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Resident Evil

Terror. Ciencia ficción. Acción En un centro clandestino de investigación genética -con fines militares- de una poderosa multinacional se produce un brote vírico que contamina todo el edificio. Para contener la fuga el ordenador que controla el centro sella toda la instalación y, en un principio se cree que mueren todos los empleados, pero en realidad se han convertido en feroces zombis... (FILMAFFINITY)
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Críticas 119
Críticas ordenadas por utilidad
21 de agosto de 2017
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"Se refugiaron dentro de la mansión, donde creían estar a salvo...por el momento". La frase con la que todo empieza.
No sólo iba a adentrarme en una determinada experiencia de juego; para mí aquello era adentrarse en las tripas de un infierno de horror inimaginable...

La mansión Spencer, refugio de criaturas, experimentos, misterios que deben ser desentrañados, ocultos en rincones viscosos y esperando a asaltarnos; pero era la incertidumbre su mejor baza. Inspirado por el cine clásico de monstruos y "zombies" (en especial de George Romero), "El Resplandor" y los videojuegos "Doom", "Alone in the Dark” y "Sweet Home", Shinji Mikami desarrolla durante tres años, siguiendo los consejos de su mentor Tokuro Fujiwara, un modelo de "survival horror" que toma los principios de los relatos góticos sobre mansiones embrujadas para sumergir al jugador-espectador en una aventura a través de los confines de lo terroríficamente desconocido.
Es decir, aprovechó todos los elementos del género y los explotó no de manera demasiado innovadora, pero desde luego ingeniosa; las secuelas de su impacto, 21 años después, siguen sintiéndose como el primer día. En un mundo aparte, cuando aún faltaban unos años para que explotasen las adaptaciones de videojuegos y una nueva ola del "zombies", Constantin Film intenta llevar a buen puerto una versión cinematográfica de la peripecia de CAPCOM, leyenda que todos conocemos: la de una concepción y desarrollo desastrosos y más aún, incompetentes...

Empezando por un puñado de borradores que no convencen al productor Bernd Eichinger, todo parece estabilizarse cuando el mismo Romero se postula como guionista y cineasta, suceso que, pese a sugerir cambios importantes en el universo del juego, cierra un círculo perfecto de influencia y referencia con el mismo...pero no cuaja, simple y llanamente, y es desechado como los anteriores. Llegado el año 2.000, mientras ya se han estrenado tres secuelas de "Resident Evil", aparece un nombre nuevo: Paul Anderson, un "gamer" obsesionado que reventó las taquillas con la pobre adaptación de "Mortal Kombat" allá por 1.995.
Poco después se consagraría como maestro artesano de la ciencia-ficción moderna gracias a "Horizonte Final" (que junto con su debut "Shopping" es lo único decente de toda su carrera). ¿La elección correcta entonces? En absoluto. Su participación en el proyecto tiene el efecto del mutante Tyrant del primer juego, que de la nada aparece y se lo lleva todo por delante con una violencia atroz; esto comienza a partir de una decisión crucial: no plantear ningún vínculo con la ya muy desarrollada saga de CAPCOM, salvo por pequeños guiños (como ese ojo en plano detalle con el que se inicia la película).

Nos enfrentamos a un despedazado, regurgitado y putrefacto mejunje con (la osadía de llevar) el mismo título de la obra maestra de Mikami. Ya la cosa deriva en lo mediocre a lo largo de un prólogo con tufo a serie "B" "direct-to-video" situado antes de la catástrofe (es lo que había ideado el nativo de North Tyneside: una precuela), en las instalaciones de una corporativa propiedad de Umbrella. Despertamos junto a la protagonista (no Jill, sino Alice) en una mansión, y uno espera que ese sea el escenario (¿o no?) donde deba desarrollarse la acción y la intriga; pues no...pues para empezar no hay intriga.
No la hay porque los diálogos del líder de las fuerzas especiales (¿los S.T.A.R.S.?) que entran en el lugar son explicaciones para que el espectador no piense, yendo en contra de la intención del videojuego. Se quiebra así su ambiente y atmósfera; los pasillos oscuros, la esencia "lovecraftiana" y los viejos laboratorios de la mansión original son ahora espacios fríos y ultratecnológicos, y en ellos se despliega un arsenal de clichés narrativos, visuales y estéticos que, alimentados de "Matrix", "Minority Report", "Blade" y otros títulos, vendrán a definir la acción/ciencia-ficción/terror del cine del recién empezado siglo XXI.

