Elysium

Sin guión, sin personajes creíbles, previsible, escenas de acción donde no se ve nada (que manía) y solo se escuchan golpes y ruidos... lamentable.
No gastéis el dinero en esto, en serio, ni caso de las críticas condescendientes, es mala, mala, mala.

Teniendo en cuenta que Matt Damon tiene buen ojo para las películas que hace he ido al cine a gastarme mi dinero en lo que creía que era una película que merecía la pena.
La película empieza muy interesante, el contexto es muy bueno, los amantes del "anime" verán una referencia a "Alita, máquina de guerra". La tierra está super poblada y con ello en ruinas. La élite se ha ido a vivir a una estación espacial y a vivir allí la buena vida.
Los robots se encargan de reprimir a las masas, e incluso uno puede ser tu agente de la condicional (para mi la mejor escena de la película).
Después de la presentación de los personajes todo empieza a aburrir cada vez más y desde que la cosa se pone un poco tensa ya arranca la banda sonora y no para en toda la puta película. Mira que me molesta esta última tendencia (creo que iniciada con las últimas superproducciones de Christopher Nolan) que parece que intentan rellenar algún tipo de carencia. No se puede mantener un clímax constante. Tiene que haber un libero contraste para que luego realmente nos impresione. Las interpretaciones me parecen bastante justas, pero imagino que el guión tampoco da para mucho.
Lo que más me molesta es toda esta gente que últimamente dice "bueno, pero molan los fx". Señores, el cine no se reduce sólo a FX.

Peleas, peleas y peleas vistas mil y una veces en otras mil y una películas.


La ciencia ficción? Inexistente.
Este "relato" bien podría haberse ambientado en cualquier otra época, porque la visita que se hace a Elysium es nula. Tampoco se nos explica nada en profundidad de esa sociedad futura, sólo pinceladas que producen al espectador más indiferencia de la que ya tenía.

Elysium es una clara copia de la ciudadela de Mass Effect, pero que aún siendo una película con un gran presupuesto, en el juego se nos muestra más y mejor.

Si nunca has visto una película de acción, quizás te entretenga. Pero si ya has visto alguna, Elysium es más de lo mismo.

En su primer largometraje (District 9, 2009), Neill Blomkamp irrumpió con fuerza en las pantallas mediante una historia que conjugaba -como solo permite la ciencia ficción- el espectáculo más palomitero con la crítica social. El director sudafricano arremetía contra las multinacionales, la industria armamentística, las mafias africanas y la xenofobia, intolerancia y 'guetización' del diferente; pero lo hacía de forma superficial, cediendo siempre a un espectáculo bastante convencional. La desaprovechada idea de partida era brillante, a pesar de sus semejanzas con Alien Nación (Graham Baker, 1988), y aunque la película no era para tanto fue un éxito de taquilla y recibió excelentes críticas. Era de esperar que en su siguiente película Blomkamp repitiera la misma fórmula. Lo que no era tan predecible es que exacerbaría todos sus defectos.

Elysium, igual que su predecesora, es ante todo una película de acción ambientada en el futuro, pero también una débil metáfora con una convencional crítica social del presente. La diferencia es que ahora la crítica se centra únicamente en la injusta distribución de la riqueza y las migraciones desesperadas que esto ocasiona. La poca élite adinerada, que son todos muy malos, oscila entre el fascismo de la ministra de defensa y la hipocresía políticamente correcta del presidente. Hablan francés (aunque el inglés parece el idioma oficial de la humanidad) y viven en una lujosa estación espacial sin enfermedades. El resto, la mayoría de los seres humanos, que hablan español y que son muy muy buenos a pesar de la miseria y el crimen, viven en una tierra enferma, contaminada y tercermundista.

El resto de la película se mantiene fiel al estilo de District 9. Planos generales que contrastan el lujo de la estación espacial con la podredumbre de la tierra, convencionales escenas de acción con cámara en mano resueltas con ritmo y desorden pero sin genio, y una negligente indiferencia por los personajes y el guión. Los personajes, esta vez con una mayor gama de secundarios, son aún más arquetipos que en el anterior trabajo del director. Por su parte los aún más numerosos defectos del guión -p.e. el absurdo y débil sistema de defensa de la estación espacial o el sentimentaloide y absurdo final de épica fallida que escupe sobre el mismo tema social de la película: el problema de la distribución de unos recursos finitos- hacen que como historia y como parábola crítica, la película sea insostenible.

Esta vez Blomkamp se ha quitado la máscara que aun podía engañarnos en su anterior trabajo. No es un director de blockbuster preocupado por la sociedad, sino un director con buen olfato para llenar las salas. Al igual que Coca-Cola, el director de District 9 ha descubierto que, en contexto de crisis, las preocupaciones sociales venden. Solo hay que tener cuidado en no profundizar demasiado, algo que además requiere demasiado esfuerzo, en no ser revulsivo y en no molestar a ningún espectador potencial. Viendo Elysium parece que el único problema que preocupa a Blomkamp es llenar las salas.

Realmente la única diferencia profunda entre Elysium y District 9 es la idea de partida. Suficiente para que un servidor, como parece haber ocurrido entre público y crítica, se desengañe sobre un director que poco tiene que aportar a un género devorado por el fantástico.

Elysium es una película genial para ir a verla con tus amigos y, luego acompañado de unas birras, echar unas risas rememorando cada despropósito de un guión escrito por alguien que debe pensar que la gente es idiota.

Si te gusta Matt Damon, no tienes absolutamente nada más que hacer (y con nada más me refiero a que tu siguiente alternativa es que te echen ácido en la cara) o tienes la mentalidad de un crio de ocho años, esta es tu película.

Pero si por el contrario eres de los que respetan la ciencia ficción como el único género capaz de abrir la mente a problemas actuales a partir de mundos nuevos, de anticipar el futuro a través del poder de la imaginación, esta película te parecerá un insulto.

A partir de aquí podría enumerar todas las chorradas que aparecen en la película, empezando por el cuento del hipopótamo o el papel del rebelde cojo, pero el resto de los compañeros del foro ya lo han hecho antes y mejor y no aportaría nada más a lo ya escrito.

Mi única duda es saber si Jodie Foster se leyó una sola línea del guión antes de firmar el contrato.