La pequeña Suiza

Una premisa interesante (pero resuelta en un guión ramplón y previsible y unas actuaciones decentes (obre todo Civantos y la gran Garcia Jonsson) son lo más destacable de la, por otro lado, pasable comedia. No destaca dentro del panorama nacional, donde 4 de cada 5 comedias son productos olvidables en cuanto termina el metraje.

Comedia de baja calidad, chistes previsibles y un guión demasiado simple.
Aburrida y nula gracia.
Lo mejor de la película las breves participaciones de nombres ilustres como Antonio Resines o Karra Elejalde que le da un punto de importancia a la película, pero que no la tiene.

Seré breve. Si ha pensado ver esta película pensando que va a pasar un buen rato, le aconsejo que busque otra. Comedia fallida incapaz de sacar una sonrisa a nadie. El espectador es tratado de una manera infantil con chistes y tópicos sin ningún tipo de gracia. Aburrida, insulsa y en algunos momentos soporífera. Da pena ver a actores como Ramón Barea, Antonio Resines o Karra Elejalde en semejante pestiño.

Me sorprende mucho, muchísimo, la bajísima nota que obtiene este film y los escasos votantes con los que cuenta, tanto como me sorprendió en su día, la enorme repercusión y fama que cosechó la película " Ocho apellidos vascos".
Siendo las dos películas parecidas en cuanto a que abordan con humor desenfadado ciertos aspectos de la idiosincrasia vasca, procurando no herir susceptibilidades, diríase que debieran divertir al personal por igual pero resulta que no. Una revienta taquillas y la otra termina en el fondo del mar. Cosas de la oportunidad, de la moda y del momento que se está viviendo.
Cierto es que la que nos ocupa, tampoco pasa de ser un simpático e intrascendente film con el que echar un par de horas frente al televisor pero, esta nota, ! Dios!, bodrios con más prestigio y más imperdonables y vergonzantes he visto.
Tomando como base el argumento de " Pasaporte para Pimlico", película que recomiendo fervientemente, los guionistas la enlazan muy bien con la situación que podría darse en un pueblo imaginario ( en claro paralelismo con el condado de Treviño, cónclave situado en el centro de Álava pero perteneciente a Burgos) donde sus habitantes pertenecen a Castilla y León pero quieren pasar a formar parte de Euskadi. La operación les sale rana a los lugareños pero el desánimo no cundirá por mucho tiempo...Un sorprendente hallazgo arqueológico en la cripta de la iglesia revelará a sus habitantes que Tellería ( así se llama el pueblo) no tiene ese nombre por ascendencia vasca de pura cepa con sus ocho apellidos vascos y todo eso, no...! Es que allí está enterrado el hijo de Guillermo Tell, el verdadero fundador del pueblo!. Un documento de incuestionable valor demuestra que Tellería es, en realidad, ! un cantón suizo!
La cosa cambia, y mucho. Pertenecer a Suiza no es algo que se deba desdeñar. Tienen un chocolate muy rico y unos relojes muy buenos. ! Anda ya, estoy de coña!. Lo que tiene es ! un paraíso fiscal!
Indudablemente hay que reconsiderarlo. Pertenecer o no pertenecer, he ahí la cuestión.
Tomando también como referencia la comedia de Berlanga " Bienvenido míster Marshall", el tema se presta a ello, y abundando en los chistes de tópicos, localismos y demás como en la más arriba citada, la cinta tampoco presenta ninguna novedad ni tiene ninguna pretensión más que la de divertir al personal durante un par de horas.
Un club de la comedia de chistes de vascos que, quizá, a quien más pueda divertir sea a los propios vascos que, creo, pueden ser en realidad los verdaderos partícipes plenos de su tipo de humor.
En cualquier caso, este 3´5 me parece un castigo inmerecido para esta inofensiva comedia cuando verdaderos bodrios de comedias zafias, groseras y de mal gusto, campan a sus anchas por ahí con notas rampantes.

Prometía "La pequeña Suiza" con un reparto mayoritariamente especializado en el humor e incluso con algún componente del fantástico programa "Vaya semanita". Sin embargo, todo es un espejismo. Se deja ver, pero lo cierto es que a pesar de su original y hasta posible creíble argumento tal y como lo plantean, luego te hará esbozar un par de sonrisillas como mucho y jamás una carcajada. Lástima, porque estoy convencido de que había mucho más material potencial para ello.
Y luego acusan a Nacho García Velilla de que no hace reír. Te coge esta película y seguro que le saca más partido.
Mi nota: 5,6