La extraña vida de Timothy Green

Esta historia de Disney no deja nada de lado de lo que han sido sus películas a lo largo de su historia de vida, sigue teniendo la mayoría de los toques de sus películas, en donde el nudo principal se da en el drama.
Para algunos resultará un poco aburrida y monótona en su historia, pero lo que tiene es que puede enredar a los niños con su trama y a otros más con el lado de reflexión que cuenta. Te pone a pensar acerca de la vida y los momentos que pasamos y que no volverán a suceder.

LA EXTRAÑA VIDA DE TIMOTHY GREEN Es el David el gnomo actual. Se trata de la típica película Disney con mucho edulcorante. La película me ha gustado, es una fábula amable, positiva, verde, tierna. Lo que me falla es que para ser una de fantasía, y teniendo en cuenta de donde viene Timothy, el niño en sí no es muy extraño, le falta algo que nos sorprenda más, que le de fuerza a la peli, en ese sentido se queda corta pero por lo demás es una peli sencilla familiar y no hay más, Excelente banda sonora.

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Producto Disney que, hasta la saciedad, nos endilga el tópico de la típica familia norteamericana con esa serie de valores y premisas que debe cumplir. Eso sí, jugueteando descaradamente con el factor sensible de los espectadores. Porque... ¿es esta una película para niños? Tal vez. Si no, no se entendería la explicación obvia y el manoseo de aquellos valores que tanto se quiere inculcar.

Cierto es que, por otro lado, la historia está medianamente bien contada y que las interpretaciones no caen en saco roto. El sueño (irreal o real, es lo mismo) que tiene una pareja estéril de ser padres se ve realizado en medio de una noche de tormenta en que un niño, el suyo, les aparece inesperadamente en la cama lleno de tierra y con hojas en los pies. A través de ese sueño, a modo de aprendizaje, van curtiéndose como padres, entrenándose para lo que les vendrá luego, con un niño bastante diferente al resto y bien cargado de carisma.

A mí el mensaje, repito, no me quedó suficientemente claro. Tal vez es el perseguir sueños, tal vez que los sueños no son duraderos, tal vez que todo precisa de un entrenamiento. Eso sí, como fábula se me queda muy corta y no suficiente para un aprobado.

Fantástica! Una pequeña obra de arte!
En estos tiempos donde la vorágine de la vida, la violencia y la cruda realidad imponen sus argumentos en la pantalla y en la realidad, aparece esta sutíl película para "endulzar el alma".
Una película que habla sobre el deseo ancestral de ser padres y de cómo ejercerlo de la mejor manara posible. Y es ahí donde los protagonistas adquieren relevancia.
El amor incondicional, los principios de vida, la protección de la niñez, el enseñar la importancia de los códigos y los valores y la defensa de un supuesto niño minusválido es el lenguaje con los que estos padres, apelando a sus recursos de una escencia noble y pura, se manejan. Y de sobremanera lo deseé!
Enmarcada en un fascinante lugar, con un guión cargado de afectivdad y ternura, una esplendorosa fotografía otoñal y de fondo una muy buena partitura musical, acompañan este film, donde sus protagonistas actúan impecables, naturales, espontáneos y deseosos.
Felicitaciones a un guión que pone en evidencia lo mejor de los seres humanos, a través de dos personas que en el deseo frustado de ser padres biológicos, se convierten en fabulosos padres del alma, que más de uno hubiera deseado tener!.-

Cindy y Jim Green son una pareja muy enamorada que sueña con tener hijos, pero ella no se puede quedar embarazada. Un día, terriblemente apenados por la noticia, le dan por soñar despiertos y deciden imaginarse cómo querrían que fuera su hij@ escribiéndole en una hoja y enterrándola en el jardín. Y como si de Pinocho habláramos, su sueño se hace realidad y de esa hoja sale el que es y será su hijo, Timothy Green. Pero éste no es un niño cualquiera pues ha nacido en el jardín.

Me encantan los padres del chico: no quieren entrometerse demasiado en las cosas del chico, pero le espían porque se preocupan y le quieren. No quieren presionarle en nada, pero hacen todo lo posible para que sea aceptado por los demás. Y es que parecen los padres perfectos, pues ser padre no es dar o no a tu hijo todo lo que quiere para que no te vea como enemigo. Ser buenos padres es hacer todo lo que esté en tu mano para que sea feliz, e incularle buenos valores para que sea al menos respetado.