Media votos
4,5
Votos
380
Críticas
380
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Jose_Lopez_5:
4
27 de diciembre de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Santa Claus está harto. De los niños, de los acreedores y del mundo. Lejos quedaron los tiempos cuando los churumbeles no eran unos cafres malnacidos. Por ello, y en mitad de una doble crisis, financiera y existencial, decide darle un uso alternativo a sus medios de producción (véase spoiler 1). Que con galletitas y buenas intenciones no se pagan las facturas.
Sin embargo, nada de esto importará, porque el verdadero argumento de la película es aún más surrealista. A saber: un mocoso ofendidito, de esos cuyos sesos están pidiendo ver la luz del día, anda enfurruñado porque Santa le ha regalado carbón. Lejos de irse a patalear a las redes sociales, como hace cualquier mindundi hoy día, aprovecha las perras de su familia para contratar a un asesino profesional, con vistas a que finiquite al insolente gordo vestido de rojo.
A partir de ahí tenemos una cinta en donde veremos a Santa lidiar con su amargura a base de revólveres, hincarse a su señora esposa que, gracias al "lobby" de turno, ahora es una negra, y participar en un tiroteo contra el matador a sueldo, mascletá incluida. Que no se piense que por ser un personaje infantil se corta un pelo en amartillar su arma o en clavarle el ciruelo a su churri.
"Matar a Santa" (2020) es otra de esas películas estrenadas en época navideña que, ante la sobreexplotación del género, opta por salir rebelde y ponerse chula. Una jugada que no por conocida deja de emplearse. Un trabajo de presupuesto justito, protagonizado por actores venidos a menos, nacido con ínfulas tan humildes como alimentar plataformas de vídeo bajo demanda o, peor aún, estrenarse directamente en TV (véase spoiler 2).
Por ello, no busque nada de valor. Diálogos insulsos, personajes bidimensionales, historia poco desarrollada y tediosa, adoctrinamiento soterrado, tono oscuro que ya no sorprende, algún tiroteo, y un relato que es un absurdo dentro de su propia absurdez. Tanto, que el final es un despropósito sin pies ni cabeza. Porque la verosimilitud de la fantasía importa poco cuando lo único que interesa es que Santa regale algo de plomo (véase spoiler 3). Vamos, que si tiene algo de criterio se aburrirá pronto. Respecto a su calificación como comedia... en fin, desvaríos de los directivos.
En resumen, Papa Noel, Santa Claus, o como quiera llamarlo, metido a empresario juguetero con problemas de contabilidad, armas junto a la cama y rifles colgando de la pared. Si al menos la hubieran llevado al extremo, cual sucedáneo de John McClane, lo mismo hasta podría haber destacado.
Sin embargo, nada de esto importará, porque el verdadero argumento de la película es aún más surrealista. A saber: un mocoso ofendidito, de esos cuyos sesos están pidiendo ver la luz del día, anda enfurruñado porque Santa le ha regalado carbón. Lejos de irse a patalear a las redes sociales, como hace cualquier mindundi hoy día, aprovecha las perras de su familia para contratar a un asesino profesional, con vistas a que finiquite al insolente gordo vestido de rojo.
A partir de ahí tenemos una cinta en donde veremos a Santa lidiar con su amargura a base de revólveres, hincarse a su señora esposa que, gracias al "lobby" de turno, ahora es una negra, y participar en un tiroteo contra el matador a sueldo, mascletá incluida. Que no se piense que por ser un personaje infantil se corta un pelo en amartillar su arma o en clavarle el ciruelo a su churri.
"Matar a Santa" (2020) es otra de esas películas estrenadas en época navideña que, ante la sobreexplotación del género, opta por salir rebelde y ponerse chula. Una jugada que no por conocida deja de emplearse. Un trabajo de presupuesto justito, protagonizado por actores venidos a menos, nacido con ínfulas tan humildes como alimentar plataformas de vídeo bajo demanda o, peor aún, estrenarse directamente en TV (véase spoiler 2).
Por ello, no busque nada de valor. Diálogos insulsos, personajes bidimensionales, historia poco desarrollada y tediosa, adoctrinamiento soterrado, tono oscuro que ya no sorprende, algún tiroteo, y un relato que es un absurdo dentro de su propia absurdez. Tanto, que el final es un despropósito sin pies ni cabeza. Porque la verosimilitud de la fantasía importa poco cuando lo único que interesa es que Santa regale algo de plomo (véase spoiler 3). Vamos, que si tiene algo de criterio se aburrirá pronto. Respecto a su calificación como comedia... en fin, desvaríos de los directivos.
En resumen, Papa Noel, Santa Claus, o como quiera llamarlo, metido a empresario juguetero con problemas de contabilidad, armas junto a la cama y rifles colgando de la pared. Si al menos la hubieran llevado al extremo, cual sucedáneo de John McClane, lo mismo hasta podría haber destacado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
1º) Los pone a disposición de los militares estadounidenses. A partir de ahora, y durante un par de meses, sus elfos hiperglucémicos fabricarán electrónica para aviones de combate.
2º) Se estrenó en algunos cines estadounidenses y, apenas diez días después, ya estaba en plataformas de "streaming". De hecho, llegó a estar disponible para su descarga en Internet dos días antes de su limitadísimo estreno en cines australianos. Aunque, claro, en plena pandemia no andaba la cosa para meter a la gente en las salas de cine.
3º) Poco y al final.
2º) Se estrenó en algunos cines estadounidenses y, apenas diez días después, ya estaba en plataformas de "streaming". De hecho, llegó a estar disponible para su descarga en Internet dos días antes de su limitadísimo estreno en cines australianos. Aunque, claro, en plena pandemia no andaba la cosa para meter a la gente en las salas de cine.
3º) Poco y al final.