Stephen King es la perfecta diana para hacer películas de todo lo que escribe. Pero hay relatos o libros que no necesitan ser llevados a la pantalla aunque sean de King. Este es el caso de "Un buen matrimonio", no conozco el relato pero viendo la película no creo que sea muy interesante y toca un argumento muy trillado. Si a eso le sumas que no hay una buena dirección y los actores aunque de prestigio, caso de Anthony Lapaglia o Joan Allen, tampoco aportan mucho pues sale lo que sale. Una película de sobremesa para olvidarla pronto.

Me apetecía ver esta película, por su director realizador de trabajos interesantes "Stake Land" y Frío en julio" y por volver a ver a Michael C. Hall el inolvidable Dexter. Ambos me han defraudado, ni el principio atractivo de la cinta que pronto empieza a decaer, como la actuación de Michael que también hace aguas por todos lados.
La cinta juega con los viajes en el tiempo, de una asesina que regresa cada 9 años, para supuestamente cometer unos crímenes.
Ni tan siquiera el giro argumental final puede salvar algo que flojea tanto en su argumento, como en su dirección y en su trabajo actoral.
Busquemos entretenimiento con "Regreso al futuro", "Atrapado en el tiempo" o "Terminator" que son verdaderas joyas de viajes en el tiempo aunque las hayamos súper visto.

Una apuesta más en el mundo de las posesiones, "Hablame" resulta interesante aunque no original. Hemos tenido hace poco también la potente "Evil Dead Rise", que junto con ésta, escarba en el tema de las maldiciones salidas de unas malas acciones, de una juventud que juega descerebradamente con las cosas del más alla sin tener en cuentas las fatales consecuencias.
La película aguanta el tipo gracias a las actuaciones de su joven reparto, especialmente de Shopie Wilde y Alexandra Jensen.
Creo que ha nacido una nueva saga y que probablemente tengamos otras entregas que esperemos que salgan tan bien como ésta.

Jenn (Kate Siegel), está pasando por una fase de estancamiento emocional y a través del consejo de una amiga empieza a ir a las consultas del Dr. Collin especialista en hipnosis.
Tras unas sesiones comienzan a ocurrir desgracias en el entorno de Jenn por lo que investiga por internet y encuentra noticias sobre percances acaecidos en pacientes tratados por este especialista. Esto da entrada a otro personaje Dule Hill como oficial de policía y al que Jenn pide ayuda.
A partir de aquí estamos ante una película convencional y nada original, con un argumento ya visto en otras ocasiones. Para mí destacaría el gran trabajo actoral de Kate Siegel que mantiene en parte a flote la cinta.
Ella ya ha demostrado su estilo interpretativo en la miniserie "Misa de Medianoche", "La maldición de Hill House" o "La caida de la casa Usher". Y es la actriz fetiche de Mike Flanagan.
En la otra parte, el actor Jason O´Mara que interpreta al hipnoterapeuta está muy por debajo de llegar al aprobado con lo que el argumento se resiente al no estar compensado.
A pesar de ello la cinta mantiene el tono y cierta curiosidad de ver como termina.

Con Jeepers Creepers comenzó una saga con una criatura diferente, nació un clásico de culto del cine de terror. Su fuerte era su estética visual con un ser demoniaco que tenía por norma aparecer cada 23 años y matar durante 23 días. 
Desde su estreno en 2001 se pasó de una película original a dos secuelas, una en 2003 pasable, otra en 2017 muy pobre y esta tercera que no es secuela ni precuela ni nada parecido a mi abuela. 
Efectos de cartón piedra, unos cromas de vergüenza, un disfraz del Creeper de saldo que seguro que Mortadelo se lo fabricaría mejor. 
Con unas escenas del comienzo que pretendían emular a la original, con dos ancianos conduciendo y que ven a una ¿esperpéntica figura?, arrojando a una boca del alcantarillado algo que parece un cuerpo. Aquí terminan todas las similitudes, lo demás lo dicho anteriormente. 
Si quieren echarse unas risas pueden atreverse a verla, porque miedo no da, pero espanto un buen rato.