Haz click aquí para copiar la URL

Muerde la bala

Western Una carrera de caballos de 700 millas, a través de varios estados americanos, concentra un gran interés y muchas apuestas en toda la nación. Participan en la competición nueve personas muy diferentes que se enfrentarán a una de las más duras y apasionantes experiencias de su vida. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 >>
Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
4 de mayo de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No serían buenos tiempos para el western los de la década de los setenta, pero atendiendo a lo visto en esta buena película de Richard Brooks no sé si exclamar por la fortuna de haber encontrado una excepción o simplemente reírme de lo que se dice por ahí. En los setenta se hizo buen cine y mal cine, hay buenos westerns y los hay muy malos y en el caso que me ocupa, con Gene Hackman y Coburn entre ellos, todos los personajes que aparecen son una maravilla y hacen de "Muerde la bala" una gran película. Es de aventuras, es de los setenta y también es un western bien hecho.

La carrera es dura para todo los que participan, para los caballos y para los jinetes, pero también para el espectador que llega a las dos horas de película si te has enganchado al humanismo de Hackman o a la ambigüedad de Coburn, la cuestión es la sensación de que se podría haber exprimido más la película. De hecho, no soy el único que cree que hubo un tijeretazo en la parte final, pasando la última etapa por unas montañas nevadas en menos de un minuto con dos o tres escenas. Efectivamente, la llegada a la meta merecía más atención, hemos pasado por una presentación de personajes maravillosa y yo al menos quería más. Y querer más, quedarte con la sensación de no haberlo obtenido todo, no sé si es tan bueno como malo. Para mí, es un notable alto, el entretenimiento es indiscutible y los diálogos no son de relleno, los personajes hablan siempre para decir cosas interesantes, especialmente Hackman que ya para finalizar dejaré dicho que presenta un bigotazo único de esos que sólo son posibles en personajes importantes.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de enero de 2023
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título ya es un tanto equívoco. "Muerde la bala" nos hace pensar en duelos y disparos sin cuento cuando a penas vamos a ver solo unos pocos.
En este caso la bala de referencia sirve como funda a una muela que extraen sobre la marcha a un pobre mexicano que no puede soportar el dolor. De nada han servido las tabletas del heroína, ni el whisky, ni las aspirinas que vemos en un botiquín de campaña. Sajado el flemón con una navaja flameada, muela fuera de un tirón y a morder casco de bala.
Algunas otras escenas veremos de carácter farmacéutico, como el empleo de linimentos para las escoceduras de las nalgas o el uso de láudano, un jarabe hecho con tintura de opio y usado para mitigar los dolores.
Y a apretar bien los dientes para participar en una peligrosa carrera de 700 millas a caballo por montañas, desiertos y nieves. Estamos comienzos del siglo XX y un periódico organiza esta prueba en la que se van a medir nueve participantes que lucharán por un importante premio.
Es la América victoriosa que acaba de derrotar vergonzosamente a España en el conflicto de Cuba, con Teddy Roosevelt haciendo ya campaña electoral a la presidencia y a William Randolph Hearst y toda la prensa amarilla del país azuzando el conflicto. Como acertadamente señala otra crítica, la cita que se hace a la batalla de las Colinas de San Juan es completamente falsa.
Son las apuestas, la búsqueda de la victoria por cualquier medio, "Si no ganas no eres americano", "Si se puede apostar se puede amañar".
La idea es relativamente original en el mundo del western y se desarrolla con un buen guion en medio de grandes paisajes.
Buena realización que cuida los diálogos y la personalidad de los protagonistas que participan en la carrera. Sam Clayton (Hackamn) que mima a su montura y desprecia a quienes maltratan las suyas, "¿Qué gana el caballo en la carrera? ¿Cólicos, huesos rotos, morir ...?", el enigmático Luke Mathews (Coburn) un jugador que solo busca el dinero, el joven botarate Carbo (Vincent), la bella Miss Jones (Bergen), el mexicano del dolor de muelas (Arteaga), el gentleman inglés o el pobre infeliz que con su dolencia cardiaca a cuestas simplemente aspira a ver su nombre en los periódicos ... aunque sea para anunciar su muerte por lo que parece una angina de pecho.
La carrera es larga, la película también, y da tiempo a comprobar que una vez más lo importante es lo que sucede durante el viaje mostrando sucesivamente el compañerismo, la rivalidad, la amistad, el egoísmo, la honradez, el engaño ... La vida en suma.
También la evolución de los propios personajes con una gran riqueza de matices. Buenas interpretaciones.
Una cinta de aventuras que resalta los valores humanos, una cinta humanista, como muchos la definen con acierto, dinámica, de acción continua. Pero también crítica con el necesariamente victorioso sueño americano.
¿Lo peor? El impresentable discurso político de las andanzas de los americanos en la guerra de Cuba de 1898. Una completa mentira que, además, no viene a cuento para nada.
Pese a ello una buena película que recomendamos.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
15 de marzo de 2009
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de los años 60, el género de western ya mostraba sus síntomas de flaqueza debido al cambio de gustos que sufrió el público por aquella época, decántandose y prefiriendo otro tipo de géneros y productos. Directores como Sam Peckinpah o Howard Hawks intentaban salvar a un género que finalmente acabó extinguiéndose. 'Muerde la bala' supone una de los últimos intentos de ''resurrección'' del género, agrupando un reparto con gancho para la época, un argumento atractivo, un director conocedor del terreno en el que se mueve. En el filme se encuentran implantadas altas dosis de clacisismo tanto estético como argumental que nos devuelven a las películas creadas por maestros como los anteriormente nombrados a lo largo de la década de los 50. La psicología de los personajes se encuentra cuidada y los protagonistas se encuentran muy bien definidos, siendo sus relaciones uno de los aspectos que finalmente nos acabarán interesando más de la trama. Richard Brooks elabora una dirección más que decente, con algunas escenas de gran fuerza visual y de impacto, amén de la escritura de un interesante guión. La película apuesta por las aventuras y por la acción casi sin descanso, lo cual lamentablemente asegura tan solo un entretenimiento regular, con muy poca capacidad de enganche y entusiasmo en el espectador.