Todo tiene aquí cabida: acción a ritmo de videoclip, planos rápidos o en "slow motion", obsesión por el CGI y reducción de la violencia, mínimo nivel de misterio (ya que cualquier enigma es revelado antes de que suceda), interacciones entre personajes basadas en diálogos esquemáticos y rematados con incómodos "punch-lines", continuos "flashbacks" explicativos, banda sonora de sonidos estridentes para hacer saltar al público y música de base "techno-hiphopera", además tomando una (supuesta) importancia la presencia de las mujeres como heroínas sensuales y fuertes, en contraposición a unos hombres inútiles o destinados sólo a morir...
Pero Milla Jovovich, que ya lo era gracias a Luc Besson, aquí no es sino una muñeca vacía de figura esbelta que cambia de amnésica confundida a una versión menos interesante de la Trinity de Carrie-Anne Moss, volando por el aire y dando patadas cuando la situación lo requiere (y Jill no hacía eso); y por otro lado, Michelle Rodríguez fatiga con su constante malhumor, maneras de chula de barrio, párpados medio cerrados y palabras que apestan a hostilidad (la manía de dejarla viva hasta los últimos instantes produce tal sufrimiento que uno sólo desea agarrarla a ella y a Anderson, atarlos y sentarse a observar cómo el licker les devora los intestinos...).

De no creerse el cambio drástico en Spence (horrible James Purefoy) llegado el momento, ¡cuya voz incluso cambia a "modo villano" para reforzarlo! Uno ya no puede recibir más golpes al sentido común o al espíritu, y sólo queda la rendición y el amilanamiento estomacal, esperando que todo termine ya. Y lo hace mal y brindando un presentimiento terrible: la posibilidad de una segunda parte...
Así sería, tras unos resultados incomprensiblemente buenos en taquilla; el éxito de aquella bazofia y el hecho de que hasta ahora haya generado cinco secuelas prueba el progresivo descenso a la locura del público del nuevo siglo, como una versión del virus "T" en nuestra realidad, y sin posibilidad de cura.
Chris Jiménez
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26 de agosto de 2017
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Año 2002, gracias al boom de los videojuegos una coproducción multimillonaria decide adaptar un videojuego en particular, uno de supervivencia llamada Resident Evil. La película base recibió tanta aceptación en el público y debido a su rotundo éxito se crearon cuatro secuelas dando origen a una larga saga que ya es considerada como clásica.

Paul W.S. Anderson luego de adaptar Mortal Kombat, se reivindica escribiendo el guion y dirigiendo Resident Evil, logrando obtener la atención de propios y extraños, de fanáticos del videojuego y de los muchos que desconocían su existencia.

Resident Evil es una de las mejores adaptaciones de videojuegos, siendo superado solo por Scott Pilgrim vs. the World. Realmente te hace sentir que eres un personaje más del videojuego y que debes tratar de sobrevivir, sin importar cómo. Recrea muy bien el terror que pueden causar los zombies y los monstruos creados, la Ciencia Ficción y la acción que se ven en muchas escenas de la película. El elenco es genial, destacándose Milla Jovovich con su papel protagónico. Y para terminar, la banda sonora es demencial, plagado de canciones de rock, nü metal en su mayoría, representando muy bien la época, aquel inicio del nuevo milenio.
La Mente Maestra
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26 de mayo de 2018
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Recupero la sección de clásicos de cine con un film que, quizás, no esté en vuestras videotecas pero que creo que merece estar incluida debido a que, en mi opinión, es la excepción que confirma la regla de que “No se puede adaptar un videojuego a la gran pantalla”.

