¡Que viva México!

El sexenio que estamos viviendo en México es un sexenio muy particular, es tan surrealista que da para muchas sátiras y análisis. Estrada lo consigue aquí y de forma notable.
Luis Estrada es famoso por sus películas en las que deja en evidencia a los gobiernos en turno mexicanos. Desde aquella gran película que salió en 1999: "La Ley de Herodes". En donde sin pelos en la lengua dejó en evidencia a la dictadura que fue el PRI durante más de 70 años, realizando ese partido en México una "Dictadura Perfecta". Título de otro de sus filmes de 2014, donde ahora criticaría el sexenio terrible de Enrique Peña Nieto, caricaturizándolo de forma perfecta. Anteriormente a esa película realizaría "El Infierno" de 2010 donde lanzara una crítica feroz y mordaz sobre el 'narco-sexenio' sangriento del panista Felipe Calderón.

¿Por qué tenía que censurarse ahora Estrada? ¿Por qué Estrada no iba a criticar el sexenio de Andrés Manuel López Obrador? Resulta que el presidente de "izquierdas" del Partido 'Morena' tiene una de los sexenios más bizarras en la historia de México. Con una cantidad de fanáticos de él que le profesan una idolatría similar a la de un culto religioso. Nada en el puede ser criticado según sus fans, en una imposible medición del poder. ¿Cómo es posible? ¿Acaso es una dictadura o una democracia? Es imposible, a fin de cuentas que sujeto en cuestión sea perfecto y no cometa errores que tengan que ser cuestionados.
Pero el mismo presidente se ha forjado esa imagen con su discurso separatista y reaccionario. ¿Cómo? Resulta que desde que López Obrador llegó a la silla presidencial nos etiquetó a todos los mexicanos: Eres 'chairo' o eres 'fifí', 'indígena' o 'mestizo', 'rico' o 'pobre', 'progresista' o 'conservador', etc, etc.
Resulta que aunque si votaste por él, pero tienes un punto de vista contrario a su gobierno o decisiones que ha tomado ya eres un "conservador", aparte de que estás contra él, contra su "cuarta transformación" y lo peor de todo, estás contra México (!) "El que no está conmigo, está contra mi". Reza bien el título del póster de la película.

Pues bien, Luis Estrada tuvo los huevos de denunciar todas la locuras y tonterías del gobierno en turno y una gran cantidad de mexicanos fanatizados del "mesías tropical" sin siquiera verla la están rechazando (por decir lo menos) y han tildado a Estrada de "comprado" y demás adjetivos. Que raro, ¿Cuándo criticó al PRI y al PAN no era comprado? Siendo que el propio Estrada en las entrevistas se declara persona simpatizante de la izquierda, pero también él mismo a dicho López Obrador no tiene un gobierno ni de izquiera ni nuevo, es el mismo PRI disfrazado de izquierda. De hecho una frase de la película lo ilustra perfectamente "este gobierno me recuerda exactamente a los otros".

La película pues, retrata no sólo el mal gobierno obradorista sino que también nos retrata como sociedad mexicana. Una sociedad agonizante donde el de arriba se chinga al de abajo, pero el de abajo también se chinga al de arriba cuando puede. La sociedad donde "el que no tranza no avanza". Una sociedad donde el oportunismo está siempre presente. Donde los holgazanes están esperando que les den dinero sin trabajar (cosa que ocurre con este gobierno). (¡Resulta también que muchos se ofendieron en las redes sociales porque Estrada dijo que buena parte del mexicano es holgazán! ¿No nos gusta que nos exhiban verdad?) Una sociedad tremendamente racista y clasista, rayando en lo ridículo e inconcebible, esto sucede en el México de 2023. La sociedad donde no hay puntos medios, que no puede entender que no seas ni "chairo" ni "fifí". La sociedad que no entiende que eres un hombre libre que no se deja manipular por ninguna ideología política. Una sociedad que basa su vida en lo que se escribe en el Twitter (el infierno de las redes sociales), un sitio donde cualquiera es libre de insular y amenazar la vida de cualquiera detrás de la pantalla de su celular por el sólo hecho de que no coincides con sus ideologías.

Así pues, esta película deliberadamente y de forma satírica estereotipa personajes de nuestro país y los pone en un contexto en especifico: la lucha por la herencia del abuelo de una familia de "supuestos" bajos recursos, donde uno de los nietos tiene 20 años sin ver a su familia por irse a hacer una carrera en la Ciudad de México y para variar era el favorito del abuelo fallecido. ¿Qué puede salir mal en una situación como esta en México? Quizá todo.
Ojo con los personajes que muchos se van a dar por ofendidos, aunque claramente la película es una comedia y sátira. De hecho el personaje de Damián Alcázar (que tiene 3 personajes) interpreta a un sacerdote homosexual (!) de forma hilarante, muy bien lograda. Otro personaje es un travesti (hermano del protagonista) que me imagino también sacará unas cuantas indignadas entre el público más "progresista"(?)
La película es un disfrute de más de 3 horas, donde las risas están garantizadas durante toda la cinta. Usando la comedia de la forma más inteligente posible para exhibir nuestra realidad. Una película que no obstante su larga duración jamás se hace pesada. Aunque para algunas personas pueda resultar excesiva, posiblemente también nuestra cultura mexicana es igual o más de excesiva en todas sus formas.

