Punto límite

Hasta la fecha, ha habido dos ocasiones en la historia, en que los Estados Unidos de Norteamérica han llegado a la altamente peligrosa DEFCON 2, muy cerca de desatar una Guerra Nuclear. La primera, durante la Guerra Fría con el bloqueo de Berlín y los llamados ejercicios Able Archer 83; y la segunda, durante la Crisis del Caribe, cuando ante la amenaza de EEUU de invadir a la Cuba de Fidel, el 15 de Octubre de 1962 la URSS colocó allí varios misiles R-6 con el propósito de protegerla.

¿Y qué es DEFCON? Es una abreviatura de Defense Condition (Condición de Defensa) con que se determina ciertos estados de alerta progresiva, cuya disponibilidad para ser activados está en manos de la Junta de Jefes del Estado Mayor y los comandantes de las fuerzas armadas. La DEFCON va de 5 a 1 (5 para estados de máxima relajación… ¿los habrá habido? y 1 como comprobación de un ataque inminente que debe enfrentarse de inmediato.

Sobre un supuesto caso de una falla técnica en los sistemas estadounidenses que pone al país al punto de un bombardeo contra Moscú, fue que los expertos en ciencias políticas, Eugene Burdick y Harvey Wheeler, escribieron la novela “Fail Safe” que publicaron en 1962. El título, se refiere a ese sistema ‘a prueba de fallos’ que la SAC (Strategic Air Command), está(ba) convencido de tener para prevenir que un bombardero estadounidense cruce el espacio aéreo soviético, con lo cual podría precipitar una guerra nuclear.

Aunque, Peter George -autor de la novela Red Alert (1958), en la que se inspirara Stanley Kubrick para su también magistral filme “Dr. Strangelove”-, abrió contra los autores de “Fail Safe” una demanda por supuesto plagio, ésta no prosperó, y ambos filmes, semejantes en sus propósitos generales, pero muy diferentes en sus particularidades, fueron estrenados por el mismo estudio (la 20th Century Fox), en 1964.

Lo que se nos ofrece aquí, es otra impactante, profunda y muy emotiva advertencia de los peligros que corre la humanidad, cuanto ciertos megalómanos comienzan a infiltrarse en los organismos de poder y seguridad de las grandes potencias. Por suerte, en esta historia, estamos ante dos representantes de la más elevada sensatez, pero, ¿los tendremos siempre?... ¿o llegará, quizás, ese deplorable día en que, así como el amor dio lugar a este maravilloso mundo y a esta grandiosa humanidad, sea el odio de algún absurdo prepotente el que consiga destruirnos?

Magníficos diálogos, logrados con el más preclaro conocimiento de causa, van a dar cuenta de los peligros que se ciernen sobre la humanidad con la demencial carrera armamentista, y una visión de futuro perfectamente delineada, quedará expuesta para que decidamos si seguimos con este tenebroso juego o despertamos, por fin, como seres racionales.

Walter Bernstein, aportó una brillantísima adaptación de la novela que, el director Sidney Lumet, supo convertir en un drama y un thriller del más alto calibre. La puesta en escena, plena de sobriedad a todo nivel, consigue que la sintamos creíble y que nos convirtamos en personajes invisibles de la trama. La iluminación, colmada de claroscuros y de muy marcados grises, nos remite a un pasado-presente plagado de angustias y fatalismo. La ausencia de música alguna hace que cada silencio resulte tenebroso… Y cada frase –según sea el personaje- nos devuelve la esperanza o nos pone a sentir que, ante nuestra indiferencia, la demencia puede, de repente un día, dominar el mundo.

El reparto es impecable: Dan O’Herlihy (el General Black), Henry Fonda (el Presidente de los EEUU), Walter Matthau (el deplorable consejero civil), Larry Hagman (el perfecto traductor), Frank Overton (el general Bogan)... Unos, de manera ferviente y sabia comprometidos con la paz del mundo… y algunos inclementes empeñados en arrojarnos por el abismo.