Más mal que bien, a lo largo de los años hemos visto desfilar a Mario Bros, los personajes luchadores de Street Fighter (en dos dolorosas ocasiones) o 'Mortal Kombat' (una quizás salvable, la otra mejor olvidarla) por poner un ejemplo. Todas ellas eran intentos que no conseguían plasmar la esencia del juego en el que se basaban. Es en ese terreno donde 'Resident Evil' se salva de la quema.

Para empezar porque juega la magnífica baza de empezar de cero la historia. Viajamos al interior de la Umbrella Corporation para ver cómo sucedió todo, como se creó el virus y se inició el contagio. Es más, los responsables se la juegan introduciendo un personaje completamente nuevo dentro de la trama: el de Alice, una Milla Jovovich que pasaría a ser el eje central de la trama de películas.

Dos féminas (ella y la ruda Michelle Rodriguez) encabezan el reparto en el que también podemos ver a James Purefoy haciendo sus primeros pinitos en superproducciones. Junto a ellos, nos adentramos en la colmena, el centro de operaciones de la Umbrella Corporation. Es la parte más interesante de la cinta donde además se juega con el espectador introduciendo elementos sorpresivos. Aún me sigue flipando mucho la escena del rayo y ver cómo uno de los miembros de seguridad termina convertido en relleno para tortilla de patatas.

La parte final de la cinta hace eco a toda la esencia del videojuego en la que no podía faltar el monstruo final ni los dichosos perros, así como los zombies infectados. Anderson se permite el lujo de introducir una pequeña trama en forma de intriga que funciona lo suficiente como para que el interés no decaiga.

En definitiva, 'Resident Evil' fue un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas a la hora de adaptar videojuegos. Se perdió completamente el norte en las secuelas siguientes que bien podrían haber ido directamente a DVD, pero al menos hicieron una primera entrega bastante potable, decente, entretenida y disfrutable sin perder la esencia del juego.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
Hickeystyle
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26 de agosto de 2020
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Esta película ha cumplido la mayoría de edad este año y seguramente que yo la viese hace 12 años, cuando tenía una década de edad y no recordaba nada a penas de la película más allá de que flipaba con Milla Jovovich. Pero si recuerdo perfectamente que no me gustó mucho, porque me había acostumbrado al cine más típico de zombies y no a esta flipada de cinta. Pero ahora con mucho más historial de películas vistas de todo tipo y siendo una persona madura, o eso creo, tengo otra perspectiva sobre esta película. Realmente no anda muy alejada de los videojuegos aunque no metan a ningún personaje recurrente de la saga de videojuegos. Pero ese frenesí, algunas escenas planteadas como niveles de los juegos, algunos ángulos de cámara con el mismo propósito y el incansable número de muertos vivientes por todos lados, es la forma de rendir homenaje a la saga de Capcom. Exageradamente exagerada, tanto en su gore, en las habilidades de la protagonista y en la apariencia de algunos zombies. Es verdad que la película va a cumplir 18 años y los efectos especiales de la época eran los que eran, pero hay ciertas partes que me recuerda al Doom en 2D, por ser efectos con una sola capa, pero la tecnología ha ido avanzando. Es una película que si no eres gran fan de la saga, vas a disfrutar viéndola porque divierte un rato.
Adrián Wulf
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13 de agosto de 2021
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He de reconocer que es la tercera vez que la veo, también hay que mencionar la cantidad de veces que la ponen en los distintos canales en abierto de TV, por lo que hay que reconocer que es una película que consigue crear expectación a los pocos minutos del inicio.
Ese es el punto fuerte de esta película, no da tregua. Ayuda también que no hace uso excesivo de los zombis y que las peleas no se eternizan.
Punto y aparte para la joven Mila Jovovich, siendo una interpretación normal su belleza cautiva.

En un centro secreto de la fundación Umbrella dedicado a la investigación genética, se produce un intencionado brote vírico que contamina todo el edificio a través de los conductos del aire. Para evitar que la fuga se extienda al exterior, el ordenador que controla las instalaciones y que casi tiene plena autonomía, sella toda la instalación. Un grupo de paramilitares es enviado para investigar que ha ocurrido, para ello primero recuperan a dos extrabajadores de la fundación.
Jesús
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