La llamada del espacio

Película de sci-fi de los 60, en la época en la, que, en general, los alienígenas eran considerados un peligro para la humanidad. El film, mezcla con desigual resultado, ideas de "Ultimátum a la Tierra" y "Marte necesita mujeres"; así, el dicho alienígena, de nombre Medra, asesina sin escrúpulos mientras habla con una voz sedosa y aterciopelada, mostrándonos una gran inteligencia. El filme confunde inteligencia con civilización, y por los actos de Medra, nada está más lejos de la realidad.

La historia tiene puntos de surrealismo involuntario. Un alienígena que llega a la Tierra, roba un coche y conduce mejor que Fernando Alonso, esquivando los balazos; que se mueve por la ciudad alquilando locales y conociendo los contactos más escabrosos para sus fines y luego el fin que persigue, tan poco edificante, como relato en el spoiler. Así tenemos un filme policíaco, con chicas desaparecidas, donde Scotland Yard es tremendamente torpe en la resolución. Y el final es absurdo, con el reguero de muertes que ha dejado Medra en su camino. El mensaje que desprende es tremendamente machista.

Ciencia ficción de serie B con ridículo guión rodada por el discreto director que siempre fue el británico John Gilling, mayormente conocido por sus películas para la famosa productora Hammer. El film está rodado con muy pocos medios ( parece más una película de policías) y de su reparto sólo se puede destacar a John Saxon y Maurice Denham. Como anécdota decir que la versión que ví era coloreada. (defenders of the faith).

Nos encontramos ante una infraproducción británica de mediados de los sesenta influenciada -por no decir que succiona- de los clásicos americanos de serie B de ciencia ficción, pero para nada comparable con ellos.

En el caso que nos atañe, nada que destacar, ni la historia, ni la dirección, ni los actores, ni los efectos especiales -no hay-, ni tan siquiera un desenlace enigmático o sorprendente. Nada de nada. Todo es demasiado plano y soporífero.

Para finalizar, se podría rescatar esta cinta de su anonimato por la candidez o inocencia de sus diálogos y/o argumento, por su año de producción, por arriesgar en el guión, por el discurso político que pueda enmarascar.... nada, nada rescatable. No existe perdón para ella, sí para su olvido (y que me perdone su protagonista principal, secundario de lujo en muchas otras, John Saxon).

Más que aceptable diría yo, adaptación de la novela "The Night Caller" de Frank Crisp, y en la que John Gilling nos deja uno de sus mejores trabajos.
En la línea del genero del sci-fi de los cincuenta, pero con un agradable aroma a serie B de manufactura británica, el film nos cuenta la llegada de una especie de meteorito a la tierra, en la que una pequeña esfera que recogen en el lugar del "aterrizaje" parece traer consigo un misterioso y oscuro secreto, con letales consecuencias para los habitantes femeninos de la ciudad. Intenso film que por momentos abandona su temática sci-fi para adentrarse en el genero policíaco, mientras la policía y los científicos investigan la relación entre la esfera y las desapariciones. Una película que mantiene un buen tono a lo largo del metraje y que sobresale por encima de otras producciones de corte similar de la época.
Dirige con mano firme, todo un experto en la serie B, John Gilling, (El reptil, 1966). En el  reparto podemos ver a un jovencísimo John Saxon, (Operación Dragon, 1973), Maurice Denham (La noche del demonio, 1957), Patricia Haines, (Virgin Witch, 1972) y unos cuantos conocidos secundarios del cine británico sobretodo entre los militares de la película, como por ejemplo Jack Watson, (La colina, 1965), visto en ese papel en un sin fin de ocasiones.
Absolutamente recomendable para los aficionados al sci-fi clásico. 

Film británico de ciencia ficción, clara muestra de serie B tirando a C, con algunos buenos intérpretes pero un guión que lastra las posibilidades que tenía la historia.
No comienza mal, con la presentación de la esfera caída del espacio exterior a la Tierra y las posteriores investigaciones de los científicos protagonistas. Hay momentos incluso de humor british en relación al cuidado de los soldados de dicha esfera. Sin embargo, en cuanto "el peligro" sale de las instalaciones y se adentra en la ciudad, todo comienza a tambalearse.
Se vuelve incomprensible, inverosímil (dentro de que sea una peli de ciencia ficción) y al final se incluye claramente en contradicciones que incluso resultan algo molestas en su moraleja final.
No es que aburra a las ovejas, se puede ver pues no llega a la hora y media, pero te das cuenta cuando finaliza que te ha decepcionado por cuanto evidentemente había buenos mimbres en la historia, pero se malgastan en situaciones que bordean, si no caen, el ridículo. Pero, claro, igual no es fallo de Jim O'Connolly, el guionista, sino de que se ha adaptado fielmente (no lo sé) la novela de Frank Crisp.
A destacar, eso sí, la belleza de Patricia Haines, primera esposa de Michael Caine.

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