Haz click aquí para copiar la URL

Un hombre y una mujer

Romance. Drama Anne es una joven viuda que tiene una hija pequeña y cuyo marido murió durante el rodaje de una escena peligrosa. Ella también trabaja en el mundo del cine. Jean-Louis Duroc es también un joven viudo que tiene un hijo de corta edad; es un hombre más bien triste e introvertido. (FILMAFFINITY)
<< 1 3 4 5 6 7 >>
Críticas 31
Críticas ordenadas por utilidad
28 de septiembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impecable película llena de romanticismo, sencilla pero grandilocuente, con un guion sólido y hermosa visualmente gracias a una fotografía espectacular donde se resalta el cambio del blanco y negro al color según las escenas. “Era amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista”, tal como lo dijo Nabokov en Lolita mediante el personaje de Humbert Humbert.

Esta película llega hasta el fondo del espectador y lo traslada a Paris e introduce a dos personajes que tienen mucho en común: ambos tienen un hijo que estudian en el mismo colegio, ambos son viudos, personas solitarias y con trabajos interesantes, mientras que Anne (Anouk Aimée) es directora de cine; Jean-Louis (Jean-Louis Trintignant), corredor de autos profesional. Bastaba una mirada y una simple conversación para saber que estaban destinos a conocerse y comprender que lo mejor es ir despacio, sin prisas, escapando del pasado que los mantenía esclavos.
La Mente Maestra
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de septiembre de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claude Lelouch consiguió en 1966 con esta película una Palma de Oro (ex aequo), lo que entonces se conocía como el “Gran Premio”, en el vigésimo Festival de Cine de Cannes; y consiguió también dos Oscar (mejor película de habla no inglesa y mejor guión original que compartió con Pierre Uytterhoeven). Es un hermoso drama romántico que cuenta de modo singular el nacimiento del amor con su embeleso y sus temores entre Anne, una script, y un piloto de carreras, Jean-Louis. Ensimismados paseos urbanos y por playas normandas, lirismo natural, imágenes bellas y pura vida flotante entre gaseosas imágenes. Se contagiaba al espectador el seductor amor que nace entre ambos personajes. Ambos son viudos y con hijos.

En esta cinta Lelouch bien puede presumir de ser un maestro del celuloide cona narración plena de romanticismo que, empero, rodea lúcidamente el típico dulzor del sentimentalismo fácil sin caer en los tópicos lacrimales.

Gran fotografía del propio Lelouch (alternando el color, el blanco y negro, y la tonalidad sepia) y una inolvidable música de Francis Lai sirven para vestir de gala una película que no he olvidado, a pesar de que la vi en su estreno hace la friolera de más de medio siglo. La pusieron en un céntrico cine de mi ciudad; era yo un adolescente y esta peli me marcó. Era de amor pero a la vez no era dulzona, era de amor pero a la vez era como la vida misma, era de mucho amor con un amante, él, que era un hombre taciturno que gusta de pasear en coche con su hijo por la playa. Con muchos flash-backs, intrépidas carreras de coches, amantes que han sufrido ya lo suyo, unas vidas que por atrás asoman pena y pesar, y Anouk Aimée y Jean-Lous Trintignant encarnando de manera maravillosa y carismática a los dos enamorados que inician una andadura dudosa, unas interpretaciones llenas de miradas, gestos y matices, unos amantes guapos con la belleza añadida que da el amor.

Para mí esta cinta fue toda una novedad que me marcó. Parece que la estoy viendo ahora. Además me colé a verla sin mostrar el DNI, lo cual habría impedido mi entrada en la sala pues no tenía los 18 años preceptivos ¡Gracias señor portero porque sé que me viste en la cara que yo era un joven amante del cine!
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de octubre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre y una mujer es una película que fue muy popular en los años sesenta — ganó una polémica Palma de oro en Cannes y el Oscar a la mejor película extranjera — y ha pasado a la historia como un ícono del cine romántico. El hombre y la mujer del título son un piloto de automovilismo y una script, ambos viudos, que se enamoran después de conocerse por ser sus hijos compañeros de colegio. Al estar libres para iniciar una relación, el problema para ambos es el recuerdo que los dos tienen de sus cónyuges, que aún pesa y les condiciona. Juega en contra de Un hombre y una mujer que la entonces innovadora y sofisticada realización de Claude Lelouch haya sido muy imitada — especialmente en el campo publicitario —, lo que hoy provoca una sensación de agotamiento, algo irónico. Por lo demás es una sensible y hermosa película, muy favorecida por la química entre el siempre certero Jean Louis Trintignant y Anouk Aimée, fascinante. Alguien se refirió a Un hombre y una mujer — debido al contraste que Lelouch pretendió establecer entre el lluvioso y gélido tiempo de la acción y la calidez de los sentimientos de los protagonistas — como "esa película de limpiaparabrisas".
Juan Pais
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De todas las películas en las que apareció Trintignant ha caído a mis manos "Un hombre y una mujer" para homenajearlo, puesto que no hace mucho nos dejó. ¿Qué se puede decir de un actor que participó en más de cien películas y que podemos ver en prácticamente todos los géneros?; lo mismo un western que una comedia, cine político, drama de todas las formas y lo que nos interesa aquí, en una historia de amor bastante corriente que su director usa para experimentar con una narrativa que no a todos gustará.

