Molly's Game

El mundo del cine esta lleno de películas con efectos digitales espectaculares, buenos actores, o efectos visuales muy cuidados. Sea por exigencias comerciales o por su mediocridad, los guionistas parecen destinados al olvido a la hora de escribir los diálogos. Afortunadamente esto sucede solo en la mayoría de los casos; de vez en cuando aparecen genios como Aaron Sorkin que entiende que una buena película tiene que ser contada de la mejor manera posible.

Molly's Game es un ejemplo de como narrar una historia en la que sus personajes evolucionan y de como a través de unos diálogos sobresalientes, complejos, originales y ocurrentes, el espectador consigue meterse en la película y empatizar con su protagonista. A todo esto añadimos una analisis exahustivo e hiperrealista que sin ser cargante, complementa la trama de esta interesante historia.

La actuación de Jessica Chastain es como siempre sobresaliente. Interpretación a la altura de las mejores actrices del momento respaldada por una sensualidad dificlmente superable. Pese a todo lo anterior encontramos un aspecto negativo que desde mi punto de vista le resta algun punto; la trama es algo lineal y algun giro de guión, algún tema secundario, o simplemente transmitir ciertos hechos a traves de imagenes o planos analíticos en primera persona hubieran mejorado la película. Sea como fuere, si ves Molly's Game estas iendo, por lo menos, con un poker de ases.

Aaron Sorkin nos trae una interesantísima película que como biopic es muy entretenida y que, además, despierta la curiosidad por lo que se mueve tras el mundo del póker. Grandes cantidades de dinero, mafias, poder... Molly Bloom no se esperaba tener una vida así cuando encaraba la prueba que podría haberla llevado a competir en unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, la joven interpretada por Jessica Chastain, todo un cerebrito, consiguió ser dueña de las partidas más lujosas de Los Ángeles y, posteriormente, de Nueva York. Pero al final, como suele suceder, el FBI entró en acción y a la buena de Molly Bloom no le quedó otra que defenderse.

Idris Elba, interpretando al abogado, nos desgrana el gran problema, que no es otro que una triangulación en la que el asunto principal implica a la mafia rusa. MOLLY'S GAME funciona como biopic como también crea una profunda intriga en el espectador. Jessica Chastain es magnética, como ya demostró en El caso Sloane, y es merecedora de la nominación al Globo de Oro, desde luego. Un personaje femenino al que Aaron Sorkin ha dotado de gran profundidad y carisma, dotado de una inteligencia incuestionable y un proceder muy marcado por la educación familiar. Kevin Costner interpreta a su padre y nos deja un par de escenas memorables.

MOLLY'S GAME, en definitiva, es una película inteligente, profunda y quizás sobreexplicada en su más de dos horas y cuarto de metraje. Sin embargo, te atrapa desde el primer momento y logra mantener un ritmo que se acelera en cuanto las manos de póker comienzan a jugarse. Una de esas películas que no suelen atraer al espectador pero que sorprenden y gustan, como pocas. Y, además, con una Jessica Chastain que traspasa la pantalla. Ni se os ocurra perdérosla.

Aaron Sorkin es el nombre de un brillante dramaturgo y guionista norteamericano, autor de los libretos de "Algunos hombres buenos" (Rob Reiner, 1992) y "La red social" (David Fincher, 2010), entre otros. Su talento y prestigio en la industria se han cimentado en la realización de series de televisión como "Sports Night", "El ala oeste de la Casa Blanca", "Studio 60" y "The Newsroom". Para debutar como director en la pantalla grande se ha inspirado en un libro publicado en 2014 bajo el atrayente título de “Molly’s game (apuesta maestra), la historia real de la mujer de 26 años detrás del juego de póker clandestino más exclusivo y peligroso del mundo”, a partir del cual realiza un envite al sueño americano; y es que Sorkin parece guardarse las cartas para una apuesta de órdago en otra jugada más ventajosa.
"Molly’s game" comienza con un vertiginoso tobogán por el que el guionista y director desliza al espectador acompañando a la protagonista en su salto hacia la cima, truncado por una simple ramita en el camino, toda una metáfora sobre el frágil equilibrio que sustenta el american way of life. Sorkin da sobradas muestras de su competencia como dialoguista y relator, con un ritmo vertiginoso en ocasiones complicado seguir, sobre todo cuando la cámara entra en juego. La película se articula sobre tres pilares narrativos, cronológicamente diferenciados, que se van intercalando a lo largo del relato. La familia como raíz de ese sueño americano enfocado al único propósito de conseguir hijos de éxito, una actitud personificada en un padre tan exigente como engañoso. El segundo hilo conductor está organizado en torno a las relaciones con el abogado, la preparación de la defensa y las actuaciones de una policía federal omnipotente, según se muestra en la película con poderes para confiscar y expropiar el patrimonio de una simple sospechosa; frente a la crítica social directa, Sorkin se decanta por el buen juicio de un juez para reconocer la integridad moral de Molly y convertirla en una heroína.
Desde mi punto de vista la parte central de la narración resulta la más interesante; muestra cómo una joven arribista consigue acceder a ese reverso del olimpo, enigmático y oculto, del que solo se sabe que existe, y donde celebridades de Hollywood, empresarios, banqueros y mafiosos comparten mesa al objeto de intercambiar valiosas fichas, según la pericia y la fortuna conferida por un par de cartas. La película omite los nombres de esos ludópatas famosos, pero Molly Bloom cita en su libro al menos cuatro actores entre las decenas de asiduos a sus timbas: Leonardo DiCaprio, Ben Affleck, Tobey Maguire y Macaulay Culkin, que bien podrían haber interpretado los papeles de su (propia) vida, aunque no hagan de héroes precisamente.
Se agradece una película como esta, donde la realización sin ser brillante funciona, y donde el guion ocupa más de las veinte páginas de diálogo de una película estándar de la industria norteamericana. Además cuenta con la presencia, expresiva y exuberante, de Jessica Chastain, componiendo un personaje sobre cuyo busto gravita cada plano del film.

En esta ocasión, la hija de Interstellar es hija de un Kevin Costner exigente. Este utiliza sus poderes de psicólogo para hacer que la hija se desviva por ser campeona de esquí. La apuesta sale rana, parten peras y la hija se dedica a organizar partidas de póker. Habla poco pero piensa mucho, y nos enteramos de todos sus pensamientos porque los escribió en un libro y la actriz de la película los recita todos, en off.

¿Conseguirá triunfar en el sórdido mundo del póker? Cuando le pille el FBI, ¿conseguirá que le defienda el mejor abogado afroamericano del condado? En caso afirmativo ¿conseguirá librarse de la cárcel sin hacer ni caso al mejor abogado afroamericano del condado? Y más importante ¿conseguirá el padre, al fin, dar la clase de psicoanálisis que llevaba treinta años deseando dar?

Mientras tanto uno va perdiendo la esperanza de que en algún momento se explicará la historia real.

Gustará a: jugadores de póker, Arthur Miller, gente que le gusta leer subtítulos
No gustará a: bebedores de Appletini, Freud, patinadores sobre hielo ocasionales

Me senté en mi butaca el pasado viernes por la noche sin tener ni idea de qué tipo de película iba a ver. Sabía que era una película sobre poker pero desconocía el argumento. El principio es explosivo, incluso pensaba que lo que estaba viendo era un trailer de otra peli... así que cuando me di cuenta de que ESTA era la película que había venido a ver la verdad es que me froté las manos y pensé "pinta muy bien, me voy a divertir mucho".

Como digo, para mi el principio es eléctrico: tiene ritmo, nos presenta a un personaje misterioso y creo que nos envuelve en su red sin miramientos...

Jessica Chastain recrea a un personaje irritante, meticuloso, capaz, creo que lo hace creíble y lo hace muy bien. Es un personaje con una personalidad y una actitud genuinas.

El guión, o mejor dicho el vocabulario que utilizan sus personajes está muy bien... Las escenas van de una a otra y no te aburres aunque cuando llevas un rato piensas: "¿será capaz de mantener este ritmo eléctrico toda la película?" y la respuesta es no. La película decae en mi opinión durante la última media hora cuando da la sensación de que de repente el director ha decidido dejar todo zanjado y bien zanjado... ahí muestra sus carencias en la historia: un padre cínico que no termina de funcionar, una madre casi desconocida y anónima, un abogado poderoso que quiere y no puede... solo la propia Molly parece ser consciente y capaz de llegar a la línea de meta con todavía algo de aire y dignidad...
Algunas escenas de este tramo de la peli parecen metidas con calzador, y es ahí donde para mi se "cae" un poco la sensación de película redonda...
Durante esta última media hora tenemos la mejor escena de la película, una escena que daba pie a un final para mi gusto sobresaliente y que es desaprovechado para dirigir el final hacia algo más "creíble", lo comentaré en los spoiler.

Aún así es una película con muchas virtudes, Molly sin duda es un personaje de esos que rompen moldes... de esos pequeños genios que te encuentras en la vida con un sentido del deber propios y de unos principios pensados y calculados por una inteligencia superior.

Ah, de poker no he hablado! El poker es el trasfondo, el hilo conductor, la sala de operaciones de esta musa determinada a vivir una vida única.

Casi dos horas y media de entretenimiento y diversión con un final que se va vaciando. Sorkin, en su primera película como director, muestra ser un pura sangre aunque algo falto de entrenamiento... un "fish" de los grandes con vistas a convertirse en tiburón...