Paquita Salas (Serie de TV)

Resiliencia es una palabra de moda, es la capacidad para encajar un golpe y recuperarte, aprendiendo del golpe. Eso es la serie Paquita Salas, es sobre una persona que camina hacia delante, que le llueven los golpes una y otra vez, pero que sigue y aprende (por eso "el juego" que propone en el último capítulo). Tiene eso del carácter español de decir que todo "está bien" cuando todo está fatal, y ese es uno de los grandes logros de la serie, el otro, es que hace reir con un plantel de actores de lo más variopinto.

Bravo por "los Javis". No han inventando nada nuevo con esta serie, pero han conseguido un nivel de comedia y de realidad que parecía imposible partiendo de un actor interpretando a la protagonista. Guiones impecables, cameos muy interesantes y dispuestos a reírse de sí mismos (algo difícil de encontrar en España) y estupendas interpretaciones.

Se ha convertido en la serie del año sobre todo en su segunda temporada y tras obtener una grandísima fama sus dos jóvenes directores.
La primera temporada fue un gran éxito en internet y mucha gente comentaba esta mini serie rodada en un formato excesivamente casero que acompaña perfectamente a la trama. Una trama con un persona tan cutre que no puede evitar reírse.
Pero como decía, ha sido con su segunda temporada que sigue manteniendo su formato pero ya comprada por Netflix, la que ha causado una auténtica revolución y ha hecho que todo el mundo (incluido yo) nos pongamos frente al televisor para verla.
Sus temporadas son de apenas 5 capítulos de unos 25 minutos de duración cada uno. Así que me vi las dos temporadas seguidas en una sola tarde.
Y es que tengo que reconocer que la trama me ha divertido mucho. Se nos expone una realidad que aunque parezca surrealista es de verdad. Y es que se nos presenta a una representante de actores (interpretada por un chico) la cual en los 90 era el referente y con quien todo el mundo quería estar. Pero el paso de los años ha hecho que se quede estancada y todo lo que realiza y lo rodea huela a años pasados que ya no vende.
Todo ese toque cutre es lo que hace que uno se divierta enormemente y haga que se enganche a cada capítulo deseando saber como continúa la trama. Además, cuenta con ciertos toques de añoranza al aparecer numerosas estrellas del cine y la televisión que tuvieron su gran momento de gloria y fama en años pasados; pero que hoy en día ya no cuentan con esa aceptación. El verlos otra vez en la pequeña pantalla y hablando de sus éxitos; traen a la memoria numerosos recuerdos que no están pagados; y que son un gran punto para que la serie cuente con un mayor éxito si cabe.
Junto a estos artistas del pasado, aparecen también actores nuevos que reivindican su momento y que luchan por tener un futuro y no quedar en olvido. Todas las estrellas del pasado y del presente se interpretan a ellos mismos y hacen que tome todo mucho más realismo.
En fin, "Paquita Salas" es una serie divertida y muy efectiva a la que se le augura un gran futuro. Es cierto que cuenta con algún capítulo puntual que resulta un poco más flojo; pero en general todos cumplen y hacen que uno se pegue a la pantalla.

Esta serie me ha encantado, Paquita es muy echada para adelante y no deja de ser ella a pesar de los muchos palos que le dan. Intenta hacer su trabajo lo mejor posible, de representante de actrices, busca a su actriz 360. Es una mujer fuerte y les da esa fuerza a la gente con la que está.

Se estresa cuando las cosas no salen según lo planeado, pero cambia la situación y sus circunstancias y consigue hacer las cosas lo mejor posible para sus actrices. En vez de dejar que la gente sobria, plana, rígida y seca, que son la gran mayoría con las que se topa, controlen la situación, ella toma el control.

La serie muestra situaciones muy reales, que parece que no hay guion, es mágica. Esa es la gracia de Paquita, es tan real que te planteas las situaciones como si tú las pudieras vivir, y la simpleza de estas son lo que prende la chispa. Las canciones del final de los capítulos si son un poco emotivos pueden hacerte salir alguna lágrima, es una serie emotiva, graciosa y perfecta.

No hay nada que hacer. "Paquita Salas" tiene una nota media en FA mayor que, por citar como ejemplos un clásico de los setenta y una grandísima película actual, "Tiburón" o "Sicario". Yo lo he asumido, pasarán muchos años hasta volver a ver obras maestras que me tocan el alma tanto en contenido como en forma, que me hacen preguntarme ¿esto se puede hacer de verdad?, que me hacen exclamar sonidos de admiración involuntarios... No hay nada que hacer, el público quiere esto, y esto lo que va a haber.

Sinceramente, no me considero ni de lejos un intelectualoide, de hecho no quiero serlo, amo tanto el gran cine más complejo de Kubrick como las "Historias para no dormir" de Narciso Ibáñez Serrador. Y este último ejemplo, de una serie española realizada de forma casi independiente, con cuatro duros, me viene de perlas para terminar de expresar lo que siento. Yo admiro a la gente que como los dos directores de este producto se lanzan a la realización de un proyecto con pocos medios. De verdad, lo admiro, y tienen todo mi respeto por esa parte. Pero de ahí a que me guste el producto va un abismo. Y "Paquita Salas" también tiene más nota media en FA que las "Historias para no dormir" de Narciso Ibáñez Serrador. A mí esto no me cabe en la cabeza, y no encuentro una manera elocuente de expresarlo. Me parece tan abismal la diferencia de talento, de rigor, de una búsqueda por dignificar la cultura española, que en fin...

Para mí "Paquita Salas" no dista en absoluto de las comedias españolas de los años 70 del destape o similares. Comedias que hoy vemos como "rancias" y desfasadas, que no tienen un ápice de interés artístico. Eran productos, respetables como "Paquitas Salas", pero que sólo buscan hacer dinero, cuatro gracias y dos lagrimitas apoyándose en los tópicos de turno y las modas de cada época. Películas que como esta serie, fueron enormes éxitos, por supuesto, en su momento, y que de haber existido FA en aquella época (y bajo los criterios actuales), hubieran tenido notas superiores o similares a "Taxi driver" o la propia "Tiburón". Sin embargo, hoy desde la distancia no pasan del 3 o el 4, la nota que, pienso, merecería esta serie. Esa es la parte que no logro comprender, no la existencia y el éxito local y acotado en el tiempo de este tipo de series, sino que sean elevadas a la categoría casi de obras maestras. ¿Estamos locos?. Se ha perdido el criterio, y esto nos está privando de avanzar (al contrario) en nuestro amado arte cinematográfico y televisivo. Pero, por momentos creo que en esta era en que parece que es mejor ser todos mediocres e iguales a que alguien destaque, es lo que queremos. Como decía el letrero de una guardería en la maravillosa serie "Los Simpsons" (esta sí es un ejemplo de obra maestra en sus primeras temporadas) "No se preocupe, si su bebé destaca, aquí le enseñamos a ser normal".