Remando como un solo hombre

Pues eso, que sí ya en la sinopsis de tres lineas cuentan el final de la película,pues no se yo... ahh y además Bruce Willis estaba muerto, ya de paso.
Hablando de la película pues no está mal, larga de metraje,pero bueno ese es un mal endémico en los tiempos que corren,bien ambientada y dirigida.
No es nada del otro jueves,pero a mí me ha entrenido.
Si te gustan las pelis de deporte y superación personal te gustará fijo.

*La historia no tiene conflicto ni emoción

The Boys in the Boat viene a contarnos la típica historia de superación deportiva estadounidense, la de que si quieres puedes, con esfuerzo y determinación. Y no hay nada malo en ello, solo que la película es demasiado prototípica; tiene una casi completa carencia de emoción e intuyes cómo va a terminar desde el principio.

Y ese tampoco es su principal problema, me preocupa más la incapacidad de George Clooney de dotarla de sentimiento o de un conflicto a lo largo de su duración. La narrativa se reduce a presentarnos los hechos y logros de estos deportistas a lo largo de su camino; pero no consigue que el espectador se implique en las hazañas, no van acompañadas de épica o gran tensión, ni siquiera son capaces de generar alegría.

Se presentan dificultades a lo largo del camino, aunque no terminan de ser hechos que puedan poner en riesgo real la consecución del éxito. Y quizá sea esta una de las claves, quizá la historia no dé para ser una película, o por lo menos una película que pueda generar esa emoción tan necesaria en un drama deportivo de estas características.

*A destacar

No puedo decir que se me haya hecho del todo aburrida, no todo es malo en The Boys in the Boat. Las escenas de remo y competición tienen cierta tensión y están bien rodadas; el hecho de que el deporte sea menos popular, hace que el interés aumente, al menos es mi caso, por conocer más sobre esta disciplina con bastante tradición y saber más sobre esta hazaña.

Además, la ambientación de la década de los 1930 es bastante decente, desde las indumentarias de los deportistas y el vestuario general a las localizaciones y a su aspecto. Sobre todo, impresiona el aspecto de la Berlín de los Juegos Olímpicos de 1936, con algún guiño a otros deportistas e historias más reconocidas del evento que se celebró en pleno auge de la Alemania nazi.

*Personajes sin la profundidad necesaria

Callum Turner como protagonista está correcto, sin embargo, no genera la empatía que debería despertar una historia como la de su personaje y el resto del equipo de remo de la Universidad de Washington; no he tenido el sentimiento de orgullo o esperanza porque consiguieran su objetivo. Asimismo, Joel Edgerton, que es el actor de más renombre de la cinta, tampoco sobresale; está también bien, como el resto del reparto.

Aunque los actores no hagan por destacar, tampoco creo que sea su culpa; se puede justificar en que los personajes son demasiado planos como para ofrecer más. Pero igual, estos personajes, no tenían la capacidad de ser más profundos, al ser una historia basada en hechos reales.

*Conclusión

George Clooney nos presenta con The Boys in the Boat una película prototípica y relativamente amena de superación deportiva y ejemplo del sueño americano. No consigue imprimir emoción a la historia, ni profundidad a sus personajes interpretados correctamente.

Escrito por José Luis Arribas Gala

George Clooney vuelve a apostar por la superación norteamericana en una historia de hombres levantando a la nación... pero que se queda cortita como todas las veces que el aclamado actor se pone a los mandos de una película. En lo personal, salvo en ''Suburbicon'', me parece un director torpe y desfasado, incapaz de dotar un sello personal a sus películas.

''Remando como un solo hombre'' es un automatizado y desangelado drama deportivo que navega a velocidad de crucero entre sus anodinas y prototípicas secuencias sin aportar nada a una historia que carece de emoción humana al restarle la importancia de las pruebas para cada uno de los 8 integrantes del equipo de remo de la universidad de Washington que, a la postre, competiría en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936. Solo con su fecha histórica tiene los ingredientes suficientes para crear una historia de curiosidades y giros sorprendentes entre bambalinas, pero no hay donde rascar... o no supieron aprovecharla.

Su principal problema, más allá de la carencia dramática, es el elenco de pobres personajes pocos definidos y que no empatizan con el público. Los diálogos son tontos y dubitativos, problema principal de no saber qué hacer con tanta cantidad de personajes.

La desaparición de toda heroicidad estadounidense desconcierta totalmente en un discurso que anuncia constantemente los sucesos que van a ocurrir sin pretenderlo, haciendo que nada sorprenda. Clooney está totalmente inoperativo en su faceta como director, dotando a la película de una realización correcta (acompañada de una ambientación y vestuario acorde al momento temporal del film), pero plásticamente aburrida y común. Además, se decante por unos sucesivos montajes de los entrenamientos con una música orquestal pensada para no despertar al espectador de su siesta. Ni conflicto ni acción.

En definitiva, es fría y su excesiva duración no ayuda a mantener el corazón en un puño para ver si logran (¿no es obvio?) su objetivo.

George Clooney se ha ido especializando en películas de las que no se puede afirmar que sean buenas ni malas. Dirige con estilo invisible, clasicista; por desgracia, el clasicismo no siempre es sinónimo de calidad: clasicismo a veces quiere decir, simplemente, anticuado.

En los años treinta, un universitario de origen humilde intenta meterse en el equipo de remo; lo que ocurre después no te sorprenderá. El guion de esta cinta te lo escribe una IA en un día flojo. Es la típica y tópica historia de superación que hemos visto mil veces; cambias el remo por cualquier otro deporte, y te funciona igual. Al protagonista le acompaña el amigo simpático, la novia guapa, el entrenador duro pero justo, el anciano bondadoso que te viene a soltar la frase perfecta en el momento exacto... La acción transcurre con parsimonia. Todo resulta soso, previsible, inane. Me aburre un montón; en cierto modo, eso me hace sentir culpable, porque está correctamente interpretada, ambientada y dirigida... pero le falta algo. Le falta alma.

Una película bien contada, con una narrativa fluida, la historia central, nos regala un romance, más una sentida y dolorida historia de vida.
Se entrelazan muy bien todos los personajes, haciendo el film más interesante, contando un poco de cada uno.
Entre cada competición (que sería el plato fuerte del film) nos da un bocado nuevo en la historia principal y los secundarios, para tener un final muy predecible pero real y bonito.
El punto malo es que ya vimos demasiadas películas de deportistas superando obstáculos y por eso no sorprende del todo, pero así y todo funciona.
Buena.