Todos tenemos un plan

Acabo de ver una película densa y oscura donde el público "pochoclero" o "palomitero" no será bien recibido.
Lo mejor: El delta (que son las islas que hay en el inicio del Rió de la Plata, en la cual hay un barrio al estilo Venecia), muy bien filmado y caracterizado, puede ser que lo último que vi del Delta en la pantalla grande, fue una película del cantante Sandro de los años Setentas. Me quedo con eso, y con las escenas de acción, que por ser una película Argentina, están muy bien logradas. De los actores Daniel Fanego hace un notable papel.
Lo peor: Viggo Mortensen hablando en español, no se le entiende nada y encima lo habla en voz baja. La excelente actriz Soledad Villamil aparece en muy pocas escenas, con lo cual no consigue subir el nivel de la historia.
En fin, no esperes divertirte, estas advertido.

La realizadora argentina Ana Piterbarg debuta en el largo con una película cuanto menos interesante. "Todos tenemos un plan" goza de dos cosas que son realmente necesarias para consolidar una buena cinta. Por una parte tiene una trama interesante, de esos thrillers que te van seduciendo a medida que avanza el metraje. Y por otro lado cuenta con un casting sobradamente solvente, con un Viggo Mortensen al que esta claro que le encantan los retos. Si ya oírle hablar en español es una delicia, imagínenselo poniendo acento argentino. Definitivamente no me queda otra que rendirme ante la calidad interpretativa de Mortensen. Otro acierto del film es la ambientación. Esos paisajes pantanosos, áridos, solitarios y duros le benefician a la historia, casi incluso convirtiéndose en un personaje más.
Aunque no todo van a ser halagos. Y es que hay algo que le falta (o le sobra) para que el resultado final hubiera sido redondo del todo, el ritmo. La película acusa una excesiva lentitud en muchos momentos, cosa que casi nunca casa con el genero thriller. Al film le hubiera venido muy bien algo menos de pausa narrativa, y algo más de agilidad argumental. Las casi dos horas que dura la cinta, desde luego que no le benefician.
Aun con todo ello, "Todos tenemos un plan" me parece una película muy recomendable, a la que hay que darle una oportunidad.

La película es interesante y se deja ver. La doble interpretación de Viggo Mortensen es buena, lo que pasa es que la historia es poco creíble. Una suplantación de identidad parece una opción muy descabellada para ser creíble. Las localizaciones y la fotografía son buenas. Las escenas de la barca y el río, simbolizan la vida, igual que en Apocalypse Now.

Pero para que una película emociones tiene que tener una trama creíble y en esta ocasión la historia esta cogida con alfileres. Solamente merece la pena verla por las interpretaciones, un buen reparto masculino y femenino. Hasta la abuela hace un buen papel.

Lo mejor de la película fue la entrevista posterior a Viggo Mortensen donde habló de aprovechar la vida, de hacer cosas mientras podamos, de desarrollar todas nuestras capacidades y me pareció muy interesante.

Imaginad lo espantosa que debe ser la vida del hombre medio, común, contante y sonante, normal, sano y gran profesional liberal, médico nada menos, ¿puede haber mayor horror?, para que sea capaz de hacer cualquier cosa, literal, hasta incluso matar a sangre fría si se tercia, la ocasión la pintan calva, sangre de tu sangre, para tratar de escapar de tanta afrenta, mediocridad e idiotez, de la adopción además, en fin, de una existencia tan aburrida y larvada, muy humillante y penosa, putrefacción pobremente disimulada.
Todo sea por vivir una triste peripecia aventurera que te recuerde lo que era sentir algo, lo que sea, para escapar de ti mismo, el mayor carcelero, el más cruel y desaforado, para poder ser de otra manera, cualquiera, para probar carne nueva, para no ser siempre esa misma sombra oscurecida, ridícula, empequeñecida, pidiendo la hora.
De Guatemala a Guatepeor. Del tedio a la nada. De la muerte en vida al homicidio, de la huida al callejón sin salida, varado o atrapado, en vía muerta o dentro de un imposible laberinto. De la casa al río, a las abejas que también te odian por costumbre, al frío. Y por el camino creo que me extingo.
En fin, que como dice Adrián, el más sabio y corajudo de todos, nada cambia, todo permanece, todo sigue igual, la gente repite comportamiento hasta el infinito, que no os engañen, don erre que erre, la basura, el pelotudo, el rompehuevos y el cagón, desde el comienzo hasta el fin, del nacer al morir haciendo lo mismo, tan previsible e igual a los demás, ese tran tran perezoso y romo, imitativo y gregario, por eso tantas ganas de evasión gigantesca, de droga mala, noticias buenas, deporte sano, política necesaria, qué importa, para creer que pasa algo, para soñar que te atreves por fin y que eso que vas a a decir no lo sabe ya todo el mundo antes de que abras la boca, antes de empezar ya conocen cómo va/s a acabar, esas palabras plagiadas, ideas copiadas de otros hasta en las comas, acciones clonadas sin alma, sin gracia ni riesgo, a la deriva, abotargado, acojonado, dando pena, un tópico en persona, un cliché que se arrastra y nadie escucha.
La película se esfuerza, pero no lo logra. Trastea, juega, enreda, promete, entretiene y habla entre dientes, no siempre se la entiende aunque todo se comprenda, un thriller rural fluvial de cambio de identidad conocido y reconocible, "El regreso de Martin Guerre" o su hija "Sommersby" y otras muchas más que se podrían citar. Y Viggo Mortensen casi todo el rato ahí en plano, bebiendo, tosiendo, jodiendo, sufriendo entre muy mala gente y algún pequeño relajo para que no todo sea un puñetero y repetitivo infierno, un descanso.
Tiene buenas escenas y algunos apreciables momentos, así como una narración en general de tono alicaído, desangelado, dubitativo, difuso, como si quisiera disimular su fondo convencional con pose autoral, que no la acaba de tener del todo clara ni tampoco tiene mucho sentido más allá de algún lugar común de género o algún pequeño detalle hermoso.
Los actores están bien aunque no brillen demasiado, la fotografía es naturalista, rasposa, a veces pretendidamente feísta y otras sin embargo más rebuscadamente bonita, y la dirección, pese a algún intento de dejar su sello e imponer un cierto estilo, en verdad no deja de ser rutinaria, gris, nada más.

Confieso que entré a la sala con más expectativas de las que tuve que haber tenido. No ahondaré en detalles de la trama porque hay aquí bastas críticas que lo hacen. Pero les advertiré de dos cosas: Esta película NO ES El Secreto de sus Ojos y no le hagan caso a Viggo Mortensen si lo escuchan decir 'Este es uno de los mejores guiones que leí en mi vida'.
Este thriller está incompleto, no cuenta absolutamente nada; salvo Soledad Villamil, los personajes parecen parte de una historia que no se terminó de formar.
Les recomiendo verla, solo como lección de lo que no se debe hacer en cine: Crear una película técnicamente impecable, que de guión deja mucho que desear.
Ah, en Spoiler me quejo del final.