La aventura de Plymouth

Clarence Brown, director de muchos títulos interesantes desde la época muda se adentra en la historia de los primeros colonos en tierras americanas.

la película estaba basada en el viaje del famoso Mayflower, que llevó a los peregrinos a las nuevas tierras del nuevo mundo, desde Inglaterra junto a su capitán, el déspota y duro Christipher Jones.

Quizás desde un principio no tenga esa fuerza visual ni una de esas fotografías coloridas típicas de la época como "El mundo en sus manos", "El hidalgo de los mares", "El viejo y el mar", etc.. pero esta película no basa su fuerza en eso si no más bien es un drama narra la situación y vida de los personajes, sin transcender mucho.

Spencer Tracy una vez más borda su papel, pues siempre tuvo pinta de marinero, aunque lejos queda su personaje de Manuel en "Capitanes intrépidos".
Gene Tierney está totalmente desperdiciada, sumida en un personaje vacío y con escasas pretensiones, solo nos deslumbra su belleza en esos primeros planos.

Creo que estamos ante una película bastante interesante, que no es ni mucho menos de las mejores sobre la historia, ni del director. Mi nota sería un; 6'5

Interesante film dirigido por uno de los viejos cineastas de Hollywood, Clarence Brown, autor de títulos estupendos y que aquí consigue una entretenida mezcla de cine de aventuras e histórico.
El fondo de lo narrado, el hecho que se cuenta, es histórico, es cierto, aunque me imagino que la mayoría, si no todas la historias que suceden dentro del Mayflower, son inventadas para la ocasión. Al fin y al cabo es cine de ficción, no documental.
Muy bien interpretada, sobre todo por Spencer Tracy, componiendo un personaje poliédrico, con muchas aristas, excelentemente ambientada y con una soberbia banda sonora del maestro Miklós Rósza, la cinta se sigue fácilmente, resultando en todo momento amena.
El guión no tiene momentos muertos, siendo la autora Helen Deutch, que adapta la novela de Ernest Gebier.
Un film agradable, con momentos intensos, algunos que para la época son un poco subidos de tono (los reiterados intentos por seducir a Gene Tierney (una mujer casada), a cargo de Tracy) y buenos diálogos.
Además, la duración es estándard, cosa que, tratando el tema que trata podría haberse extendido más de la cuenta.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es

!Vaya!. Me he llevado una gratísima sorpresa al ver este film, que a tenor de los votos recibidos y la puntuación que le otorgan mis almas gemelas, pareciera una película del montón poco digna de rescatar o merecer un revisionado.
Pues yo no estoy de acuerdo en absoluto. Me ha parecido una muy digna película de aventuras marinas clásicas, con el aliciente de estar muy bien arropada por un guion interesante, maduro e incluso muy instructivo.
Dirigida por Clarence Brown, autor de muchas interesantes películas, entre ellas " Ana Karenina", " El demonio y la carne", ambas con esa gran actriz que fue Greta Garbo y muchísimas otras películas interesantes tanto de comedia, drama o género negro.
Éste fue su testamento cinematográfico y en mi opinión, lo hizo con la cabeza muy alta. No es una obra maestra, pero la historia que cuenta, tiene muchos puntos de interés, tanto desde el punto de vista histórico, como desde el punto de vista actual, como luego ya aclararé en el spoiler.
La acción se situa en 1620. El reino de Inglaterra es dueño de ese territorio inexplorado allende los mares, que recién conquistado, estaban ávidos de explotar por sus numerosas riquezas y se apresuraban a " invitar" a numerosos súbditos a fundar colonias en aquellas costas que en un futuro próximo, se convertirían en los EEUU de América.
Esta es la historia pues, de un grupo de esos pioneros, en este caso puritanos disidentes de la iglesia de Inglaterra, quienes perseguidos por su fe, decidieron embarcarse en el Myflower para fundar su propia colonia, donde pudieran practicar libremente su culto.
Junto con otros parias de la sociedad inglesa, huídos de la justicia, huérfanos, mendigos etc...que a Inglaterra le sobraba, embarcaban a bordo en una aventura temeraria, cruzar el Atlántico a bordo de auténticos cascarones de nuez donde a la gran mayoría de ellos, les esperaba la muerte y a los pocos afortunados, una tierra salvaje por construir.
Spencer Tracy, es el capitán del barco. Un hombre solitario, huraño, amargado,a quién lo único que le importa son los honorarios que va a recibir por esa empresa y a quién las vidas de sus tripulantes le importan un carajo. Es un misántropo y desprecia a esos aventureros, a quienes considera ralea, que van a explotar y robar a los nativos por codicia o ambición.
Nos cuentan pues la travesía, llena de peligros y dificultades como nos contarían después en los westerns las odiseas de los pioneros en sus caravanas, en las conquistas del Oeste. Solo que en este caso transcurre en el mar.
Esta película se llevó en 1953 el Oscar a los mejores efectos especiales. No es para menos. Para aquella época, hay que reconocer que las escenas de las tormentas o de los marineros faenando en aquel barco, subidos a las velas están muy bien rodadas. Es posible que no tenga la espectacularidad de otras obras maestras del género como " El mundo en sus manos" por ejemplo, pero ésta, no es nada desdeñable.
El guion y los diálogos me parecen acertadísimos. Nos dibujan muy bien las causas y los motivos de los inmigrantes mediante la voz en off de un narrador y he descubierto que, la historia del hombre no ha cambiado en lo más mínimo y que los emigrantes antes y ahora, son tratados exactamente igual.
Una película pues, que no entiendo en absoluto su baja nota, merece algo más. Créanme. ( spoiler).

