En esta ocasión, la hija de Interstellar es hija de un Kevin Costner exigente. Este utiliza sus poderes de psicólogo para hacer que la hija se desviva por ser campeona de esquí. La apuesta sale rana, parten peras y la hija se dedica a organizar partidas de póker. Habla poco pero piensa mucho, y nos enteramos de todos sus pensamientos porque los escribió en un libro y la actriz de la película los recita todos, en off.

¿Conseguirá triunfar en el sórdido mundo del póker? Cuando le pille el FBI, ¿conseguirá que le defienda el mejor abogado afroamericano del condado? En caso afirmativo ¿conseguirá librarse de la cárcel sin hacer ni caso al mejor abogado afroamericano del condado? Y más importante ¿conseguirá el padre, al fin, dar la clase de psicoanálisis que llevaba treinta años deseando dar?

Mientras tanto uno va perdiendo la esperanza de que en algún momento se explicará la historia real.

Gustará a: jugadores de póker, Arthur Miller, gente que le gusta leer subtítulos
No gustará a: bebedores de Appletini, Freud, patinadores sobre hielo ocasionales