Destino Final 3

Me gustó esta tercera parte pero los personajes no lograron simpatizarme y ya cansa siempre ver a los buenos buenísimos tratar de salvar a los idiotas que no quieren ser salvados.

Aquí hubieron buenas muertes, muy espectaculares y la escena del inicio en la montaña rusa me encantó.

De resto todo más de lo mismo pero igual es entretenida.

No acaba de ser bien bien lo que las anteriores, muertes poco aprovechadas, muy rápidas para poder disfrutar del gore, en fin la narrativa más de lo mismo, y todo en conjunto es lo ya anteriormente visto.
Medio recomendable.

Esta tercera entrega no debería haberse producido nunca. Es mala y falsa. A diferencia de las anteriores que parecían mínimamente reales, ésta, por supuesto no lo parece. Dónde el Ketchup aparece más que la sangre televisiva, y dónde el argumento ya ha perdido todo el sentido del rastro de la muerte; creo sinceramente, que Destino Final con la segunda entrega ya pudimos quedarnos satisfechos porque lo que viene a ser ésta tercera, da mareo y no intriga.
Se puede ver, pero no repetir.

Copia de la primera película (la segunda no la he visto) sólo que cambiando a los actores y la forma en la que van muriendo. Aún sabiendo lo que va a pasar James Wong capta con el espectador, inmerso dentro de la película de principio a fin. La elección de los personajes de diez con Mary Elizabeth Winstead y Ryan Merriman realizando un papel impecable, como si le vinieran al dedo. Los efectos son excelentes y las escenas fatídicas espectaculares que dejarán al espectador pegado de miedo en la butaca. Pasen y súbanse al tren del miedo...

James Wong (Saw) volvió a retomar el control de la saga que inauguró con aparente decencia y seriedad pero, como las propias consecuencias de la muerte más traumática, perdía su control. Y naturalmente que no lo consigue solamente reduciendo su film al efectismo propio mezclando cine gore y catástrofes. Efectiva fórmula que no perdería el hilo en sus posteriores continuaciones.

Ésta vez unos jóvenes recién graduados del instituto (entre ellos Mary Elizabeth Winstead ejerciendo de heroína, antes de vérselas con Kurt Russell en “Death Proof” (2007) de Quentin Tarantino o haciendo de sufrida hija de Bruce Willis en “La Jungla 4.0” (2007)) se convierten en las potenciales víctimas de una inminente tragedia en el parque de Atracciones donde su principal demanda: una suculenta e imponente montaña rusa invita al descarrile y si se evita a su consecuente y encadenado efecto dominó.

Para disfrutar de un espectáculo digno de un programa de “Jackass” malignamente invertido, con de cortes, salpicaduras y amputaciones. Divertimento digno de un digestivo cine palomitero.