Título para Latinoamérica: LÍMITE DE SEGURIDAD

En algunos círculos una "cult movie". Se enmarca dentro del aburrido y proceloso subgénero de la política ficción, y en verdad descolla dentro de él al proponer una inquietante a la par que posible ficción muy bien desarrollada y nada aburrida, de considerable capacidad creadora de tensión, con una excelente dirección de actores y mucho talento en una producción de pocos medios.
Un escuadrón de bombarderos americanos se dirijen, debido a un fallo mecánico, a Moscú creyendo haber recibido órdenes de bombardearlos. Los rusos comienzan a inquietarse y exigen su lógica contraprestación. El presidente americano (Fonda) se encuentra en una situación delicadísima, el mundo está amenazado de muerte...
Tan improbable como posible en el contexto de la Guerra Fría.

Pasan los días y no me quito de la cabeza "Punto límite", una película capaz de meterte el miedo en el cuerpo pese a ser esclava de su tiempo. Es sabido por todos que los de un lado y los de otro estuvieron muy cerca de liarla, es sabido por todos que de haberse producido un enfrentamiento bélico entre ellos, muy probablemente, nosotros, que somos terceras personas en la conjetura, no estaríamos ahora en el presente actual. Sidney Lumet filma el drama de una situación que en parte es política ficción y en parte es un aviso, ya que dentro de su contexto no era ninguna estupidez plantear lo que se plantea en su película.

Para mí es un diez, con lo caros que son a veces, lo difícil que es ponerlos. El estilo de Lumet me encanta, con sus primeros planos, con el uso que hace de sus escasos medios. Las escenas que tienen lugar con el presidente Henry Fonda de protagonista son una maravilla: apenas una mesa, un teléfono y dos actores. El presidente le pide al traductor que además de traducir tiene que interpretar los tonos de voz de los rusos. La tensión está medida al milímetro y dosificada de forma ejemplar. Hay varios contrapuntos que sirven para ejercer su fuerza: Walter Matthau (al que casi se le ven los cuernos y la cola del demonio) y quienes le rodean por un lado; los militares desde el centro de operaciones; los pilotos en su espacio reducido (primeros planos de nuevo únicamente). Para mí saber conjugar tan bien estos elementos es de diez.

Y luego está el final claro, según qué decisiones que se toman de las que no hablaré y cierta crítica por la tendencia que teóricamente implica. Yo al llegar al final ya estaba convencido de que "Punto límite" es una película enorme. Mi satisfacción merece la máxima puntuación, pese a que la hipertensión que me ha provocado dura y dura... ¿Es inevitable hablar de la película del mismo año de Kubrick?; ¿realmente son comparables? Alguien apunta que "Punto límite" es realmente la que quiso hacer Kubrick y no la patochada del teléfono rojo. Y no me extraña.

Elegante, interesante, enigmática, apasionante, inteligente, ambiciosa, personal, cuidada, prometedora, oscura, fría, confusa, ajustada, básica, hostil, demencial, inquietante, fría, directa, inquietante, magnética, apabullante, intensa, dinámica, apasionante, contundente, comedida, certera, emocionante, plausible, visionaria, explosiva y épica producción de espionaje y suspense estilizado, que consigue que consigue despertar el interés desde un primer instante, llevando al espectador a toda una epopeya que no deja indiferente.

No es un producto que vaya a entusiasmar a todo tipo de público, pero ya os aseguro que ofrece lo que se espera de él. Una trama potente de intrigas e intereses mundiales que deriva en un frío y memorable desenlace.

Sidney Lumet, toma los mandos de la dirección, sacando el máximo partido de la fotografía y del escenario de trabajo, logrando plasmar y recrear la hipótesis conspiranóica que baraja, con un seguimiento nítido de los acontecimientos.

Punto límite, queda como una visionaria y memorable producción bélica que cuestiona los movimientos y decisiones llevadas a cabo por los mandatarios políticos, apoyados en la inteligencia artificial.

La dupla Sidney Lumet- Henry Fonda es sinónimo de calidad. Unos años antes había dado al mundo esa obra maestra absoluta que es Doce hombres sin piedad (el debut de Lumet como realizador. Impresionante), y con Punto límite volvieron a acertar.
Un thriller muy notable sobre política y territorios, de rabiosa y triste actualidad pasen los años que pasen, maravillosamente rodado y actuado, y con una excelente narración. Una pena que se haga un poco larga a ratos, y desde luego podría haber sido más corta, pero sin duda es un ejemplo del excelente cine que se hizo en Hollywood en esos años y del excelente cine que hizo el maestro Lumet hasta su fallecimiento.
Gran película.