Yo llegué aquí por Trintignant, pero tendré que referirme también a su pareja en la ficción, una Anouk Aimée que está a la altura de las circunstancias y con quien forma una pareja a quienes les une un amor que nace casi por casualidad, quizás como la vida misma, con la misma naturaleza que los seres humanos de carne y hueso. Ambos son viudos y sus vidas se nos son contadas con esa especial narrativa que Lelouch usa, cambiando el color, usando una maravillosa banda sonora y siempre, siempre, sin prisas y a un ritmo pausado. Incluso cuando todo debería ser pasión, cuando deberían aparecer los reproches y las quejas, la calma sigue imperando en cada minuto de película.

Habrá quien quede harto, yo creo que es una película que pretende explotar al máximo la experiencia visual relacionada con la poesía, porque esto es amor de verdad, del que duele, del que se siente en cada poro de tu piel. Por eso creo que es una buena película, está lejos de ser un desastre. Y además aparece Jean-Louis Trintignant, que es a quien quería ver de verdad. Descansa en paz compañero.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10 de agosto de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una historia de amor, sencilla, cálida, mesada, muy personal y altamente contagiosa es lo que nos trae este filme que, sin destacar por un guión magistral sobrevive a las exigencias mínimas del espectador para mantener una historia en pie y además aporta otros elementos formales que la elevan de categoría, sobre todo, una banda sonora deliciosa que el espectador reconoce enseguida y un montaje complejo e innovador que pasa incluso por mezclar el blanco y negro, el color y el sepia del metraje con evidentes intenciones narrativas y que impone el sello de calidad que le valió (probablemente) como elemento diferenciador para alzarse con la Palma de Oro del festival de Cannes del año 1966, además de los Oscars a la mejor película de habla no inglesa y (curiosamente) al mejor guión.
De los inconfundibles soniquetes compuestos por Francis Lai (con el mismo nombre de la película) o de la samba Da Bençao de la samba se extrae una extraña complicidad con el espectador, una música con alegría ligera, optimista, sedosa que supone un gran salto de calidad para esta película que ha visto como la música le venía como anillo al dedo para explotar todas sus posibilidades. Lo mismo se puede decir de ese aspecto técnico más extraño, muy poco común en el cine, y que pasa por mezclar imágenes en varios tipos de cinta con diferentes tonalidades de color, además de atreverse a sincronizarlos alternativamente y además mezclando el sonido de lo que ocurre (es decir simultanea pedazos de dos escenas diferentes en imágenes pero mientras vemos una escuchamos el sonido de la otra) una forma de resaltar la unión de los dos enamorados cuando están separados. Esta línea de montaje podrá gustar más o menos, pero desde luego hay que destacar su atrevimiento, especialmente si nos encontramos a mediados de los años 60.
También dio mucho que hablar en su época el tráveling circular que se sacó de la manga el director para realzar una de las escenas y cuyo valor narrativo también es incuestionable, aunque 50 años después ya estamos mucho más acostumbrados a este tipo de realización.
La utilización de niños, también dulcifica la trama y la hace más notoria, aunque del guión, insisto no hay nada demasiado llamativo más allá de las profesiones de los dos protagonistas enamorados, un piloto de carreras y una técnico de cine, que pese a los obstáculos que encuentran para poner en marcha su relación, sacan fuerzas para seguir adelante. La interpretación de los dos actores principales del filme dan mayor profundidad a esos personajes y hacen que la historia de amor gane en matices y no parezca para nada superficial, más si cabe cuando entre ellos existe una química especial. Una historia de amor de las que ya no se hacen.

http://palomitasconchoco.wordpress.com

Frases de la película en spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Palomitasconchoco
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 6 7 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow