Los valientes visten de negro

Aquí nació el mito. Uno de los films más artísticos que ha realizado jamás este hombre. La vi con unos diez u once años, una época en la que cualquier truño de acción casposa pasaba con nota del aprobado. Bueno, pues ésta ni siquiera se acercó. La secuencia contra el coche a cámara lenta es un recuerdo molesto recurrente en mis pesadillas.

Recomiendo verla en una cena de colegas antes de salir de marcha. Y meteros de todo. Cundirá. Saldréis de la casa con un descojone encima y un buen humor que a buen seguro esa noche pilláis con alguna gachí, éso sí, sin intentar imitar los diálogos y las poses de nuestro querido héroe. Objeto de burla desde tiempo inmemorial. Un gran tipo.

PD. El tercer volumen acerca de las 50 verdades sobre Chuck Norris ha sido censurado.

Película dirigida por Ted Post ("Cometieron dos errores", "Regreso al planeta de los simios", "Harry el fuerte", "La patrulla"), que consigue un entretenido thriller de acción, contando con Chuck Norris, que hacía su segunda película como protagonista. La escena más recordada es la de la patada a un coche en marcha atravesando su parabrisas. Vista hoy en día se le nota el paso del tiempo, pero con todo y con eso es entretenida, y podemos ver a una joven Anne Archer como novia del protagonista.

Sin dudas que volver a ver esta película casi 25 años despues de verla por primera vez, hace que uno se replantee mucho sobre los gustos cinéfilos personales que tenía antaño.
La patada voladora de Norris contra el parabrisas de un auto en marcha es, probablemente, la escena que más recordamos todos quienes la vimos en nuestra adolescencia. En su momento tuvo su impacto. Vista hoy parece más una demostración del uso de la cámara lenta que una necesidad argumental.

El asalto al campamento enemigo al comienzo de la película es casi un festejo de fuegos artificiales mezclado con un espectáculo de saltimbaquis; mucho tiro, mucha explosión pero poca coherencia. Por suerte, Norris aprendería a tomar por asalto campamentos vietnamitas en forma más correcta varios años despues en las "Missing in Action" 1, 2 y 3.

Y poco mas. No hay mucho más para recordar en un film de acción solo aceptable para los canones del cine de género clase B de los 70, demasiado regular, tirando a flojo y solo para incondicionales del ex héroe bigotón.

Primer éxito en la demencial carrera de Chuck Norris como héroe de acción. Se trata de una película de bajo presupuesto en la que Chuck, más rubio que nunca y con un look muy setentero, interpreta al jefe de un comando de élite que después de una misión de rescate fallida se convierte en el objetivo de un misterioso asesino que también está acabando con la vida de sus hombres.

La trama es más que nada política y viene a denunciar los abusos de los poderosos para con su propia gente así como los tratos extraoficiales a los que llegan para deshacerse de las personas problemáticas. Hay pocas secuencias de acción. La más recordada es aquella en la que Norris atraviesa el parabrisas de un coche con una de sus patadas para liquidar a uno de los malos. Por su puesto no faltan las míticas patadas giratorias marca de la casa que Chuck y su hermano Aaron coordinan, este último como especialista.

En el reparto destaca la presencia del veterano Dana Andrews en uno de sus últimos papeles, James Franciscus (visto en la secuela de El planeta de los simios o El gato de las nueve colas) y el debut de la estimable Anne Archer.

Sé que es mala pero gana bastante viéndola en alta definición porque la calidad de imagen del dvd era paupérrima, así que le voy a dar un cinco con un par.

Si los valientes visten de negro, los que además se postulan a convertirse en leyendas del cine de acción gastan un vigoroso mostacho que acojonaría a las moscas.
El segundo zarpazo -y el primero que conserva su popularidad intacta- de Chuck Norris en USA se anticipaba algunos años a 'Commando' (1986, Mark L. Lester) plantándole cara a una conspiración para el exterminio sistemático de antiguos miembros de un comando de élite al que perteneció otro mayor de nombre John y ultramolonazo apellido...
¡Quieren cazar a John T. Booker! Y para interceptar y machacar a sus verdugos, el rubiales -rubio natural, de momento- le confia los mandos de la dirección a Ted Post, un señor con sobrada experiencia en eso de que los héroes sean asediados por los suyos cuando acaban convirtiéndose en el enemigo -poco antes dirigió la mejor secuela de Harry Callahan, 'Harry el Fuerte'- y tiempo después tuvo los santos cojonazos de rodar un remake de 'La Diligencia' (1939, John Ford).
Pero vamos a lo que vamos, porque lo que aquí se marca es, al 70 y al 30 por cien, un pseudothriller político y un buen actioner de venganzas con el perseguido ex mercenario que se ventilará sin pestañear a los sicarios que le envíe James Franciscus -que repite con Ted Post, tras dirigirle en la televisiva 'Night Slaves' y en 'Regreso al Planeta de los Simios'-.
Eso sí, estamos ante el Chuck Norris de la década de los 70. Así que, pese al prólogo bélico -otro género en el que se refregaría lo suyo- vete preparando para un justiciero vengativo igualmente poco propenso -al menos en esta ocasión- a arrear leña (para la que tanto él como su hermano Aaron exhiben su valía en las puntualísimas coreografias de lucha).
Daba para más el asunto.