Agente contrainteligente

Tal vez estemos ante el mejor trabajo de Sacha Baron Cohen: con un ritmo trepidante, sin tiempo para el aburrimiento dado lo acertado de la duración de la película, hacemos un recorrido por las siempre manidas películas de espías y por un universo popular presente en donde los iconos del cine o de la televisión quedan sumergidos en la más brutal de las parodias. Hay que tener en cuenta que se debe poseer estómago, pero con las películas de Baron Cohen ya deberíamos estar avisados. Mark Strong hace de contrapunto perfecto a esta deshumanizadora historia de dos hermanos perdidos, de dos vidas sujetas a los azares más insospechados que aparecieron en sus infancias para encaminarlos por dos veredas distintas. Los secundarios también lucen, aunque quizá tengan poco donde hincar el diente: Ian McShane como cerebro de operaciones, Penélope Cruz como benefactoras ambigua y un Scott Adkins que tiene tiempo para deleitarnos con esa facilidad suyas en las artes marciales.

En general, una película digna y escandalosa a partes iguales, una película que nunca, jamás, gustará a Donald Trump. Ya sólo por eso merecería la pena verla. ¿O no?

Un humor demasiado salvaje para mi gusto, muchas veces en vez de reírme, hasta me sonrojaba. Demasiado vulgar y explícito, le doy esta nota porque la historia esta entretenida y las escenas de acción están bien rodadas. Me reí varias veces pero no acabo de coger ese humor, en la única película suya que me reí y la disfruté fue el dictador que tiene el humor mas light. Para sus seguidores sera buena pero no se cumple en mi caso, estoy seguro que Mark Strong se arrepentirá de hacer esta película, no le pega ni con cola se le ve fuera de lugar. Un placer.

Excesiva, desenfadada, chapucera, arriesgada, poderosa, vulgar, obscena, distante. salvaje, alocada, polémica, grotesca y abusiva muestra de cine de humor barato y soez, que se nutre y beneficia de la pareja protagonista formada por Mark Strong y Sacha Baron Cohen, en los papeles de dos hermanos en los que uno es todo una figura del espionaje y que contará con el apoyo secreto y chapucero de su hermano.
La premisa permite a los responsables de la película ofrecer guiños, homenajes y parodia de las grandes producciones del cine de espías, apostando por un humor excesivo y grotesco que puede descolocar pero que consigue despertar varias carcajadas en el público.
Se ve con relativa facilidad, si no se pone mucho esmero en tomarse nada en serio.
Me recuerda al humor visto en Ace Ventura, pero con acento británico.
Agente contrainteligente, queda como un tipo de cine que cumple con el objetivo de entretener a partir de un sentido del humor políticamente incorrecto y brutal.

Muy disfrutable comedia de acción, si no se tienen muchos escrúpulos en cuanto a mojigatería y blandenguería argumental (vamos, ante la falta de ellas).
Me refiero a que este film no puede ser más gamberro, procaz, soez y en muchas ocasiones de indudable mal gusto (escatología, sexo entre animales... y unas cuantas más de la cuenta escenas políticamente incorrectísimas... que hacen muchísima gracia). Y es que se trata de eso precisamente, de su eficacia para, a pesar de pasarse de la raya un montón de veces, te sonríes siempre, te ríes un montón y te descojonas de lo lindo más de una vez.
Lo cierto es que te lo pasas divinamente pues es muy entretenida, sin tiempos muertos y con una especial imaginación para crear situaciones inverosímiles, imposibles. Pero esto le da mucha más gracia, logrando que el espectador claudique ante tal profusión de escenas donde el humor chusco, el inteligente y la acción más pura se dan la mano de forma muy agradecida.
Muy bien realizada técnicamente, es impecable en cuanto logra que el respetable salga del cine feliz.
Y no sé, se me hace difícil pensar en que se pueda superar situaciones tan, tan, tan surrealistas en otras películas, aunque el bueno de Sacha Baron Cohen seguro que lo consigue.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es

Sacha Baron Cohen se especializa en comedias gamberras, soeces y pasadas de rosca, y esta es probablemente su película más gamberra, soez y pasada de rosca. Por eso mismo es, para mi gusto al menos, la mejor de sus películas. Está llena de humor chabacano, escenas disparatadas y situaciones...digamos escatológicas en el sentido más amplio del término. También tiene sus buenas dosis de sátira social y mala leche. Ofende, es cierto, la sensibilidad, pero no insulta la inteligencia.
Además hay que tener un buen par de huevos para atreverse a rodar escenas como la del dardo venenoso o la de los elefantes. En serio.
Y lo más importante: siempre que la veo me duelen las mandíbulas de reírme. Y a una comedia, del tipo que sea, es lo máximo que le puede pedir uno.