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2024: Apocalipsis nuclear

Ciencia ficción. Thriller. Drama. Comedia En el año 2024, en un futuro post-apocalíptico indeterminado, un adolescente (Don Johnson) y su perro telépata intentan sobrevivir en un mundo casi destruido tras una nueva Guerra Mundial. (FILMAFFINITY)
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Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
3 de junio de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuatro años antes del estreno de Mad Max (Mad Max, Salvajes de Autopista, 1979) una pequeña película de ciencia ficción, A Boy and His Dog (2024: Apocalipsis Nuclear, 1975) tomaba la misma premisa y las mismas ambiciones: Un futuro postapocalíptico, donde los restos que quedan de la humanidad sobreviven como pueden en las amplias llanuras del enorme desierto que supone ahora la tierra. La película adapta cinematográficamente la historia de Harlan Ellison y está dirigida por L.Q. Jones, que sólo realizaría esta película en toda su carrera, y ciertamente no tuvo demasiada fortuna crítica.

Hemos de tener en cuenta que en el 1974 la Guerra fría aún estaba candente. Y si ha habido un género cinematográfico que se ha hecho eco de los posibles efectos de una guerra atómica o de las radiaciones provocadas por el efecto nuclear, ha sido la ciencia ficción. En los años cincuenta tenemos las películas de Monstruos, o mejor dicho, animales o seres corrientes que al ser afectados por la radiación se convertían en seres gigantescos. El mejor ejemplo de este tipo de filmes lo encontramos en Them! (La Humanidad en Peligro, 1954) donde un Hormiguero de pequeñas hormigas se convertían en gigantes después de sufrir radiación. Los Males primarios de la sociedad norteamericana (y podemos extenderla a la occidental) evolucionaron con el tiempo y desembocaron en filmes como el que dirige L.Q. Jones, donde pasábamos de los monstruos a las posibilidades de supervivencia en un contexto post guerra nuclear. Precisamente la película empieza haciendo referencia a cómo empezó todo el desastre, en algo que los dos protagonistas del filme comentan como la 4 Guerra mundial.

Prácticamente, la película emplea el mismo tipo de escenarios que Mad Max, e incluso parte del mismo argumento. Las consecuencias atómicas nos llevan a una tierra totalmente desolada, donde el paraje desértico es el único predominante. Los humanos viven, al igual que en la película del australiano George Miller, absolutamente aislados, y sólo de tanto en tanto sobrevive alguna pequeña comunidad tribal. La película nos introduce dos personajes sorprendentes.

Quizá no lo sea el que interpreta Don Johnson, un personaje arquetípico: Uno de los últimos hombres sobre la tierra. Lo que esto tampoco significa que nuestro personaje sea un santo, sino más bien un cínico que simplemente se mueve por instintos de supervivencia (durante gran parte del filme dará la matraca con encontrar una mujer). A su lado…Un perro, al que Tim McIntire pone la voz. Sí, la Voz. El filme nos presenta una relación fantástica, en la cual nuestro protagonista tiene capacidades telequinéticas para poder conversar con el perro. El filme aprovecha este motor para hacer rendir la máxima aquella de que el Perro es el más fiel compañero del hombre. Para muestra véase el final del filme, en el que incluso podemos ver algún tinte homoerótico (los que lo hayan visto comprenderán).

La película y el desarrollo argumenta siguen caminos muy parecidos a los de otras películas post apocalípticas. El guión es una muestra itinerante, donde realmente lo que se desarrolla es una sucesión de eventos, sin necesidad de demasiados nexos para unirlos. El Cóctel lo contiene todo: Postales donde vemos a nuestros personajes ante los desolados parajes en los que se supone que ha terminado la humanidad, por otra parte, también nos encontramos con los poblados seminomádas, donde los filmes aprovechan el guión para incluir todo tipo de detalles ingeniosos (en esta ocasión nos encontramos con que los habitantes de la aldea han construido una especie de cine improvisado, donde se exhiben películas X) y por supuesto, la búsqueda desesperada por parte de los hombres con tal de conseguir una fémina.

Lo que sí resulta chocante es la tercera parte de la película, donde nos encontramos con un episodio aislado y autonconclusivo. Nuestro protagonista se adentra en una población superviviente, que se ha convertido prácticamente en una secta cristiana, que intenta defender los valores tradicionales norteamericanos. Una clara referencia aquellas comunidades americanas que a nuestros ojos de europeo resultan tan chocantes.