En lo referente a las interpretaciones, Gene Hackman se encuentra interesante en un buen personaje que podría incluso haber sido más explotado en cuanto a carácter. Candice Bergen acompaña de buena manera y demuestra tener cierta química con Hackman. James Coburn, todo un habitual en el género, desempeña su labor de manera interesante. Finalmente destaco la actuación del joven Jan-Michael Vincent, muy olvidado actualmente.

En resumen, un pasable western de aventuras y acción, que intento resucitar a un género que finalmente acabó extinguiéndose debido al cambio de gustos del público y a la afluencia de nuevos géneros. La película supone un agradable y moderado entretenimiento, aunque existe muy poca capacidad de enganche en el espectador. No obstante, se deja ver y supondrá una buena oferta para nostálgicos del western.

·LO MEJOR: el retrato de los personajes.

·LO PEOR: no engancha casi nada al espectador.
Dirover
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de agosto de 2014
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es una pena, en una película digna de elogio. Muy entretenida, con un ritmo que apenas decae, se le perdonan ciertos abusos de zoom, cámara lenta e indefinición de los personajes. Por otra parte contiene nobles mensajes morales y hasta autocrítica al modo de ser nortemaricano: aquello de la violencia hacia los animales, el respeto a personas de otras razas y aquel afan por el triunfo que defiende el sueño americano.

Todo lo echa por tierra la manipulación y la mentira histórica. El protagonista, Gene Hackman, formó parte de los rough riders, con Roosevelt a la cabeza de un regimiento, que intentó la toma de la colina de San Juan en la guerra hispanoamericana de 1898. Según el guión los españoles, malísimos, usaban a la población civil de escudos humanos (¡qué modernos los españoles!). Todo esto es un vil insulto. El ejército español, compuesto de unos 300 hombres y en gran inferioridad numérica y logística, resiste todo un día los asaltos americanos, causando gran cantidad de bajas al ejército enemigo, hasta que, finalizada la munición, son masacrados y han de retirarse los ocho únicos supervivientes. Todos los ejemplos en la linea defensiva española de El Caney son iguales. Merece la pena informarse y leer algo sobre la desigual batalla.

Sólo hay una cosa cierta. La caballeria americana tiene que cargar a pie: el desastre de su logística hace que los caballos estén en otra parte de la isla. Pero la batalla la gana la artillería y la infantería, el regimiento de Roosevelt es una pieza más del engranaje.

Hasta el mismo Roosevelt lo dijo por carta al senador Cabot: "Diga al Presidente que, por amor del cielo, nos envíe cada regimiento y, sobre todo, caba batería que sea posible. Hasta ahora hemos ganado con un alto coste, pero los españoles luchan muy duramente y estamos muy cerca de un terrible desastre militar...".
rosebudjose
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de febrero de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muerde la bala (Bite The Bullet, 1975) del maestro Richard Brooks, un western realmente especial y una de los grandes exponentes del género en esa década. En un contexto despiadado y de extrema competitividad, cruel y caprichoso, plasmado en una salvaje y bárbara carrera de caballos a través de diversos estados, surgen momentos de humanidad y compañerismo entre los participantes, no todo vale para alcanzar un objetivo. Quizá este tipo de reflexión que proponía un cineasta clásico en plana crisis económica y energética de 1975, sea lo que en ocasiones se echa en falta hoy en el cine actual, probablemente esta misma historia narrada ahora se hubiera desarrollado de otra forma.

Muerde la bala es un película trepidante repleta de momentos íntimos de gran lirismo (como la despedida del siempre magistral Ben Johnson) y una declaración de amor y respecto hacia la naturaleza y hacia los habitualmente maltratados caballos (quizá por eso es una historia tan especial), esos grandes protagonista del género que aquí son tratado con toda la dignidad que se merecen a través del personaje de Gene Hackman.

En definitiva, una película magnífica, una especie de reverso de La carrera del siglo de Blake Edwards, con un reparto espectacular (grandes Hackman y Coburn) y todos los elementos habituales del western que tanto nos gustan, con una espectacular fotografía de Harry Stradling Jr prácticamente por completo en escenarios exteriores ubicados en Nevada y Nuevo México donde los cielos se muestran luciendo con un intenso y espectacular azul.
griffinjazz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow