo ver la luz del día, anda enfurruñado porque Santa le ha regalado carbón. Lejos de irse a patalear a las redes sociales, como hace cualquier mindundi hoy día, aprovecha las perras de su familia para contratar a un asesino profesional, con vistas a que finiquite al insolente gordo vestido de rojo.

A partir de ahí tenemos una cinta en donde veremos a Santa lidiar con su amargura a base de revólveres, hincarse a su señora esposa que, gracias al "lobby" de turno, ahora es una negra, y participar en un tiroteo contra el matador a sueldo, mascletá incluida. Que no se piense que por ser un personaje infantil se corta un pelo en amartillar su arma o en clavarle el ciruelo a su churri.

"Matar a Santa" (2020) es otra de esas películas estrenadas en época navideña que, ante la sobreexplotación del género, opta por salir rebelde y ponerse chula. Una jugada que no por conocida deja de emplearse. Un trabajo de presupuesto justito, protagonizado por actores venidos a menos, nacido con ínfulas tan humildes como alimentar plataformas de vídeo bajo demanda o, peor aún, estrenarse directamente en TV (véase spoiler 2).

Por ello, no busque nada de valor. Diálogos insulsos, personajes bidimensionales, historia poco desarrollada y tediosa, adoctrinamiento soterrado, tono oscuro que ya no sorprende, algún tiroteo, y un relato que es un absurdo dentro de su propia absurdez. Tanto, que el final es un despropósito sin pies ni cabeza. Porque la verosimilitud de la fantasía importa poco cuando lo único que interesa es que Santa regale algo de plomo (véase spoiler 3). Vamos, que si tiene algo de criterio se aburrirá pronto. Respecto a su calificación como comedia... en fin, desvaríos de los directivos.

En resumen, Papa Noel, Santa Claus, o como quiera llamarlo, metido a empresario juguetero con problemas de contabilidad, armas junto a la cama y rifles colgando de la pared. Si al menos la hubieran llevado al extremo, cual sucedáneo de John McClane, lo mismo hasta podría haber destacado.