El amigo

*Antes y después

Como la instrucción mencionaba brevemente, la narración está formada por una estructura discontinua con etapas cortas claramente diferenciadas. El punto de referencia que se nos muestra es el diagnóstico médico, por lo que todas las etapas suelen ir presentadas por el tiempo previo o posterior al conocimiento de la enfermedad. Sobre el papel, esta dinámica cuenta con el punto sorpresivo de no saber que se nos mostrará en cada momento. Además, nos permite comparar el estado emocional de cada personaje, es decir, observar el antes y el después.

El punto negativo, en este caso, es que esta forma de contar es un buen recurso para generar información acorde al drama. Es posible moldear cualquier situación, ya que el espectador desconoce todo pasado y futuro de los personajes. En muchos casos la información recibida puede no parecer acorde, o peor aún, parecer que está metida a modo de ablandar los sentimientos del espectador.

El amigo (Our Friend) no hace un mal uso de esta estructura narrativa, tampoco la utiliza de manera sobresaliente, pero tiene detalles muy interesantes. La utilización de un mismo día (primera secuencia) desde el punto de vista de diferentes personajes demuestra que Gabriela Cowperthwaite se tomó su tiempo en transcribir el guion a la pantalla grande. Uno de los efectos secundarios de esta estructura sobre la película es la dificultad de asumir a Jason Segel como el protagonista de la obra. Casey Affleck, el marido de Nicole, tiene casi la misma importancia que Dane, probablemente por su participación en las diferentes etapas de la película.

*Distancia y espera

Si analizamos El amigo (Our Friend) tras su primer visionado, es obvio que muchos de sus planos tienen una gran duración. Estos lapsos de tiempo permiten al espectador tomar aire en los momentos más tensos o introducirse en la cabeza del personaje sobre el que recae el plano. Observando la primera secuencia percibimos esta sensación sobre Casey Affleck, todavía no entendemos lo que se avecina, pero deducimos pesimismo y debilidad en su mirada. Normalmente, estos planos suelen ir destinados a sujetos aislados, concentrando así la atención sobre el estado mental de los diferentes protagonistas.

La mayoría de estos planos se atribuyen a Casey Affleck y Jason Segel, lo que provoca que ambos se roben protagonismo. Los dos personajes son completamente distintos. Su viaje a través del relato es totalmente diferente, al igual que sus objetivos. Es por esto, que la principal debilidad de El amigo (Our Friend) es perderse en el cruce de ambos senderos

Que incluya planos de elevada duración, no quiere decir que la película sea lenta. Las dos horas se perciben como lo que son, ni un minuto más, ni un minuto menos. El ritmo pausado está acompañado de una estética vacía de artificios visuales. El poderío está focalizado en la actuación y no en los movimientos de cámara, la posproducción o la puesta en escena.

*Miradas

La interpretación de Dakota Johnson, Jason Segel y Casey Affleck es un recital que demuestra el trabajo bien hecho. También se llevaría mención de honor la pequeña Violet McGraw con su mirada hipnótica, pero su poca experiencia y minutos de pantalla la hacen estar bastante lejos del virtuosismo de la tríada protagonista.

El amigo (Our Friend) destaca por ser una película que habla de emociones. Aunque es cierto que la temática no es para nada innovadora, consigue plasmar los sentimientos de los protagonistas sin apenas diálogo. Observar a Casey Affleck mirando a su amigo cuidar de sus hijas a través de una puerta es una explosión de emociones. Los tres consiguen trasladar esta sensación al espectador al menos dos veces cada uno. Por este motivo, merece la pena destacar la expresividad que la directora junto a los actores ha conseguido transmitir. Casi todas estas miradas y momentos suelen ir acompañados de una música sensible pero efectiva, es muy probable que si esta música disminuyera o desapareciera, como espectadores seguiríamos entendiendo el estado del protagonista.

*Conclusión

En definitiva, El amigo (Our Friend) no es una película sobresaliente pero está plagada de detalles que permiten ver el trabajo cognitivo que hay detrás de la película. Su conjunto no está cerca de ser perfecto, a pesar de que se deduce algo de talento tras su acabado final. Una obra que probablemente pueda pasar desapercibida, aunque espero que el nombre de sus actores arrastren al público a sumergirse en esta pieza tan emotiva como entretenida.

Escrito por Ismael Arias

No nos engañemos, la mayoría de los que habremos visto esta película, habrá excepciones, pero la gran mayoría ha sido por los actores. Casey está que lo rompe desde hace mucho tiempo, es el auténtico eclipse de Ben y estoy segura que lo sabe, película que hace película que te parece increíble por la credibilidad que aporta a sus personajes, es un actor brutal, mucho mejor que bueno. Soberbio.
Dakota es de esas actrices que no molesta en exceso pero tampoco es de las mejores que hay en esta actualidad, aún así esta chica tiene un don para elegir papeles, porque es selectiva, en cuanto a Jason Segel...ya le conocemos, no mucho más que añadir, borda lo cómico como lo trágico de igual manera.
La trama de esta película es perfecta para los domingos en los que no te apetece salir y quieres algo intenso, porque esta es intensa hasta hartarte y aún así ya hartos, te siguen pareciéndolo. Es de las que contiene sentimientos encontrados, de dura y desoladora a veces otras roza el sentimentalismo y la risa simplona en ocasiones, rozando el patetismo, hasta el punto de pensar..."pff qué chorrada por favor...". Es extrema.
Sus interpretaciones son muy buenas y la estructura de la película no está mal, pero mejorable, desconcierta un tanto, pero en mi opinión no es la parte mala de la película, la hace más amena y le da ritmo.
Supongo que estas historias las asimilas según va avanzando la película y cuando ya lo has hecho es cuando te calan hondo, yo he llegado a la conclusión de que es una película buena porque muestra una realidad en su más pura esencia de lo que representa y de como se vuelve la gente cuando le cambia su vida de esa manera tan radical, como aflora el narcisismo más absoluto en los momentos más críticos y extremos de su vida, que la gente y el mundo guire en torno a ese ser y todo, absolutamente todo cambie y se distorsione tan radicalmente. Lo refleja de miedo y encima da miedo también, porque es todo tal real...Lo único que no sabría sería recomendarla o no.

Hay que tener el corazón muy duro para no estremecerse con este drama, que aunque pueda parecer que busca la lágrima fácil, creo que la realidad supera siempre a la ficción.

Basado en un artículo de la revista "Esquire" publicado en 2016 que le valió a Matthew Teague el premio National Magazine Award la película nos cuenta la triste historia real de su familia con dos hijas pequeñas, cuya madre falleció de un cáncer terminal con solo 34 años. Para superar el trauma emocional el mejor amigo de Mathew, Dane se mudó a vivir junto a ellos para ayudarles en todo lo posible desde que se diagnosticó la enfermedad hasta el final.

Cuando las dificultades de la vida nos dan estos palos, es cuando verdaderamente notamos quien es un amigo de verdad. Todo gira en torno a eso, Jason Siegel sacrifica su vida, e incluso su relación de pareja para ayudar a su mejor amigo con esta triste situación, todo un ejemplo de entereza y de una ternura difícilmente explicable. El matrimonio está interpretado por Casey Affleck y Dakota Johnson, juntos los tres desarrollan una química que se palpa muy bien en el transcurso de todo el metraje.

La narrativa con tantos flashbacks no consigo verla adecuada, creo que esta historia se habría contado mejor linealmente sin necesidad de estos saltos temporales, que lo único que consiguen es liarte un poco.

Tras el magnífico documental de la orca "Blackfish" y la entrañable historia de una mujer militar con su perro adiestrado "Megan Leavey", Gabriela Cowperthwaite se mete de lleno en contarnos esta dramática historia real que cuenta con escenas realmente duras.
Destino Arrakis.com

La mejor película de Gabriela Cowperthwaite sigue siendo Blackfish, claramente. Sus intentos de entrar en la ficción no están resultando demasiado interesantes.
Con todo, El amigo es mejor que Megan Leavy, sin duda, pero tiene un innegable tufo a telefilme lacrimógeno de sobremesa, a drama facilón de problemáticas humanas y enfermedades incurables, que no le beneficia en absoluto. El trabajo de Dakota Johnson, Casey Affleck y Jason Segel es bueno, sin duda, como los tres protagonistas, y la historia es tan terrible que a buen seguro arrancará algunas lágrimas incluso hasta el espectador más duro, pero el tono y la narración son, como decimos, muy facilones y explotan sin disimulo el sentimentalismo.
Correcta y aceptable, desde luego, pero nada más.

Lo mejor: Los tres protagonistas y la elegancia de la producción.
Lo peor: Es machacona en su sensiblería a más no poder, y muy manipuladora.

En este drama se mezcla el evidente dolor de la enfermedad con otros temas tangentes como las peleas, la infidelidad, los miedos o las inseguridades. Son temas que rellenan su larga duración, pero a los que el argumento principal relega a segundo plano. Quizás pretenda detallar demasiados momentos de las vidas de los protagonistas, y por el camino no se dé cuenta de que pierde la posibilidad de desarrollar aún más a los personajes, especialmente a ese amigo que da título a la película y sobre el que recae mucho peso dramático.

La película recurre de manera excesiva a los flashbacks y flashforwards para narrar episodios de la vida de los protagonistas, y es que como recurso puntual tiene sentido, pero las tramas que constantemente intercalan presente y pasado corren el riesgo de perder el hilo conductor.

Sin embargo, el guion también hace bien algunas cosas, como la construcción de personajes. Todos aportan algo al conjunto y están bien definidos. Hay un trabajo interesante en ese marido que duda sobre si estará a la altura a pesar de sus intentos; también en esa mujer que soporta su enfermedad con entereza; o en ese amigo que lo deja todo por estar donde se considera necesario. Desde luego la aportación del reparto ayuda a formar sus personalidades, y Affleck, Johnson y Segel son un trío con química.

Cowperthaite se ayuda de una banda sonora que acompaña a la trama sin resaltar ninguna parte más que otra, o de una dirección muy cercana a la acción, con lentos primeros planos que, sin embargo, no consiguen despertar sentimientos. Un digno drama que quizás obtenga alguna lágrima del espectador, pero al que le falta fuerza y profundidad para sentir su crudeza, para emocionar de verdad.