En fin, una muy buena película, con todo el toque del maestro Estrada, que nos regala el reflejo del México de Andrés Manuel López Obrador, del México del 2018 - 2024, de la 4T y el México de las "benditas redes sociales".

Con nueve años transcurridos desde el último estreno de Bandidos Films, la productora de Luis Estrada, vuelve a la carga con una nueva sátira socio-política que pone el dedo en la llaga, esta vez sobre el régimen encabezado por Andrés Manuel López Obrador y su visión por redireccionar a un país muy habituado a la corrupción y que hace válida la frase «el que no tranza, no avanza».

«Que viva México» aprovecha los gozos actuales de la libertad de expresión, y alude directamente al mandatario con su imagen, además de valerse de sus ideas expresadas a diario en la mañanera para comenzar a cuestionarlas, a desmentirlas e incluso burlarlas como si todo lo ahí expuesto fuera verdad absoluta y literal. Pero como bien lo marca el guión sobre ese micro universo social conformado para la película, la participación de la población es primordial para llevarlos a cabo u obstaculizarlos, que deja al descubierto la labor imposible por permear la conciencia del colectivo al que le funciona mejor el estado de chueco que ideas sobre independencia, justicia, oportunidades, igualdad y respeto.

Con una postura predominante por hacer tácita la polarización entre la clase trabajadora y la empresarial —visibilizada por Obrador—, el guionista y director desarrolla un argumento sobre las falsas apariencias, donde los bien vestidos no son pudientes y los olvidados tampoco son los desprotegidos.

Como es costumbre en las cintas de este director, sus películas de tonos sepia son de larga duración, lineales, en donde los personajes van sufriendo una transformación dadas las circunstancias a las que se someten durante el transcurso de la historia. Pancho (Alfonso Herrera) es un empleado de alto nivel en Ciudad de México —con un pasado al que minimiza, con su omisión una y otra vez. Casado y con hijos, recibirá la llamada de su padre (Damián Alcázar) —quién vive en algún poblado alejado en el estado de Durango— para que haga acto de presencia en el funeral y lectura del testamento de su abuelo. Mari (Ana de la Reguera), la esposa, movida por la codicia animará a su marido para presentarse ante su familia 20 años después y ver de qué podrían ser beneficiarios ella y sus hijos.

Tal y como lo muestra el cartel de la película, la pequeña familia clasemediera llegará al rancho familiar —una propiedad a simple vista devaluada—, donde comenzará la confrontación con los moradores, quienes son un variopinto de hombres y mujeres bastante clichados en sus roles de comportamiento que los encajona acorde al contexto nacional más disfuncional posible.

La visión del director revela a través de estos personajes su incredulidad ante la nueva política —a pesar de la falta de censura—, que no da crédito alguno y expone a un mexicano gandalla desensibilizado por su materialismo y calificándolo a través de escenas escatológicas como una mierda.

En términos generales es una producción cuidada y detallada técnicamente, con dinamismo en su transcurrir y afianzada por una dirección escénica lúdica de principio a fin. Damián Alcázar en tres personajes distintos como el ciudadano común (desempleado), el de párroco, así como el de presidente municipal, una tercia de personalidades nada admirables que van sobre los bienes de una herencia que a todas luces resulta una gran burla.

Creer que una sola persona va a cambiar a un país con demasiados vicios, es quedarse con la idea del falso mesías que por milagro y sin esfuerzo traerá el bienestar general de la población. Sin embargo, también pensar que el «pueblo es bueno y sabio» es una enunciación que pone en tela de juicio el proceder dadivoso de quien se ha pasado de confiado y tolerante, contrario a lo que los medios informativos insisten en difundir.

«Que viva México» dudosamente podría ser un panfleto de la oligarquía y se acerca más a un descontento ante un desmadre que de país tenemos.

Pancho (Alfonso Herrera) vive en Ciudad de México donde lleva una buena vida junto con su esposa Mari (Ana de la Reguera) y sus dos hijos, trabaja fuerte e intenta ser un exitoso empresario escalando en la empresa donde labora. Pancho proviene de una humilde familia en una zona rural en medio del desierto mexicano, la ha dejado de lado y a la que no le interesa ver hasta el fallecimiento de su abuelo (Joaquín Cosio), que existe una probabilidad que le ha dejado una cuantiosa suma de oro en su testamento.

