Haz click aquí para copiar la URL

Atlantic City

Drama. Romance A Lou Pascal (Burt Lancaster), un viejo gángster de poca monta que consigue algún dinero con las apuestas, lo mantiene en realidad la viuda de su antiguo jefe. En el mismo edificio que él vive Sally (Susan Sarandon), una atractiva mujer aspirante a croupier cuyo cuerpo lo tiene obsesionado. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 >>
Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
4 de febrero de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sensación cuando encuentras una película que te llena y te sorprende es indescriptible. La inversión del tiempo no puede ser mejor, y paladeas cada fotograma como si fuera el último.

Es mi primer acercamiento a este director, que he visto que era muy culto y un estilete del cine francés de los 60, neonoir.

Nunca vi a Susan Sarandon tan bella y atractiva. Burt Lancaster es uno de esos actores que, con su sola presencia, llena la pantalla. No hace falta casi nada más.

Pero luego está el guión… Original, loco, fresco, sorprendente…

Quizá sólo algunos efectos de relleno, como la casa de comuna y el flirteo con uno de sus jefes. Por lo demás, película redonda, que recomiendo absolutamente a todos los cinéfilos.
CHIRU
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de noviembre de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco lugar para las alegrías reserva Malle a los implicados en esta historia. La ciudad en la que nos encontramos, para empezar, viene a ser la segunda división del mundo de las apuestas, de manera que ni siquiera nos vamos a encontrar con el envoltorio glamuroso de Las Vegas por ejemplo. Claro que Malle es francés, eso ya lo sabemos, y como muchos apuntan acertadamente de una unión así no podía gestarse un producto típico y genuino de la factoría Hollywood. Creo que el director francés hizo bien en cruzar el charco, no sólo por beneficiarse a la actriz protagonista de esta película, el resultado final es realmente bueno.

En Atlantic City todo es un poco de segunda, sí, incluso el pasado del decrépito Lancaster, que poco más que un recadero debió ser en sus tiempos mozos, aquellos en los que supuestamente, según él, se codeaba con los más grandes rufianes de la época. Su amante lo llama en un momento dado de la película, ya avanzada la trama, "pelotas dormidas" (en castellano traducido como "cagado", más directo), incidiendo en que lo que aparenta, incluso el pasado, no es lo que es.

Ese toque de tristeza que le da Malle a Lancaster es el gran triunfo de la película, convirtiéndolo en un hombre mediocre, más que eso, en un antihéroe que además de muy entrado en años es también un verdadero viejo verde. Se alegra la vista viendo a su vecina embadurnándose del jugo de unos limones cuando vuelve de trabajar: esas escenas son sencillamente excepcionales. No creo que nadie sea capaz de enseñar mejor cómo es un ser patético...

¿Quién iba a pensar que además de espiarla por la ventana iba a llegar a palpar sus carnes? Lo de Malle es un escándalo. Pone las dosis de violencia exactamente cuando más falta hace, acelera, le da la pausa y es capaz de recrearse en una nostalgia difícil de explicar: nostalgia por unos años pasados, seguramente desaprovechados, de un Lancaster que tocó techo interpretativo gracias a un personaje inolvidable.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de junio de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mejor film americano de Louis Malle. Penúltimo gran papel en la envidiable carrera de Burt Lancaster y una de las primeras grandes actuaciones de Susan Sarandon, por aquel entonces pareja de Malle.
Historia de perdedores, "Atlantic city" funciona como una gran metáfora de la decadencia del imperio americano. Un país lleno de espacios de ensueño que se desmoronan con el paso del tiempo.
l pasado de su protagonista y su visión optimista, o mejor dicho "soñadora", de una vida llena de fracasos le confiere un tono único, Lancaster además lo borda, Es lo más cercano al universo de John Huston que ha firmado otro cineasta, pero con un toque europeo que Huston nunca hubiese llegado a imponer. Es ese aspecto para una mayoría del público es un thriller extraño, para un público más minoritario a los que acostumbra a llegar dicho género.
Lancaster firma la mayoría de momentos memorables de la película, pero el momento de los limones que protagoniza Susan Sarandon son de recuerdo perecedero para todos lo que hayan visto esta obra.
waldeker
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de abril de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tener casi 70 años y tener como vecina a una joven Susan Sarandon y verla todos los días frente a tu ventana gusta a cualquiera.

Tener casi 70 años y ver todos los días a una joven Susan Sarandon frotándose zumo de limón por las tetas no tiene precio.

