El increíble finde menguante

Jon Mikel Caballero, debuta en la dirección de largometrajes con El increíble finde menguante.

Una película de corte indie, rodada con poco presupuesto, y de género fantástico.

Sigue la estela de películas de bucles temporales como Atrapado en el tiempo o Una Cuestión de tiempo.

La protagonista es Alba, una joven de 30 años que se va a pasar un fin de semana, junto a su novio y un grupo de amigos a una casa rural, en el pueblo que veraneaba de pequeña.

El finde se le empieza a torcer ligeramente cuando ve que no opina igual que sus amigos sobre el trabajo, la toma de responsabilidades, el ir madurando y a esto se le sumará que su novio Pablo decide que se deben tomar un tiempo en su relación.

A partir de aquí, no se sabe porqué, el finde de Alba se repetirá una y otra vez, aunque con una particularidad, en cada repetición durará una hora menos.

Alba se encuentra atrapada en su fin de semana, pero esto le permitirá tener una segunda oportunidad para resolver los problemas con su pareja y sus amigos.

A diferencia de otras películas clásicas de bucles temporales, aquí la protagonista va arrastrando las consecuencias de todo lo que la pasa ese fin de semana, heridas, resacas, etc….

La protagonista sufre un estancamiento vital, del que intentará salir cada vez que se repite el finde.

Hay otro elemento visual curioso, que consigue hacernos sentir igual de atrapada que la protagonista, pero que no vamos a desvelar, para que vayáis a ver la película.

En una segunda lectura que podemos hacer de esta cinta, subyace la cuestión del estancamiento vital que sufre la la joven, como retrato generacional de la gente que está entorno a los 30 años.

Destacar la capacidad interpretativa de Iria del Río, por la dificultad que debe suponer rodar una película de bucles temporales como esta y mantener el raccord emocional en todo momento.

Con todos estos ingredientes podemos decir que el debut Jon Mikel Caballero, es notable en cuanto a la propuesta rompiendo en cierta manera los esquemas de este tipo de películas, la forma de rodar que recuerda a películas de los años 80, un buen montaje que no te hace perder la conexión en ningún momento, pero se le podía pedir un poco mas a nivel narrativo, ahondar mas en la crisis generacional.

Nuevas reflexiones sobre el devenir de la vida normal de gente normal, utilizando como, no excusa, sino sí vehículo, los viajes temporales. No al uso del cine yanki, con grandes presupuestos y efectos especiales de postín, sino modestos o simplemente inexistentes, ajustados a un encorsetado presupuesto que no por ello debería mermar su impacto, al menos, emocional.
Pero ocurre que, en mi opinión, la gran ilusión puesta en el proyecto no logra, primero emocionar de alguna manera, pero es es que tampoco como cine comercial creo que, desgraciadamente, va a tener éxito. Ojalá me equivoque, por supuesto, pero creo que el gran público le dará la espalda por resultar al menos en apariencia, repetitiva y sin ninguna escena memorable ni ningún diálogo deslumbrante.
Las interrelaciones entre los pocos personajes es cotidiana, hablando de sus cuitas diarias, que van desde el trabajo y el impacto que causa en la vida de la pareja, los problemas de esta al transcurrir la vida juntos y las perspectivas que se tienen de sí mismos y para con los demás.
Con todo, es indudable, que el joven realizador Jon Mikel Caballero, en su primer largometraje, demuestra personalidad, al menos en cuanto a algunos aspectos técnicos, como la utilización de la pantalla, totalmente de acuerdo con la historia que está narrando.
Amén de la interpretación de Iria del Río, auténtica protagonista, excelente en todo momento.
Pero, ya digo, a mi personalmente no me ha hecho mucho tilín. Espero que a los demás, sí.

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Así de primeras, parece que nos encontremos ante la enésima interpretación de "el día de la marmota", pero dejando a parte los evidentes paralelismos, estamos ante una vuelta de tuerca a estas películas, tanto por la manera en que se producen el bucle, como por el aspecto visual  novedoso que aportan originalidad y una intriga que no esta presente en otras.
una propuesta pequeña, que sabe re interpretar  deforma original algo muy trillado, entretenida, bien dirigida, y una excelente carta de presentación de un director que dará mucho que hablar.

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A nadie se le pasará por alto que el argumento de esta película es muy similar al de otra película que hemos visto decenas de veces. Esto es partir con una desventaja tremenda así que hemos de otorgar puntos de valentía al creador Jon Mikel Caballero. Hasta aquí el obligado comentario pues no le veo sentido entrar en comparaciones.

La película viene a demostrar que no hay nada mejor que un tratamiento espaciotemporal de choque para hacer milagros en autoconocimiento y autoaceptación. Si fuera tratamiento de fácil acceso ya se podían retirar psicólogos, coaches y promotores varios del budismo acelerado.

Los puntos fuertes de la película son la naturalidad de las actuaciones (mención especial a la pareja protagonista) y de los verdes e hidratados paisajes asturianos. Convenientemente, además del titular finde son menguantes el aspect ratio (bien traído) y los personajes secundarios (menos bien). Hablando de personajes, pareciera que Luis Tosar enterose de que estaban haciendo una película española sin avisarle y acoplose en post-producción para reparar la afrenta. Obsérvese la influencia del asturianu en las enclisis de los pronombres reflexivos.

Dado el patente bajo presupuesto no querría criticar más de la cuenta, solo avisar de que por algún motivo la película me ha puesto bastante nerviosos. Quizás ha sido el café de antes porque sería extraño que esa fuera la intención, o quizás no le he sabido encontrado el norte.

Gustará a: Albert Lamorisse, trolls, Silviu Caraba
No gustará a: jarrones, Carl Friedrich Gauss, hipersomnes

Para mi lo peor de este film son, sin duda, los actores, su química es cero absoluto, son planos y sin interés. A parte de esto, el guión flaquea en algunos puntos y sobre todo en los diálogos tan impostados y de teatro de colegio de primaria.

La idea era buena, pero algo tuvo que perderse en el desarrollo. Quizá en un remake mejore.