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El día de la ira

Western Scott es un pobre vagabundo que malvive limpiando las calles de un pueblo desértico y tranquilo, donde todos se ríen de él por ser hijo de una prostituta. Su vida cambiará con la llegada de Travis (Lee Van Cleef), un veterano pistolero al que todos temen.Travis le enseña a Scott a usar las armas para que pueda defenderse. Por desgracia, todo el odio y el resentimiento que el chico albergaba empieza a salir a la superficie. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 19
Críticas ordenadas por utilidad
14 de diciembre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En efecto, en tan solo diez clases particulares un pobre bastardo, Scott Mary (Gemma), que ocupa el peldaño social más bajo de la pequeña localidad de Clifton donde trabaja en el poco honorable oficio de limpiar las letrinas y las calles, pasará a ser un respetable y temido pistolero. Claro que como maestro tiene nada menos que a Frank Talby (Cleef), quien en poco tiempo le devuelve la confianza y la autoestima.
Se trata de uno de tantos westerns italianos rodados en Almería, acaso con una buena trama argumental pero pésimamente convertida en guión y luego desarrollada con bastante descuido. Al final parece que el joven Scott se va a mover entre dos claras influencias, la de Talby que lo conduce a un pistolerismo sin escrúpulos y sin otros valores que los del dinero y del poder, y la de un antiguo compañero con el que compartía la cuadra por toda habitación, Murph Allan (Rilla), antaño sheriff prestigioso y ahora viejo mozo de caballeriza que trata de torcer esa querencia. En medio las fuerzas vivas del pueblo, un hatajo de sinvergüenzas que visten siempre de punta en blanco y controlan allí todo. El género femenino brilla por su ausencia en la cinta.
Como ocurre con los westerns italianos (Leone aparte) los personajes muestran en general un carácter bastante caricaturesco, planos, descritos con escasa profundidad, incluido un desdibujado Gemma. Eso sí, con la excepción de algún secundario como Rillay, pero sobre todo de un inmenso Cleef que se alza sobre todos los demás con una personalidad clara y rotunda.
La música no está mal, lo mismo que algunas escenas como el duelo a caballo con escopetas de carga delantera a toda velocidad, o el enfrentamiento final entre el maestro y el pupilo. Sin ser nada especial, gustará a los aficionados al western almeriense.
Lafuente Estefanía
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16 de enero de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Valerii no desdeña el legado de Leone, pero su acercamiento al cine clásico norteamericano es mucho mayor en su caso. La trama gira alrededor de un joven bastardo, llamado Scott (Giuliano Gemma), que vive en una tranquila población llamada Clifton, que es objeto de burlas e insultos por su condición y que a lo único que puede aspirar es a recoger estiercol. Sin embargo, un buen día, llega al pueblo un pistolero, Talby (Lee Van Cleef), el cual cambiará su vida al conseguir que este le enseñe el "oficio". Claro que el tal Talby no es precisamente un dejado de bondades humanas, y sus motivaciones se irán haciendo cada vez más claras a medida que avance el metraje.

Valerii nos muestra la típica historia de maestro-alumno, un tema clásico en la historia del cine. Sin embargo, es interesante comprobar como la ambiguedad moral está presente en prácticamente todos los personajes del film. No sólo de un maquiavélico maestro con muy pocos escrúpulos y que no hace nada si no es por algún motivo que le pueda beneficiar, sino también las fuerzas del orden y de la ley de Clifton cuya apariencia de respetabilidad es pura fachada, y tras ella se esconden unas personas codiciosas que no dudan en quitarse de en medio a todo el que se interpone en su camino. La tranquilidad de Clifton, lógicamente es aparente y normal (con una estética más parecida a la del cine norteamericano que no al típico Spaguetti-Western), y tras ella se esconden tensiones que Talby aprovechará en su propio beneficio para acabar imponiendo su propia ley.

Pese a esta ambiguedad moral presente, el desarrollo de la trama tiene cierto aire "clásico" por así decirlo. Y aunque el culto al pistolero se intenta acercar más al lado norteamericano (por las alusiones a Doc Hollyday y a su revólver), la voluntad de mostrar los trucos y técnicas de los pistoleros más rápidos (cañones serrados, puntos de mira limados, estilo, etc) quizás le acercan más al gusto por las armas que ya nos demostró Leone en sus films. Valerii no exagera tanto como sus contemporáneos, pero es cierto que también encontramos cierto sentido del humor en algunas secuencias o en algunos lances verbales entre los protagonistas. Lee Van Cleef mantiene el mismo tipo de personaje que le hizo famoso, limitándose a seguir al pie de la letra las directrices principales de su registro (causticidad, pocas palabras, cierto hieratismo, y sobretodo mucho, mucho cinismo). Por su parte Gemma se muestra mucho más convincente cuando tiene que recibir palos que no cuando los tiene que dar. Su transformación de cordero a lobo no acaba de resultar creible, sobretodo por la velocidad con la que cambia.

