En mil pedazos

Comenzaré diciendo que para mí la película se me queda a medias en casi todo lo que intenta. Descubrí la película un poco por casualidad (no he leído el libro en el que se basa) y viendo el buen reparto que tiene confiaba en que la película fuera algo más compleja.

Nos encontramos con un relato de superación a una adicción. De como alguien que está viajando a la deriva es "secuestrado" para empezar una rehabilitación en una clínica donde se encontrará con personajes que le ayudarán a recuperarse y coger las riendas de su vida.

La película aborda numerosos temas que, en mi opinión, se quedan muy encima de la mesa y en los que se profundiza poco. Además, contiene diversas escenas oníricas de las cuales se podría haber sacado mucho más partido.

He de decir que muchos de los actores aquí presentes están completamente desaprovechados (en territorio spoiler desarrollo más esta parte), pero Aaron Taylor-Johnson da la talla en su interpretación del protagonista adicto a prácticamente todo, aunque puede desesperar en ciertas partes de la película con la actitud que le da el guión (que lo firma él mismo) a su personaje.

Tenemos muchas películas de éstas características y es una pena que se quede un poco a medias en todo lo que nos quiere contar. Una oportunidad desaprovechada para hacer algo diferente con un tema tan recurrente. Además, todo deriva en cierto cliché y hay situaciones que son un tanto difíciles de creer.

El tercer largometraje de Sam Taylor-Johnson, directora del biopic sobre John Lennon Nowhere man y del drama erótico Cincuenta sombras de Grey, es una historia de superación personal de un joven adicto a las drogas y al alcohol que, después de un accidente, va a rehabilitarse a un centro de Minnesota. Su hermano, una terapeuta, una paciente y el personaje secundario de Billy Bob Thornton, serán los encargados de recuperar a un desgraciado para salvarle de su espiral autodestructiva. En este viaje de superación personal, James, el protagonista, deberá reconquistar su libertad.

Filmada al estilo indie americano, la narrativa de esta obra no nos descubrirá ningún personaje que no hayamos visto antes en el cine, ni nos deslumbrará con giros de guión imposibles; pero es una película bien escrita, con personajes que representan arquetipos sin ser superficiales, y controlada por una cineasta, Taylor-Johnson, que sabe contar historias.

La originalidad estriba en las transiciones entre escenas, momentos en los que la realizadora se toma la licencia de incluir pequeños fragmentos con estética y movimientos de cámara tipo videoclip que, en ocasiones, le dan un toque surrealista y soñador a esta cinta.

Aparentemente basado en hechos reales, el guión adapta las memorias de James Frey, quien en 2006 confesó a Oprah Winfrey que la mayoría de las peripecias de su libro fueron inventadas. Curiosamente, Frey es coguionista junto con el matrimonio Taylor-Johnson.

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Una controvertida adaptación del libro de James Frey que supuestamente contaba sus memorias y que después de conseguir ser un Best Seller, se demostró que todo fue una invención. Algo que no gusto mucho al público y a la prensa en Estados Unidos. Con esta premisa en el film se ahorra el lema de "Basado en una historia real".

Con 23 años, James Frey se despierta en un avión y descubre que tiene rotos los dientes y la nariz. No tiene ni idea de hacia dónde se dirige, ni tampoco ningún recuerdo de las últimas dos semanas. Alcohólico  y adicto a las drogas durante toda su vida, ingresa a una residencia para desintoxicarse. Allí, encontrará a muchas personas con problemas de adicción. Esta es una historia de recuperación y amor, una historia de amistad y esperanza. Durante seis semanas veremos si la rehabilitación funciona....

El personaje de Frey es repugnante y egoísta, está bien interpretado por Aaron Taylor-Johnson (Kick-ass) que por cierto escribe el guion junto su esposa Sam Taylor-Johnson que es la directora del largometraje. El actor nos muestra un gran deterioro físico para el papel en esta historia brutal de superación a la adicción. Junto a Aaron aparece Charlie Hunnam como su hermano, Billy Bob Thorton y Juliette Lewis.

La directora muestra estilo detrás de la cámara, pero no termina de ser un drama suficientemente creíble, quedando la historia en algunos momentos engañosa, y eso que cuenta con escenas bastante poderosas, pero queda un film demasiado convencional. Desde luego comparándola con películas del mismo tema tipo "Días de vino y rosas", "Diario de un rebelde", "Réquiem por un sueño", o la reciente "Beautiful Boy" queda bastante deslucida. No por ello carece de cierto interés por lo que se puede recomendar su visión.
Destino Arrakis.com

Sumida en la obviedad mas evidente, es tan pretendidamente profunda, que cuando la analizas, te das cuenta que no dice nada y entretiene aún menos.

Contiene multitud de reflexiones muy reflexivas, siempre dentro de la reflexión, para hacer reflexionar a la gente, apoyadas por esa dimensión sobredimensionada de la estupidez mas "trascendente".

Es como un telefilm que desea mostrarse relevante y sustancial, para públicos fácilmente impresionables, con ínfulas "intelectualoides", a quienes la búsqueda de una identidad de cartón piedra, se afianza a través de frases metafísicas de enorme simpleza y necedad... Dejo una muestra en spoiler.
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No he leído el libro, no sé si la película es fidedigna a él, pero es cierto que cuando salió escandalizó a la sociedad estadounidense.
La película no muestra una locura innata, más allá de la adicción y posterior cura terapéutica a la que es sometido.
La diversidad de sus personajes todos muy variopintos, algunos desaprovechados, rompen la trivialidad del film con un protagonista bastante contenido sin llegar nunca a la extenuación.
No presenta una ambición que podría desbordar la historia y esas espléndidas actuaciones que esperas, van con el piloto automático durante todo el metraje y una dirección demasiado convencional.