Ser un voyeur de casi 70 años y tirarte a una joven Susan Sarandon es imposible.

Para todo lo demás... continúa viendo Atlantic City, una película que te habla de amores imposibles, de deseos de grandeza, del paso del tiempo, de los don nadie, una película con buenas actuaciones, una buena historia...

...aunque todo se vea eclipsado por el imposible.
DaniBalboa
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Atlantic City" es una coproducción entre Canadá y Francia de 1980 dirigida por Louis Malle. Pertenece a ese grupo de películas en las que la ciudad es protagonista. En este caso, el enclave turístico de Nueva Jersey, Atlantic City, cuya rápida transformación en ciudad del juego comenzó en 1978 con la apertura del primer casino. Es un casino -lugar en que la suerte se alía con el fraude- donde se desarrolla parte del filme. Allí trabaja la paleta y sensual Sally Matthews (Susan Sarandon), llegada desde un oscuro pueblo -Moose Javian (Saskatchewan, Canadá)- a hacer fortuna en un lugar donde el sueño americano vive entre viejos y desatartalados edificios como el apartamento de Sally.

Lou Pascal (Burt Lancaster) es su vecino. Un hombre viejo y solitario, que espía a través de la persiana a la bella Sally cuando, cada noche, se perfuma con limones recién cortados los pechos para quitarse el olor de pescado del bar de ostras del casino-hotel en el que trabaja como camarera. Lou se gana la vida como corredor de apuestas y cuidando a Grace Pinza (Kate Reid), una mujer encamada, viuda del antiguo jefe de Lou, del que es amante. Lou presume de un pasado de gangster, cuando compartió celda con Bugsy Siegel.
Sally aspira a ser croupier en el casino, y hace un curso preparatorio, dirigido por Joseph (Michel Piccoli). Tiene mucha curiosidad y estudia francés para ir al Casino de Monte-Carlo a trabajar.

Pero la historia paralela de estos dos solitarios que no se conocen cambia cuando se presentan la hermana de Sally, Chrissie (Hollis McLaren) y su pareja, Dave (Robert Joy), que es el marido de Sally, a la que abandonó. Chrissie es un ser místico e infantil, y está embarazada. Dave es un vulgar traficante que quiere vender un paquete de heroína que robó en Philadelphia...

"Atlantic City" es una historia de demolición. Tras la delicada escena inicial con un zoom out en el que pasamos del primer plano de los limones cortados con un cuchillo al cuerpo de Sally en la ventana y la mirada secreta de Lou desde el piso de enfrente, tenemos los créditos y las imágenes de un edificio implosionado -Traymore Hotel, derribado en 1972- en una ciudad que busca su sitio: el juego. New Jersey legalizó el juego en 1976. Todos buscan su lugar natural o ideal en Atlantic City: Lou ser admirado, pero es un cobarde -"Numb Nuts" (pelotas dormidas)-; Sally trabajar en Monaco en el casino, pero huele a pescado y no sabe francés; Chrissie reencarnarse en un ser puro, pero no es más que una hippie pobre trasnochada; Grace recuperar el esplendor de su juventud cuando llegó a la ciudad para un concurso de dobles de Betty Grable, pero está echada permanentemente en la cama viendo la televisión, atendida por Lou; Dave, el estúpido ex-marido aspira a ser un gran capo y no es más que carne de cañón, alguien a quien nadie quiere, ni muerto. Todos los personajes "demolidos" quieren "reconstruirse", como la ciudad. Lou, Grace y Sally residen en un edificio que pronto será derribado. Como el tránsito de los setenta a los ochenta en que se rueda la película. De la música disco a la new wave.

Las interpretaciones de Susan Sarandon, Burt Lancaster y Kate Reid son fantásticas. Michel Piccoli apenas aparece. Hollis McLaren y Robert Joy son un buen contrapunto. Su llegada a la ciudad caminando y, más tarde, tumbados en una camioneta, con su ropa andrajosa simboliza la incisión del pasado en la tierra del futuro. Dave será el puente entre Sally y Lou, entre las lejanas esperanzas y añoranzas fingidas y la realidad del rápido enriquecimiento con los estupefacientes.

"Atlantic City" es una película otoñal de un director de 48 años, con un Burt Lancaster de 67. Una hermosa historia de gentes insignificantes, que a fuerza de soñar ya son divinos, porque el hombre es un dios cuando sueña, como escribió Hölderlin.

Francisco Huertas Hernández (Acorazado Cinéfilo)
AcorazadoCinefilo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow