Shaft vuelve a Harlem (Shaft 2)

En los 70, tiempos convulsos en USA, fueron numerosas las series y películas policíacas y de detectives privados. Shaft fue una buena respuesta para presentar al protagonista negro que faltaba para dicho papel. Sintetizadores y música disco afroamericana característica, más Harlem como buen escenario, exigían la puesta en marcha de la propuesta y llegó hasta con una serie de televisión.

John Shaft difiere en personalidad con los detectives blancos, no es irónico ni cínico aunque sí muy rudo. No soporta las bromas ni las provocaciones y las responde con mucha agresividad. Richard Roundtree supo meterse en el papel muy bien dotándolo de gabardina de cuero granate y mucha amoralidad (alterna las relaciones sexuales sin ningún compromiso o también puede ser que estuviera en la onda de por el entonces movimiento del Amor Libre). Es muy popular por el barrio, conoce un montón de gente y trata con la mafia. Otra característica es que siendo detective privado posee una licencia especial para llevar armas e identificarse como policía, con la que colabora continuamente como si fuera un agente más. Puede deberse a que sus procederes superan los límites de la ley y no soporta el trato con los jefes policiales; así que siendo detective privado puede alejarse de la correcta conducta policial.

Este Shat vuelve a Harlem está muy bien planteada, mejor que la parte primera, posee la acción característica de las series policíacas y el final de persecución espectacular.

Segunda entrega del tríptico sobre el Shaft original. Cine negro negro. Blaxexploitation puro al 100 %. Cuando los afroamericanos no tenían que usar cupos absurdos para aparecer en películas. Orgullo negro. Película muy urbana, que nos presenta el submundo afroamericano en New York, en Harlem, con sus organizaciones delincuenciales y apuestas. Donde tenemos capitanes negros de la policía, y mafiosos italianos sensu stricto. Shaft debe proteger a una de sus amantes investigando la muerte del hermano de ésta. Un asunto turbio en el que tendremos idas y venidas, conoceremos rápidamente a los culpables, tiroteos, muertos y un final con una persecución espectacular larguísima, quizás demasiado, usado coches, lanchas motoras y helicópteros. Es gracioso lo del póster ¡con tres helicópteros! Eso es publicidad engañosa. uno y no más. Y sexo, con chicas en ocasiones muy fáciles. Un tipo de cine que hoy no se haría, con tanto lenguaje políticamente correcto que sin embargo empobrece las historias.

Debido al éxito de “Shaft” (1971), los productores deciden filmar esta secuela con la misma fórmula de triunfo de la primera, mucha acción con violencia, autores y los intérpretes son negros y el escenario es Harlem.

John Shaft investiga la muerte de un amigo suyo, pero lo que él no sabe es que su amigo antes de morir desapareció un cuarto de millón de dorales, perteneciente a grupos de bandas criminales dedicadas al negocio de juegos ilícitos.

La viuda del amigo ahora es acosada por estas bandas para dar con el dinero desaparecido.

Shaft debe proteger a la viuda de los grupos rivales de la mafia como de la Policía de New York, mientras trata de dar con el paradero del dinero.

Shaft dio origen a un subgénero de policiales también protagonizados por negros, como lo fueron “Foxy Brown” (1974), “Three the Hard Way” (1974) y “Bucktown” (1975) entre otros. Sobresaliendo sus actores favoritos, Pam Grier, Fred Williamson, Jim Brown y Jim Kelly por decir algunos.

Eso no quiso decir que trataran la cuestión racial, simplemente imitaban los modelos de las películas de acción de Hollywood exagerando sus rasgos más distintivos y desarrollándolos en los ambientes propios de los barrios negros.

La generó por venta de taquillas la cantidad de $10 millones en EEUU solamente, además recibió un premio a los “MTV Movie Awards” para Richard Roundtree por su actuación en la serie de tres películas, incluyendo “Shaft” (1971) y “Shaft in Africa” (1973).

Continuación inmediata de “Las Noches Rojas de Harlem” (1971), un buen ejemplo de cinta policíaca inmersa dentro del “blaxpotation” y en que sus principales protagonistas eran actores de color. Richard Roundtree encabezó una lista de legendarios actores de raza negra que tuvo su rival femenino en la más popular Pam Grier.

Nuevamente el detective John Shaft (Roundtree) se ve metido en un asunto algo turbio con los de su comunidad cuando uno de sus mejores amigos muere tras una explosión, dejando en evidencia que su negocio de seguros y pompas fúnebres era una tapadera para los italianos. Los mafiosos liderados por Mascola (Joseph Mascolo) librarán una guerra para recuperar una cantidad de dinero sustraída de la caja fuerte del negocio hecho añicos. Y Shaft siempre se verá involucrado por el medio…

Más entretenida que su predecesora, Gordon Parks aportó más acción (espectacular persecución final) y suspense en un film que reúne las características propias del género. Un policíaco más pero con el añadido “cool” que siempre dejará como sello la firma de esa películas típicas de los setentas con polis de gabardina oscura, tipos malos con abrigo de piel, chicas semidesnudas entregadas al villano y a la vez al héroe y un buen concierto de tiroteos y explosiones.