Los héroes del tiempo

Sí, la película parece realmente salida de la mente de un niño, no hay más qué decir. De hecho, es la fantasía de un niño. Lo bueno, es que ese niño mezcla de manera realmente encantadora esas cosas que hicieron parte de la niñez de todos. Una película ingeniosa, entretenida, llena de chistes para todos, y bueno, uno que otro que no es apto o comprensible para infantes. Una muestra efectiva de que se pueden hacer películas efectivas para niños, que gusten también a los grandes (acaso porque nos recuerden las cosas que de niños jugábamos). La mejor demostración de que se puede hacer una película visualmente deslumbrante, sin tener mucho dinero, computadores, ni gente linda como protagonista. Imperdible para aquellos que aún nos resistimos a matar del todo al niño interior.

Original película de aventuras co-escrita y dirigida por el alocado Terry Gilliam al que no se le pueden negar sus momentos de genialidad.

Se trata de una imaginativa historia protagonizada por un insólito grupo de enanos acompañados de un fantasioso niño, que vivirán toda clase de espectaculares aventuras a lo largo del tiempo conociendo a algunos de los personajes más importantes de la historia.

Más que la trama en sí, destacaría las peripecias por las que pasan sus divertidos protagonistas con artesanales efectos especiales y cameos de actores de renombre como Sean Connery, John Cleese o Ian Holm y la presencia de un villano de lujo como David Warner.

El resultado es una película entretenida, aunque algo larga para mi gusto, a la que quizá le falle una trama un tanto superficial y unos personajes más carismáticos. No obstante, el tiempo la ha tratado bastante bien y en su día fue un gran éxito de público y crítica. Es quizá una de las obras más recordadas en la filmografía de su autor.

Terry Gilliam es uno de los nombres que ha sobresalido más del grupo británico Monty Python y que más contribución ha realizado como director antes que cómico o intérprete. Una razón podría ser su origen norteamericano, quedando en un segundo plano al lado de sus gentlemen” y diplomáticos compañeros Michael Palin, Terry Jones, John Cleese o el malogrado Graham Chapman. Su implicación con el resto de la banda cómico musical ya se remontaba en los tiempos de la frenética sitcom de sketches “Flying Circus” donde su contribución quedaba insinuada en esas surrealistas animaciones de collage que contribuían al que el desdén de lo absurdo contribuyera a acentuar más el humor de uno de los programas de televisión más populares de la BBC der los setenta.

Consolidado en el panorama cinematográfico y alejado de la órbita Python, Terry Gilliam ansió de su propia libertad e imaginación para dirigir producciones con un poco de ayudas de sus compañeros, así le salieron obras tan desbordantemente imaginativas como “Brazil” (1985), “El Baron de Munchausen (1981) o este “Los Héroes del Tiempo” (1981), en que sus principales protagonistas son seis, no siete, enanos que con un imaginativo niño (interpretado por Craig Wagnor) al que irrumpen en su habitación, son partícipes de un intermitente viaje a través de distintas épocas, con un mapa en la mano con tal de no ser reprochados por su creador, el Ser Supremo (Ralph Richardson), mientras que el Mal (David Warner) los persigue allá donde van: desde los tiempos de Napoleón, la Grecia clásica a la Edad media o al hundimiento del Titanic.

Gilliam trazaría sus parámetros y obsesiones imaginativas con éste película que cuenta también con las interpretaciones de Sean Connery y Shelley Duvall.

Estamos ante una película con un comienzo arrollador y con una final demasiado estirado. Está llena de virtudes pero tiene algunos defectos que pesan.

Lo bueno:

+ Es una película llena de cameos buenísimos:
+ Michael Palin y Shelley Duvall haciendo diferentes papeles de pareja, muy graciosos.
+ John Cleese como Robbin Hood.
+ Ian Holm (Bilbo) como Napoleón haciendo apología de las personas bajitas.
+ Sean Connery haciendo de Agamenon y peleando contra el Minotauro.
+ Casi dos horas de pura imaginación y Fantasía.
+ El estilo de Terry Gilliam está presente durante toda la película.
+ Otra de las joyas que nos dió los 80 para todos los públicos pero con una ambientación muy oscura.
+ Un guión lleno de frases ingeniosas que te sacarán más de una risa.
+ De nuevo la batalla entre tecnología y Fantasía que tanto juego dió en los 80.
+ La primera hora de película es una auténtica obra de arte.
+ Los efectos visuales, el vestuario y el maquillaje.
+ La imagen del Ser Supremo como la cara del espejo de Blancanieves.
+ La imagen del gigante saliendo de agua, espectacular.
+ La pelea de Agamenon y el Minotauro.
+ La escena del teatro (muy Terry Guilliam).
+ La mezcla de realidad y fantasía que hacen viajando por los diferentes momentos.

Lo malo:

- Como en muchas de las pelis de Gilliam al final se le va la pinza y es un cúmulo de acciones caóticas que acaban consiguiendo lo contrario de lo que pretende, entretener.
- Le sobran unos cuantos minutos de metraje.
- El Ser Supremo da bastante asco. No me gusta nada como han escrito al personaje.
- No acaba de dotar de personalidad a cada uno de sus personajes. Al final acabas viendo al grupo de enanos como un todo.

Nueva oportunidad que le doy a Terry Gilliam y nuevo fracaso. Esta vez no me topé con una cascada de excentricidades y simplemente me sentí fuera de lugar, fuera de target, para una película que ha envejecido regular pero que a la vez evoca al imaginario de Gilliam con bastante facilidad. Como una película de aventuras para niños, con un final inexplicable, que quizá me hubiera gustado más con una duración algo más generosa.

Los efectos especiales a día de hoy se ven irregulares, pero contextualizados están bastante bien. Gilliam tiene sabiduría a la hora de afrontar las escenas, y se nota, pero no es suficiente para una película que simplemente me llegó tarde.