2024: Apocalipsis nuclear

Esa es la sensación que le deja a uno esta película. A pesar de contar con un guión ciertamente interesante, el desarrollo de la cinta es muy irregular y, de hecho, los primeros 20 minutos son sencillamente soporíferos. Si logra uno superarlos (yo casi tiro la toalla), la trama gana en riqueza y logra captar nuestra atención lo suficiente como para llegar hasta el final. Aún así, tiene demasiados defectos como para llegar al aprobado, empezando por Don Johnson, a quien alguien le dijo una vez que era actor y el tío se lo creyó (para nuestra desgracia) y acabando por el responsable de iluminación, que creo que ya sólo le falta una asignatura para acabar la FP de electricidad.
Para incondicionales de las rarezas que tanto abundaban en los 70

Rareza de los setenta en la que vemos a un jovencito Don Johnson en una aventura postapocalíptica con aires de “Mad Max” (1980).

Después de un desastre nuclear, el mundo está sumido en el caos. Los supervivientes van buscando su sustento en un yermo de mugre y muerte. Un chico (Don Johnson) vagabundea junto con su perro, el cual le busca mujeres a cambio de comida. Se comunican telepáticamente y sólo el chico puede escucharlo.

El filme presenta escasez tanto de medios como de interés. La trama se sustenta en un mundo sucio y decadente, en el que nadie mira por nadie, y se centra en la supervivencia del chico en ese yermo. Pero el filme se divide en dos partes diferenciadas, cada cual con un hilo argumental distinto pero de alguna forma interconectado. Se pasa del escenario postapocalíptico devastado a un oasis social elitista de limpieza y elegancia. Puro surrealismo de los setenta, pero rodado sin ritmo ni fuerza.

A pesar de todo, la premisa de la cinta no es mala, y en manos de otro director con más sentido y talento hubiera sido incluso notable. Una lástima.

Más vale empezar por lo bueno y recordar que la intención no era mala, que un futuro distópico como el que se nos presenta aquí es muy atractivo y que la idea de un entretenimiento basado en una situación así es admirable. Pero no nos engañemos, una película con buenas ideas puede fracasar debido a muchos factores, algo que específicamente es muy evidente en "2024: Apocalipsis nuclear": desde el ritmo (es difícil aguantar el sopor de los veinte primeros minutos) hasta las interpretaciones, ni siquiera el casting perruno es acertado.

De acuerdo, es serie B, por algo sale Don Johnson, que en aquel entonces era repartidor a domicilio de comida y le dijeron que podía ser actor (y se lo creyó), pero los que hemos mamado cine de bajo presupuesto sabemos que las cosas se pueden hacer muchísimo mejor detrás de las cámaras. No es una cuestión de positivar tras la primera toma de una escena, es el conjunto, que es un desastre. Las decisiones de producción por mínimas que sean, están mal tomadas, dentro de las limitaciones del presupuesto las cosas se podían haber hecho mejor. Por ejemplo, lo de pintar las caras de blanco a los miembros de esa sociedad (¿escondida?) que sobreviven debajo de la tierra y tienen leyes extrañas, es un desacierto lamentable. Hay más, hay muchas más cosas que hacen que esta película pase de prometer mucho por las ideas que hay detrás a quedarse muy lejos de ser aceptable.

Gastar el tiempo viendo cine suele ser una muy buena opción siempre, habrá a quien la hora y media de "2024: Apocalipsis nuclear" le guste por ser rara, por ser ciencia ficción, por ser cine. Yo creo que se queda lejos de haber sido una buena elección.

Sinceramente con el devenir de los minutos no me esperaba nada particularmente interesante a pesar de un premisa tan atrayente pero la película remonta y de forma considerable con la visita del protagonista a la esperpéntica tierra prometida.

Es curioso que una de las cosas más destacables sean la no aparición de unos seres radiactivos llamados 'screamers' ,me imagino que debido al infimo presupuesto pero que resulta bastante efectiva. Solo es sugerida a través de luces y gritos creando una sensación de incertidumbre.

Destacar, el singular y efectivo final con un desbordante sentido de la amistad y mucha mala baba.

Por cierto, protagoniza un Don Johnson jovencísimo.

Esta película la vi a comienzos de la semana en la que escribo esta crítica. El lunes vi una obra maestra de la ciencia ficción Soylent Green, la película del futuro distópico protagonizado por Charlton Heston. Me encantó, y decidí ver que más películas podía ver, y entre esas elegí Outland y esta. Las opiniones que leía de esta película no eran muy allá. Cuando vi la película no estaba para nada de acuerdo con ellas. La historia estaba verdaderamente y salvajementemente bien hecha. Puede que forma en la que se comuniquen no funcione del todo, pero todo lo demás sí. No llega a ser del todo seria hasta que llegan a la tierra prometida, que ahí pega un vuelo la película increíble... Y el final es uno de los más gamberros que he visto en mi vida. Muy recomendable. Lo único malo que tengo en contra de esta película es una pega del doblaje al español (o puede que sea el guión sea así) de que el chico repite mucho la palabra "culo" y me llega a resultar prepotente o idiota a veces. En fin que si te gusta la ciencia ficción esta película también debe de gustarte sobretodo con un toque salvaje. Y yo también noto sus semejancias con Mad Max 2.