Sencilla, directa, básica, interesante, intrigante, forzada, reiterativa, densa, profunda, sutil, emocionante, emotiva y ética producción de cine clásico de aventuras, presentada y desarrollada en forma de relato de supervivencia en el que un grupo de colonos con nuevas ilusiones, emprenden una travesía en la que su voluntad y fuerza, serán puestos a prueba ante las dificultades.
Los responsables de la película consiguen confeccionar una historia de supervivencia interesante y convincente, presentando temas de interés, como los de: amistad, honor, amor, camaradería y orgullo, para llegar a unir fuerzas por un bien común.
Los efectos especiales de la época consiguieron un merecido premio Oscar, logrando hacer que las tormentas y oleajes sufridos en alta mar, resulten convincentes a pesar del paso del tiempo.
La historia que presenta y desarrolla, deja espacio para conocer las intenciones y metas de los diferentes personajes, haciendo que todo vaya logrando conectar, a pesar de que presente algunos problemas de credibilidad.
Gran trabajo de los protagonistas y secundarios, destacando la presencia de grandes figuras del cine clásico, como: Spencer Tracy, Lloyd Bridges y Gene Tierney, estupendo en sus respectivos personajes.
La aventura de Plymouth, queda como un relato de supervivencia intenso y emocionante, con buenas dosis de emociones y tensiones.

Estamos en 1620. El muelle del puerto inglés de Southampton es un hervidero de cargadores y de viajeros que quieren marchar al Nuevo Mundo en el "Myflower" que manda el enérgico capitán Jones (Tracy). Este mientras tanto ultima detalles con el director de la compañía naviera, un auténtico "pirata" que quiere dejar el pasaje en Nueva Inglaterra por intereses económicos, muy lejos de Virginia donde se ha comprometido.
Viajeros que en su mayor parte son puritanos ingleses, una modalidad de protestantes que buscaban "purificar" (de ahí el nombre) la iglesia de Inglaterra de las prácticas católicas que arrastraba todavía. Seguían en esto la línea de los calvinistas europeos de lograr una mayor pureza en la adoración y en la doctrina. Perseguidos por sus ideas buscan en América un lugar donde crear un mundo nuevo, con nuevas normas de gobierno basadas en la pureza evangélica.
El argumento consiste en el viaje a bordo de un gran velero por las procelosas aguas atlánticas mientras a bordo surgen toda clase de conflictos y de penurias, hasta llegar a América donde fundarán la colonia de Plymouth libres de la persecución de la Corona y de la Iglesia de Inglaterra.
Como muy bien indica el título se trata de una cinta de aventuras con un guion sólido, lo mismo que la realización, donde nos esperan magníficas escenas izando o arriando velas en medio de las tempestades, con abundancia de extras y de grandes especialistas. No en vano mereció un óscar a los efectos especiales, sobre todo en las escenas de la tormenta en alta mar.
Mayor altura se alcanza con el estudio de los personajes. Una vez más el viaje geográfico va a provocar también un viaje o viraje interior en los protagonistas. Por una parte los puritanos, generalmente matrimonios, rígidos en sus concepciones religiosas pero dotados de una fuerte personalidad que no se deja avasallar fácilmente por la autoridad, a veces autoritaria, del capitán Jones. Por otra el mismo capitán que, con el tiempo y movido por el amor que siente por Dorothy (Tierney), la bella esposa de uno de los puritanos más significados, experimentará a su vez un giro emocional como nunca había sospechado.
Interpretaciones notables, destaca sobre todo Tracy en uno de esos papeles que parecen escritos exclusivamente para él. A su lado, el resto queda bastante eclipsado.
Como corresponde a una película de viajes en aquellos viejos cascarones donde los viajeros se amontonaban en bodegas y sentinas, abundan las enfermedades producidas por la insalubridad del ambiente, humedad, mala alimentación y falta de agua para una higiene mínima. Por ejemplo escorbuto, tisis y otras enfermedades pulmonares, sin contar las heridas producidas por los golpes en los bruscos vaivenes que producían los golpes de mar o incluso algunos accesos de locura.
Aunque la trama sentimental es un poco floja, estamos ante una buena película de aventuras con bastante rigor histórico. Recomendable.