Realmente, se trata de un film interesante que destaca dentro de este peculiar sub-género de culto que es el Spaguetti-Western, y que además, en este caso, busca una vía intermedia entre el clasicismo y la línea marcada por Leone.
manulynk
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30 de octubre de 2012
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Érase una vez, en los años 60, cuando se hacían grandes películas como ésta de Tonino Valerii, la crítica de cine, en su mayor parte, despreciaba y vilipendiaba el cine del Oeste hecho en Europa. Más tarde, en los años 80, en los 90, de este cine fue rescatado y recuperado el hecho por Sergio Leone. Más tarde aún, venciendo los prejuicios existentes, se han ido recuperando y revalorizando otros cineastas especializados en el género, como Sergio Corbucci, Sergio Sollima, o Tonino Valerii...pero a menudo comparándolos con Leone, como si éste fuera el Canon, el Modelo, cuando sus películas son muy especiales y muy personales, aunque, eso sí, influyeron lo suyo. Valerii, aunque fuera colaborador de Leone, merece, como cineasta, como realizador, algo más que esa comparación, y "El día de la ira" es un ejemplo de ello. Estamos ante una historia de aprendizaje, de iniciación, de crecimiento y maduración de Scott (Giuliano Gemma), y de su relación con Clifton, el pueblo polvoriento en el que vive, trabaja y es despreciado. En ese aprendizaje, Scott cuenta con dos maestros, dos referentes: primero Murph Allan (Walter Rilla), un antiguo sheriff devenido en viejo mozo de cuadra; después Frank Talby (Lee Van Cleef), un pistolero de unos 45 años que trata de hacerse el amo del pueblo.

¿Por qué ver esta película? Lee Van Cleef hace cosas que pocas veces hace en otras películas suyas, como cargar un rifle de pólvora en un duelo a caballo memorable. Giuliano Gemma recibe un golpe tras otro con una alegría masoquista digna de ver. Las escenas que comparten Al Mulock y Lee Van Cleef son de una intensidad dramática alucinante. La banda sonora de Riz Ortolani es colosal.

"El día de la ira" es una de las mejores películas de Tonino Valerii, así como uno de los títulos imprescindibles del western europeo (es una co-producción entre Italia y la RFA) de los años 60. Y una obra maestra que no tiene nada que envidiar al cine de Sergio Leone.
(Paso a los "spoilers")
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro Triguero_Lizana
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2 de febrero de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico spaghetti western, uno de los mejores de la historia de este gran subgénero, recuperado a la memoria del personal gracias a un tal Tarantino tras su magnífica Django, por lo menos en mi caso.
La película te engancha de comienzo a fin, es sencilla y directa, muy muy entretenida, le otorgo un cero rotundo en aburrimiento.
Tiene personajes para el recuerdo, simples pero extremadamente eficaces en su rol, destacar al joven protagonista y como no podía ser de otra manera, al infalible Lee Van Cleef, los secundarios también están muy bien.
La banda sonora es de primera calidad, con unas composiciones muy estimulantes.
No entiendo como tiene una nota tan baja, merece mucho más.
Si eres fan de estas películas esta es del todo imprescindible.
Mi nota: 8,5.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
espagueti con tu sangre
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13 de marzo de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como amante del western, no, como fanático del western llevo una buena temporada dedicándome a recuperar SW, a los cuales despreciaba salvo los del maestro Leone y alguno de Sollima. Claro, el recuerdo de Siete pistolas para los McGregor, una de las peores películas de la historia del Cine (sí, ya lo sé, podríamos encontrar bodrios todavía más descacharrantes) me producía sudores fríos y me alejaba de estos manjares cimematográficos, pero poco a poco he ido descubriendo perlas entre la basura. Ayer le tocó el turno a El día de la ira. Seco, conciso, sin barroquismos innecesarios (sólo un zoom, y está justificado), retrato despiadado de las clases dirigentes (el juez y el banquero en comandita, el sheriff como perro fiel de los poderosos; fijaos que el banquero utiliza a su hija cuando quiere deshacerse de Gemma..., con la connivencia de ésta, digna seguidora de la estirpe depredadora), las interpretaciones de todos los secundarios (ver a Pepe Calvo disfrazado de Fernando Arrabal me hizo dar un bote del sofá), Lee Van Cleef... ¿Qué decir de LVC? Pues... que es él y con eso basta. Giuliano se defiende, y Riz Ortolani da un poco la matraca, si queréis que os diga la verdad, pero en conjunto un excelente divertimento.
Eduardo
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