Sin filtro

Hace varias décadas que en Francia se adoptó esa manera de comportarse tan educada, correcta y falsa... la misma que ha comenzado hace poco tiempo en España. Personajes que no dicen lo que piensan y actúan con la máscara de una verdad simulada e irreal.

"Sin Filtro" refleja todo lo que acabo de exponer en el párrafo anterior. Es una deliciosa bocanada de aire estéril que nos invade dejándonos exactamente igual que contemplar el asfalto de una carretera... algo tan útil para circular, pero tan poco interesante de observar.

Carente de tono, de ritmo, simple y vergonzante. Ya he visto por las puntuaciones de la página que tiene su público. Es normal y de agradecer para que la diversidad haga destacar el brillo.

Intentar vender esta película como una comedia es un tremendo error, a pesar de tener muchas ideas no es para nada graciosa. Con diálogos cargantes que no llegan a ningún sitio la cinta transcurre en la mas absoluta de las indiferencias por parte del espectador.

Desde el accidente de su esposo en el que quedo ciego, la vida de Beatrice ha dado un giro total. Para intentar superarlo decide escribir un libro sobre las consecuencias de este drama. A cambiado los nombres de parientes y amigos pero todos se reconocen. Para festejar y leer la salida a la venta del libro deciden irse a Biarritz todos juntos de vacaciones.

Dirige Eric Lavaine que es un experto en estas comedias tan insípidas francesas, títulos como "Historias de una indecisa", "Bienvenidos a bordo", "Barbacoa de amigos" o "Vuelta a casa de mi madre" son claros ejemplos. En casi todas su películas aparece Alexandra Lamy (y en esta no podía ser menos) interpretando a Beatrice Lazuret la escritora, que junto a Jose Garcia. su marido invidente y algo sonado destacan de protagonistas. 

Una historia sin sentido y carente de emoción en el que no empatizamos con ninguno de los personajes que aparecen en el film, convirtiendo la película en un aburrimiento constante y una serie de gags totalmente ridículos.
Destino Arrakis.com

El cine de Eric Lavaine se suele fragmentar en pequeñas historias con continuos toques de humor. Ha tocado temas como dramas personales e existenciales de los protagonistas, el fracaso matrimonial y varios trastornos de salud que complican la vida de los actores. Sin filtro es su octava película. Dentro de otros títulos de su filmografía caben destacar algunas películas que me parecieron interesantes como “Barbacoa de amigos”, “Vuelta a casa de mi madre” e “Historias de una indecisa”.

Su nuevo largometraje sigue los mimbres de sus anteriores trabajos, la película se puede dividir en dos partes, por un lado nos cuenta como el matrimonio formado por Beatrice y Frederic se viene abajo debido al accidente que sufre Frederic y que le dejara ciego y con grandes secuelas en la cabeza. La vida para ellos y para sus hijos ya no será lo mismo. Por otro lado vemos la reacción de un grupo de familiares y amigos cuando Beatrice publique un libro, en el que contará sus relaciones y todos los pormenores que surgen entre ellos, aunque cambia el nombre de cada uno, todos sabrán de quien están hablando en cada momento. Durante una reunión que tiene durante un fin de semana surgirán entre ellos usa serie de piques y malentendidos.

La película, sin ser ninguna maravilla, funciona gracias a las salidas de tono de José García, en un papel aparentemente sencillo, pero que borda bastante bien. El director no pretende en ningún momento que la cinta provoque en el espectador grandes dosis de risas, ni de mal humor, lo único que pretender es hacerte pasar un buen rato y en muchos tramos lo consigue. Los actores están unos mejor que otros, por supuesto, pero todos consiguen darle a la cinta un gran equilibrio para que la historia funcione. La parte final es muy previsible y le falta algo de mala leche, creo que le hacía falta un final más macabro. Aún así es una película recomendable para pasar un rato agradable, eso sí sin pedirle nada a cambio.

Lo mejor: Las salidas de tono de José García
Lo peor: Le falta algo de mala leche y la parte final es muy previsible

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

El realizador Eric Lavaine y la actriz Alexandra Lamy vuelven a unirse como ya lo hicieran en Historia de una indecisa o Vuelta a casa de mi madre. Continúan en la línea de historias cotidianas, con cierto análisis de situaciones problemáticas de la sociedad actual, aunque narradas con un toque de comedia.

En este caso, la protagonista debe enfrentarse al día a día de convivir con un marido que ha sobrevivido milagrosamente, que puede hacer vida casi normal pero con el que no puede contar para educar a sus hijos o mantener una vida conyugal satisfactoria.

El planteamiento es interesante y el enfoque a través del libro de experiencia vital de Bea es atractivo y ofrece múltiples posibilidades. Sin embargo, el conjunto vuelve a resultar algo decepcionante, como ya ocurriera en las otras películas citadas del tándem Lavaine-Lamy.

Su guion es fresco, y tiene un dominio espectacular de los tiempos, de las conversaciones corales, de la cámara que abarca a todos los integrantes de una reunión sin resultar mareante… No obstante, no acaba de afrontar con valentía el asunto que él mismo plantea.

Lavaine se siente cómodo con las escenas de los adultos y capta con finura sus sentimientos de envidia, rencor o regocijo. De esa manera, solventa el tono costumbrista del film pero elude el verdadero drama.

Los niños, a excepción de las esporádicas apariciones de la adolescente, no participan en un relato en el que deberían tener un papel importante. Del mismo modo, el nuevo novio de Bea no encaja con el amor que se supone que tiene a su marido, con el que comparte cama todas las noches. Por razones que desconozco y que solo puedo tildar de timoratas o superficiales, Lavaine decide hacer pivotar toda la trama en el enfado o complacencia que puedan sentir los amigos de Bea ante lo que ella ha escrito. Y de este modo, toda la maestría que el realizador demuestra en el manejo de la cámara y de los diálogos queda como un ejercicio superficial y tramposo de una realidad que ofrecía mucho más de lo que nos ha querido contar.

www.contraste.info

A mi la película me ha decepcionado enormemente y no porque sea mala, ni mucho menos. Es bastante entretenida y ya con eso me basta. Pero si se hubiera enfocado en el apartado dramático y se le diera más énfasis al tema moral y los valores, debido a la nueva situación de la esposa, seguro que habría sido mejor película sin dudas.

Imaginad por momentos lo mismo, pero con una protagonista que lo pasa realmente mal con la nueva vida al lado de su marido, la monotonía, la falta de cariño y afecto por parte de un marido enfermo y lo más físico, no poder tener relaciones sexuales con él. Esto la hace encontrar una salida en forma de amante en los ratos programados para ello y así encontrarse en el dilema de hacer lo correcto de dejarse llevar por la cabeza o por el corazón. Bien, pues de esto no tiene nada.

Es en plan comedia, donde nunca jamás sentiremos lástima por el enfermo, porque nos lo presentan como un personaje que se lo pasa bien en todo momento, que ni sufre, ni padece, es más, creo que es el más que te saca risas. Toda la historia camina alrededor de un libro que escribe la esposa contando los últimos 5 años de vivencias y lo que ocupa cada personaje en la historia.

Lo dicho, una pena la dirección que tomó la película.