Pancho regresa a este pueblo abandonado junto con su jovial familia, que por cierto no conoce a ninguno de sus parientes, es este el momento ideal para que el realizador presente a todos los familiares del protagonista, cuan circo de excentricidades cada uno es más icónico y desesperante que el otro, ciertamente los personajes son atractivamente despreciables, cada uno bien definido a pesar de que algunos cuentan con poco tiempo o relevancia para la trama.

El filme se centra en como se mueve la codicia de todos los miembros de la familia por hacerse con algo del supuesto tesoro que el abuelo ha dejado a su nieto favorito, puesto que en los terrenos familiares existía una vieja mina de oro. De esta forma se van moviendo los hilos de la historia, mientras a cada momento que pasa las situaciones se van volviendo más y más hilarantes.

Nuevo largometraje del gran cineasta Luis Estrada, que lo envuelve dentro del universo cinematográfico que ha ido edificando a lo largo de su carrera, centrado principalmente en la crítica social y política de su país. Con cada filme que realiza, Estrada parece que intenta superarse en grandilocuencia y exceso, ¡Que viva México! Confirma esto al filmar una épica de más de tres horas de duración donde retrata mucho de lo que ha filmado anteriormente, entre personajes y situaciones.

Ciertamente se trata de un filme lleno de excesos y ciertamente es una obra donde al realizador se le va un poco el manejo, peca de redundante en muchos tramos, por ejemplo, las secuencias de los sueños, que funcionan bien un par de veces pero que luego hay un abuso del recurso, o todo lo relacionado a sacar de la cárcel a Pancho cuando cae en ella, o peor aun, el mariachi, que de igual forma, funciona bien sus primeras veces pero luego no.

Ahora, si hay algo de rescatar es que acá igual que en sus obras maestras La ley de Herodes (1999) y El infierno (2010) construye personajes destacables, con sus singularidades y anhelos, cada uno más ponzoñoso que el otro, con el objetivo en común de llegar al éxito mediante la vida fácil sin forjar trabajo que edifique su bienestar, donde destacan las actuaciones de Damián Alcázar y Joaquin Cosio que realizan tres personajes cada uno, aunque es claro que al desarrollo de la historia le hizo mucha falta.

Definitivamente esta es una película bastante polémica que a los críticos expertos en cine no les gusta, pero a mi como simple espectador y cinéfilo me parece una propuesta buena…si bien no es el mejor filme de Luis Estrada creo que conserva la esencia y el humor del realizador. ¡Que viva México! es una crítica a la sociedad y a la familia mexicana, al conformismo e hipocresía de todos los miembros del grupo familiar, Luis Estrada logra acertadamente una comedia negra donde refleja todos los defectos del mexicano (esto se nota puesto que en la trama no hay ningún personaje positivo todos son insoportables con sus defectos y virtudes, como la gente real), también se hace mofa de problemas sociales actuales, del gobierno y la política en turno.

Los detractores de la cinta condenan:

-Su larga duración (3hrs 10 minutos), aunque a mi el tiempo se me paso volando por su ritmo ágil.
-Argumentan que hay muchos aspectos reciclados de las entregas anteriores del director (pero honestamente toda la filmografía de Luis Estrada trata el mismo conflicto).
-Finalmente reclaman la falta de guion en la historia pero ¡Que viva México! es una sátira sobre la codicia y la ambición del ser humano, sobre las ironías de la vida y sobre como el dinero corrompe a las personas.

Personalmente me parece una película aceptable y entretenida que refleja una cara de la familia mexicana que a la sociedad le disgusta.

Soy un gran fan de Luis Estrada, me parece uno de los mejores directores del ámbito hispanohablante actual, con un estilo único y característico llenando la pantalla de una sátira única, un ejemplo de esto es El infierno o La dictadura perfecta. Cuando se anunció está película, me lleno de emoción, esto debido a que él iría un paso más allá y en vez de una crítica política, en esta ocasión iría por todo, pero tal vez está fue una historia que acabo quedando grande.

El mayor problema aquí es la historia, sigue la tendencia actual de películas con una duración superior a las dos horas y media, cosa que puede funcionar para darle un mayor desarrollo a la historia y poder engancharte más, lamentablemente en este caso solo acabas cansado al final de la película debido a que la historia tiene una gran cantidad de escenas las cuales se pueden recortar y no afectaría en nada a la trama. Añado que también al querer criticar tantas cosas, al final del día la mayoría de todo acaba en absolutamente nada y siendo solamente un chiste más en la historia que no aporta nada. Destaco que el final de la película me pareció muy malo, sin gracia y en general de lo peor de la película.

Lo mejor son las actuaciones, los actores y actrices ayudan a lo caricaturesco de los personajes, añadiéndoles mucha más personalidad a estos personajes, caracterizándolos a lo grande, sobre todo Joaquín Cosío que dio una interpretación genial de los tres personajes los cuales realiza.

Diría que si no fuera por las actuaciones, la historia no sería capaz de sostener esta trama, la cual acabo quedando muy grande para lo que se quiso contar.