Donde no se resuelve efectivamente 2024: Apocalipsis Nuclear, es en su aspecto técnico. Lo que queda claro al ver el filme es que el presupuesto era más que ajustado, incluso más que en la película de Miller. Se puede comprobar en los escasos extras que participan en el metraje, o en los decorados con los que el director trata de hacer lo que puede, pero que en más de una ocasión nos descolocan.

https://neokunst.wordpress.com/2015/06/03/2024-apocalipsis-nuclear/
Kyrios
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5 de agosto de 2011
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La III Guerra Mundial se prolongó durante treinta y tres años (de 1950 a 1983) con un Tratado de Paz firmado en el Vaticano. La IV Guerra Mundial se produjo en 2007 y solamente duró cinco días, los suficientes para vaciar todos los arsenales de misiles del planeta.

En algún lugar de la devastada Arizona los supervivientes de ése último conflicto global buscan entre los escombros pero los más atrevidos escarban bajo tierra, en busca de refugios nucleares donde pueden hallar alimentos en conserva. Vic (Don Johnson) es un joven errante que con su escopeta y su perro Blood con quien mantiene conversaciones telepáticas, tiene los recursos suficientes para sobrevivir. A su entrañable animal de compañía le proporciona comida a cambio de que el peludo olfatee si hay alguna mujer a la vista.

Modesta cinta de Ciencia-Ficción de ambientación post-apocalíptica que nos sitúa en unos parajes desérticos donde reinan los restos ardiendo de lo que fue la civilización moderna, reducida a escombros. Muy al estilo de “Mad Max” pero con un presupuesto reducido pero que alegrará a los fans del género poco exigentes que les gusten las historias peculiares de la serie B olvidada.

La película fue dirigida por el también actor L. Q. Jones, nacido en Texas en 1927, y conocido por sus intervenciones secundarias en las películas de Sam Peckinpah “Mayor Dundee” (1965) y “Grupo Salvaje” (1969). Como hiciera Georges Lucas en 1971 con su orwelliana “THX 1138” L.Q. Jones nos propone dos mundos opuestos; uno parcialmente enterrado bajo Tierra en que imperan la moral y los modales de una sociedad que se creyó extinta después del cataclismo nuclear; un espejismo de lo que antaño fueran los granjeros y amas de casa de las comunidades rurales conservadoras de la América Profunda, gobernada por un poco convincente Jason Robards, y en que todos van maquillados de rostro, reflejando su escasa exposición a la luz solar debido a su vida subterránea y alejada de la radiación y salvajismo de la superficie. Genial la secuencia casamentera en que el personaje de Don Johnson se ve forzado a casarse con casi cuarenta mujeres con fines procreativos.
Natxo Borràs
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18 de mayo de 2010
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Buena, mala? No podría contestar a esa pregunta, lo que sí afirmo es que no deja indiferente a nadie.
Apocalipsis nuclear no trata de nada, desde el primer minuto te das cuenta de que no te sorprenderá ni de que habrá el típico giro inesperado de estas películas, pero pensarás en ella.
No sabes si es por la cutre-estética, por la absurdez constante, porque los personajes los han sacado del basurero o porque es increíble que se haya hecho una peli con esta mezcla, pero ahí está, una película que tiene "algo" para el recuerdo.
Fatimón
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19 de septiembre de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partiendo de una premisa algo más que interesante, la película nos deja con la sensación de que pudo haber sido más de lo que realmente es. Abocada de antemano a sufrir, dada la escasez de dinero para su realización (efectos especiales, iluminación, actores...), sabe salir adelante con lo poco que tiene.
En un futuro post-apocalíptico, un chico y un perro sortean los peligros (bandas, vagabundos, hambre) hasta dar con una muchacha que lo seduce (al chico, no al perro) y lo conduce hasta una sociedad llamada TOPICA para convertirlo en un donante "obligatorio" de semen.

