La llamada

La llamada captó mi atención al leer las sipnosis del filme y leer el elenco en el que destacaba sin duda Mr Sutherland excelente en todas sus actuaciones.A pesar de su no necesario metraje no aburre a pesar de dejar sensacion insípida en mi tiempo invertido.Un Asesino serial religioso que busca la resurrección de un elegido recordando los doce Apóstoles de Jesús no tiene ningún basamento bíblico excepto la menciòn de los doce discípulos por parte del sacerdote.
Una policía alcohólica otro policía Gay un sicópata Asesino Salvador de niños inocentes por favor Jason Stone sólo demostraste tu inteligencia a la designar a Sutherland y Susan Sarandon en tu elenco salvadores en algo de tu Guiòn.

Fallido trhiller donde la detective de un tranquilo y frio pueblo , adicta a las pastillas por una tragedia en su pasado, tiene que dar caza a un asesino en serie con ambiciones espirituales.
La premisa es sumamente típica, y lo único que la puede diferenciar de las otras, son las motivaciones del asesino.
Al metraje le falta tensión y su ambientación esta poco aprovechada, aunque cuenta con Susan Sarandon como único reclamo para interesarse por la cinta.

Jason Stone nos demuestra que no es necesario contar con un reparto de actores reconocidos, ni tampoco muchos millones para hacer una buena película, solo basta un buen guión. Aunque claro, las actuaciones de Susan Sarandon (Hazel), Topher Grace (Ben) y Christopher Heyerdahl (Simon) estuvieron más que correctas.

El comienzo es engañoso, el conocer a una curiosa policía que es alcohólica y de mal genio como que nos hace pensar que es una película del montón, olvidable. Muchas personas rápidamente la asociaron con la policía de Fargo y obviamente se llevaron una terrible decepción: dichas películas no tienen nada que ver la una con la otra, solo tienen en común el personaje de la mujer policía.

Al conocer la primera víctima, la película se vuelve más interesante y el thriller se hace protagonista. El espectador al conocer al demente y fanático asesino se da cuenta que ha sido vilmente engañado, al igual que los personajes. La idea del fanático religioso que toma vidas de creyentes para la resurrección del elegido es brillante. No sé si en verdad fue real eso de que antiguamente los sacerdotes hacían sacrificios y tomaban la vida de doce incautos (en la etapa terminal de alguna enfermedad) prometiéndoles la resurrección.

Por otro lado, otras personas comparan esta película con Seven ya que ambas tienen un villano fanático que mata en nombre de Dios, ¡Carajo!, entonces ya no se puede hacer ninguna película porque todo ya ha sido filmado. Particularmente considero que ambas son diferentes ya que en Seven el villano mataba según los siete pecados capitales y no por lo ya mencionado en el párrafo anterior.

Está película es un interminable descenso y no precisamente a los abismos sino al desinterés. Empieza muy bien y como algunos han apuntado ya, recuerda a "Fargo" pero a mitad del metraje comienza a embarullarse. Surgen los tópicos pseudoreligiosos, cuatro ideas mal recogidas por alguien a quien no debió de sentarle bien el catecismo, unas cuentas reminiscencias de películas sobre asesinos en serie y el resultado es que acabe quedándome dormido. Y lo más significativo es que no me importó lo más mínimo perderme el final de la película.

Jason Stone adapta la novela homónima de Anger Ash Wolfe. Una historia oscura que es un viaje al sombrío camino entre la fe y el miedo.
En el pequeño pueblo de Port Dundas (Canadá) vive la inspectora de policía Hazel Micallet (Susan Sarandon) con su madre, sus calmantes para mitigar sus dolores de espalda y alguna que otra copa.
La monotonía y tranquilidad del pueblo se rompe cuando aparece una vecina anciana asesinada de forma espantosa.
Con el apoyo de su ayudante Ray Green (Gil Bellows) tendrán que enfrentarse a una serie de crímenes con intenciones religiosas, en los que el asesino cree liberar a sus víctimas como si se tratase de un milagro. Las víctimas son enfermos terminales o que han sido desahuciados por la medicina.
A través de las explicaciones del sacerdote (Donald Sutherland) sospecharán que los crímenes siguen un ritual religioso que pueden tener que ver con la reencarnación de los apóstoles.
Una película que no descubre nada nuevo y se forja más en la interpretación de sus actores, entre los que destaca Susan Sarandon.
Sigue la línea argumental de “Resurreción” (1999) de Russell Mulcahy en la que un asesino coleccionas partes del cuerpo de sus víctimas para reconstruir el cuerpo de Cristo.