Hasta cierto punto tiene un argumento interesante y se percibe el maltrato como es en la realidad. Además, refleja las consecuencias que conlleva el divorcio para los hijos. Pero con todo lo bueno que tenía la película durante la primera hora, se destroza con el absurdo final.

Que deleite para los ojos conocer esta historia. Que ternura, que sencillez. La hermosura del sonido de los violines. No hace falta ir a audiciones en vivo, aunque ves la película y yo compraba una entrada para verlo.

Recordando películas en que profesor o profesora enseñan a alumnos algún talento o conocimiento: “Mentes peligrosas”, “Diarios de la calle”, “El club de los poetas muertos”, “Los chicos del coro”, “Déjate llevar”…y seguro que hay más de este tipo.

Títulos semejantes en la idea, pero tremendamente diferentes en el argumento. Cada una de estos filmes quiere referenciar la importancia de que todos, seamos como seamos, vengamos de donde vengamos, podemos hacer lo que nos propongamos.

Y si la unión hace la fuerza, y si os gusta la música, y si aún os quedan tardes para disfrutar de una encantadora historia real: ponedla.
Meryl Streep llega al alma con su interpretación, sus ganas de darlo todo, y que encanto ver que todo es posible si se lucha con el corazón.
Porque se llamará “Música del corazón” y no pensaba yo que allí me llegaría.

Solo eso. Si te has leído el libro, la película deja mucho que desear.

Le falta argumento, diálogo. El libro es mucho más completo. Han querido explicar la historia demasiado rápido y encima cambian el final.

No es mala del todo pero yo recomiendo el libro antes que el filme.

Y es que a veces necesitamos este tipo de historias para recordarnos que estamos vivos para enamorarnos y creer en ello.
Porque los polos opuestos también se atraen; porque las raíces no importan y porque el destino está marcado.
Así lo muestra Matthew Perry que siempre con su toque de humor hace más entretenida cada película. Con una jovencísima Salma Hayek nos muestran sus vidas ficticias para que el espectador acabe con una sonrisa.
Si, nos esperamos siempre el mismo final, pero aun así conectamos con la historia y nos acaba gustando.
Y porque me quedo con una frase: “La quiero tanto que hasta me duele”

Es maravillosa. Me cautivó des del principio. A aquellos a los que os gusten los musicales, las películas de baile, que tengan buen ritmo y por supuesto, una buena banda sonora…deberíais verla.
El argumento está bien encaminado; algo de drama con un toque de romanticismo; llegando hasta a emocionar en algún momento.
Los actores formidables cada uno de ellos; grandes interpretaciones sobretodo del protagonista.
Pero lo que a mi me llegó fue la música. Es estupenda. Y ese modo de tocar la guitarra…me quedé sorprendida.
Os recomiendo este filme, no os arrepentiréis.