El buen alemán

Aunque hay quién ve en esta película un homenaje amargo a "Casablanca" a mi me recuerda más, por su desasosegante puesta en escena, por la desgracia y ruina moral de sus personajes, por el antihéroe engañado por todos que encarna George Clooney, al clásico de Carol Reed "El tercer Hombre".

Existen más paralelismos: posguerra inmediata, ciudad alemana, ora Viena ora Berlín, divididas en varios sectores, búsqueda por diferentes motivos de un personaje considerado muerto pero vivo, una novia o viuda amargada, misteriosa y que sabe más de lo que dice, un ejército "liberador" bastante corrupto, una falta de esperanza en el futuro...

La película tiene una excelente puesta en escena, con maravillosos encuadres de falsos primeros planos, empleando técnicas quizás obsoletas. Viaje en el tiempo, a los años de esplendor de este género. Estamos ante una buena historia de cine negro, apoyada en una excelente música con un Gran Clooney.

¿Pero es que Soderbergh no vio el remake de Psicosis de Gus Van Sant? Igual sí, y le gustó tanto que lo copió a su manera.
Bodrio insufrible del incomprensiblemente famoso director, que por otro lado ya nos tiene acostumbrados con sus películas a agonizar dentro del cine (sólo le salvaría la primera de Ocean’s, y porque aquel día me dieron las palomitas con extra de mantequilla). Esta vez parece ser que le ha entrado la vena Casablanca (y es que el plagio (que no homenaje) final de El buen alemán resulta como poco vergonzoso), por lo que los resultados son aún más deplorables. Si todo esto viene unido a George Clooney y Cate Blanchett -actores que, por decirlo suavemente, no admiro en demasía (y por cierto, a Cate ya me la han calzado en la nueva de Indiana Jones)-, que juntos forman la pareja con menos química de la historia del cine (a los Razzies de cabeza por favor), y a la penosísima interpretación de Tobey Maguire (a la altura de Adam Beach en Banderas de nuestros padres), el cocktail no se aguanta ni con la ayuda de su baza nostálgica.
No malgasten el dinero, y aún menos el tiempo.

¡Qué blanco y negro más bonito! ¿Y las ruinas de Berlín? Portentosas, no me digan. Y cómo está rodada, si parece de los años cuarenta. Y qué guapetón sale Clooney, si está hecho un Cary Grant. Y la Blanchet, monísima; y cómo se nota lo que ha sufrido en el rodaje, digo en Berlín. Pero si hasta Peter Parker parece simpático. Y encima, cine de denuncia política; ahora resulta que si no fuera por el bueno de Soderbergh, no nos habríamos enterado de que las conferencias de paz (Casablanca, Teherán, Yalta, Postdam) fueron una corruptela en la que los vencedores se repartieron las ruinas del Reich. Gracias, Steven por iluminar nuestro oceánico desconocimiento histórico, eso es compromiso. Y, encima, hay intriga (?), y asesinatos, y sexo (con ropa), aunque no cintas de vídeo. Pero, por encima de todo, está el amor y, desde luego, siempre nos quedará Berlín. Por cierto, ¿alguien sabe quién demonios era el buen hombre que da título a la película?
Una sugerencia, Soderbergh: coge un vuelo desde Berlín y vuélvete a Las Vegas, que te inspira mucho más. Aunque allí esté Andy García (¡uf!).

Buen intento con una fotografía impecable en blanco y negro para una historia de intriga que podría haber funcionado si no fuera por la tendencia al embrollo del director. Hay momentos en los que te formas tal lío entre unos y otros que no sabes muy bien lo que te están contando. Blanchett está magnífica en su interpretación de femme fatale pero Clooney no llega, y el resto del reparto también está muy flojito. No llegan en absoluto a los secundarios de la genial "Casablanca", que es el referente estético y ético de la película.

Como curiosidad, y sobre todo por la fotografía merece la pena verla, pero creo que la historia queda muy desmembrada, como una serie de escenas aisladas que el director no ha sabido enlazar para articular la trama. El telón de fondo que subyace a lo largo de la película es la delación y la traición como formas de superviviencia en situaciones de emergencia, pero en ningún momento consigue emocionar ni apasionar. Se queda muy muy por debajo de sus pretensiones, la verdad.

El niño bonito del cine indie se propone hacer un film a la antigua. Y no lo logra.

Por mucho que imite (más bien PLAGIE) a Michael Curtiz, "El tercer hombre" o el estilo fotográfico de Greg Toland, la cosa es como un Rólex falso. Parece de verdad, pero sabes que en realidad es de pega.

Todo resulta afectado (Cate Blanchett intenta ser la Garbo y la caga, "Peter Parker" Macguire no sirve como chico malo, la banda sonora suena falsa e impostada...), excepto Clooney, que no tiene que esforzarse en parecer un actor a la antigua. Le sale de manera natural.

¡Ah! Y no me olvido de los tacos ni del sexo...

¿Se imaginan ustedes "Casablanca" con sexo anal y tantos tacos de guión de Tarantino?

Ridículo. Así es como el responsable de "Traffic" concibe el cine clásico. Tócate las narices.

Deja estas cosas para Spielberg o gente de talla equivalente, Steven. Tus imposturas de capullo pomposo que mira el cine clasico por encima del hombro no tienen sentido.