+: Aprovechamiento de lo poco que posee el director para sacar adelante la película.
-: La explicación de la trama queda en algunos pasajes completamente descolgada. La banda sonora y el doblaje son simplemente horribles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Yo mismo (o no)
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18 de septiembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “A Boy and His Dog” (1975) de L.Q. Jones con Don Johnson, Susanne Benton, Jason Robards, Tim McIntire, Alvy Moore, Helene Winston, Charles McGraw, entre otros. Película de ciencia ficción del género post apocalíptico, con mucho humor negro, mezclando aventura y terror, basado en el cuento corto homónimo, del año 1969, escrito por Harlan Ellison, que sigue a un adolescente y su perro “telepático” cuando trabajan juntos como equipo, con el fin de sobrevivir en la peligrosa tierra baldía tras La Cuarta Guerra Mundial. La historia tiene una línea temporal en un entorno alternativo divergente, con el fallido asesinato de JFK; que en lugar de concentrarse en La Carrera Espacial, tuvieron lugar avances tecnológicos en robótica, inteligencia animal, y telepatía. Pero ahora la civilización está casi arrasada, y la superficie de La Tierra está reducida a un páramo desolado irradiado, donde subsiste una sociedad endurecida entre pillajes y asesinatos, y otra llamada “Downunder”, que logró esconderse bajo tierra. El director no cae en sensiblerías baratas, y captura la inefable mirada y atmósfera que crece entre 2 seres vivos que comparten mucho más que la urgencia por sobrevivir; una controvertida historia, llena de sexismo, misoginia, vandalismo y control de la población, que se aprovecha con una puesta en escena efectiva, haciendo mucho con poco, creando escenas de acción bien logradas, donde muchas veces se sugiere más que se muestra, ante la imposibilidad de contar con más recursos, como los seres radioactivos de la novela, llamados “Screamers”, a los que solo se les oye, beneficiándose de los desolados parajes del desierto de Mojave, y de un guión simplista, pero plagado de sorpresas. Como dato, se nota que esta obra fue la fuerte influencia para la saga Mad Max, y aunque aquí la historia va bien encaminada, tiene sus detalles inexplicables, donde solo se enfocan en las ganas del joven por acostarse con mujeres; y es que las pocas mujeres que involuntariamente se dejan ver, acaban siendo violadas, y luego asesinadas, así que, en efecto, al joven Don Johnson, no le será nada fácil encontrar una de la cual abusar; mientras que el objetivo principal del perro es comer; eso quizás desaproveche la trama, pero no le quita méritos en sí, pues el perro se roba la película por su simpatía y su sinceridad; pues desea encontrar una legendaria “tierra prometida”, ¿Será judío? donde se dice, no existen las utopías; aunque el joven cree que deben hacer lo mejor con lo que tienen. No es hasta que ambos se separan, que la historia se torna aburrida, o mal aprovechada, cuando el protagonista se va a la ciudad subterránea, pero levanta muy bien con ese final inesperado; que con psicología, puede presumir que, por una vez en una historia, el chico no se queda con la chica, y que, por circunstancias, un animal puede ser mejor compañero. A destacar las panorámicas impresionantes, y la integración de ellos en los escenarios devastados, interminables extensiones de tierra desolada, que se ven interrumpidas por construcciones precarias, y como buena cinta independiente, aquí es donde se nota el bajo presupuesto. Por otro lado, las actuaciones son regulares, empezando con Don Johnson, que es prácticamente el centro de toda la acción, que milagrosamente sale bien parado… y literalmente también; ni hablar de los habitantes de la ciudad subterránea, dan una sensación de sátira contra el sector conservador/republicano de EEUU, esos que aspiran a una sociedad perfecta, educada y refinada; pero que es igual de enferma y violenta, y surcado por hondas brechas, dado que, por ejemplo, un puñado de tiranos son los que deciden por todos, y las mujeres de igual forma son tratadas como objetos, como instrumentos de procreación y buena crianza. Escenas fuertes, como el inicio, donde uno espera que fuese un filme de aventura adolescente, le presentan un búnker con una mujer que ha sido violada, gravemente mutilada, y está al borde de la muerte; la insistencia en la idea de violar mujeres; o la escena cuando Vic es sometido como “semental” por electroeyaculación… y el final, brutal e inesperado: “¿Sabes qué es el amor?... Claro que lo sé. Un chico ama a su perro… Bueno, yo diría que sin duda tenía un juicio maravilloso, Albert, sino sobre todo el buen gusto” El filme aprovecha aquella máxima de, “el perro es el más fiel compañero del hombre”, al tiempo que es agradable saber lo que piensa el perro de él también, que de ser cierto, probablemente no serían las mascotas predilectas de los humanos. Y es que una de las razones por las que esta película ahora goza de estatus “de culto”, es debido a su última línea cómica, de humor grueso, que Ellison odiaba, y activamente hacía campaña para que se eliminara. También se planeó una secuela llamada “A Girl and His Dog”, pero el perro murió poco después del estreno de esta película, tremenda ironía; y si bien tuvo buenas críticas, y los fans de la ciencia ficción la recibieron muy bien; no fue un éxito comercial. La historia estaba verdaderamente y salvajemente bien hecha, pero lastra la falta de presupuesto, una mejor producción, y tal vez, mejores actores, aunque Jason Robards da muy bien la talla; y puede que la forma en la que comuniquen todo no funciona, pero lo demás sí. Considerada en la actualidad como una rareza, más que por sus cualidades artísticas, que las tiene; los principalmente los logros se encuentran en la dosis de originalidad que suplen una película precaria en el terreno presupuestario, pues no había casi dinero en su realización, de ahí que no haya casi acompañamiento musical, y las deficiencias de la pobre iluminación, entre otros detalles, que hacen de esta historia, un cuento para adultos bastante retorcido de la supervivencia, un futuro que probablemente vivas para ver.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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