Las petroleras

Coproducción de España, Francia e Italia, realizada por Christian-Jaque ("Madame Sans-Gêne", 1961) y Guy Casaril ("La profesional y la debutante" (1970). Basada en un argumento de Eduardo Manzanos, se rodó en exteriores de Almería.

La acción tiene lugar en una pequeña población del Oeste americano, colonizada sólo por franceses, en los primeros años del XX. Narra la historia legendaria de Louise/Frenchie King (Brigitte Bardot), jefa de una banda dedicada al asalto y robo de bancos y trenes, formada por ella y sus cuatro hermanas. Tras asaltar el día de Navidad el tren número 19 de su lista, Frenchie encuentra en una cartera del botín el plano del rencho "Little P.", que testifica la presencia en su subsuelo de una gran bolsa de petróleo. Con la ayuda de la tía Amelia, reúne el dinero necesario para adquirirlo. En el rancho vecino viven Marie (Claudia Cardinale) y sus cuatro hermanos, que sospechan que Frenchie oculta un tesoro en el rancho que acaban de adquirir, del que desean apropiarse. Entre las dos bandas se entabla una lucha feroz.

La película es una comedia ambientada en el Oeste, de acción trepidante y comicidad basada en la inversión de estereotipos. La banda más temible, la de Frenchie, está liderada por una mujer e integrada exclusivamente por mujeres, sus cuatro hermanas, hábiles en el manejo de la pistola, el rifle y los puños. La banda de Marie Sarrazin integra a cuatro hombres, sus hermanos, holgazanes, salvajes y torpones. Morgan, el sheriff de la ciudad, habla con pronunciado acento americano, tiene grandes dificultades para aprender la lengua de los habitantes del pueblo, es de carácter débil y voluble y se siente enamorado de Louise/Frenchie, que no levanta en él ninguna sospecha. En el fragor de la lucha, las cuatro hermanas secuestran a los cuatro hermanos, los conducen a su rancho y los mantienen inmovilizados con sus rifles y caricias. Luego se casan ante el sheriff, bajo la amenaza de su revólver. La secuencia parodia y critica el machismo de "Siete novias para siete hermanos" (1954). El punto culminante viene dado por la pelea a golpes, puñetazos y revolcones en el suelo, de Marie y Frenchie, en una larga secuencia que recuerda la pelea femenina de "Arizona" (1939). Se parodia el "Tour" y el chovinismo francés.

La música, intensa, alegre y rítmica, refuerza la densidad de la acción, rica en lances de peligro, caídas, persecuciones y peleas. CC canta en inglés una bonita canción. La fotografía realza la comicidad visual, el erotismo de las protagonistas, la superioridad de la mujer y la inferioridad del hombre. El guión desarrolla una comedia de acción que no deja un momento de respiro al espectador. La interpretación de BB y CC es adecuada y atractiva. Ésta es la antepenúltima película de Bardot. A destacar la presencia de Emma Cohen y Teresa Gimpera. La dirección crea una obra entretenida y vibrante.

La película es atractiva, si bien en conjunto queda por debajo del nivel de calidad deseable y previsible.

Corre el año 1971. Me llamo Christian-Jacque. He decidido hacer una película para mostrarle a los tíos de mi país (y de paso a los salidos de allende Los Pirineos) las tetonas de esas dos actrices tan buenorras como son la Brigitte y la Claudia.

Sí, ya sé que el guión es pobre. ¿Importa algo, acaso?

¿Qué tetas le gustan más, las de la rubia o las de la morena? ¡Ah, pillín..!

Sí, ya sé que el cine francés es otra cosa, pero ¿qué más da?

Bueno, si usted es mujer se dará cuenta que es un canto a las mujeres...¿machista yo?

A lo que vamos, ¿a que tienen un buen par de tetas, eh?

Sí, ya sé que las peleas son un poco mediocres, pero están para rellenar metraje.

Creí que me daría buenos dividendos. ¿Un bodrio? Será para usted, a mí todos mis amiguetes me han dicho que ha salido una película interesante...

¡Jo, qué tetas! Pasarán a la historia del cine y mi nombre con ellas. ¡Hummm..!

No oculto que el mayor atractivo de "Las petroleras" es asistir al duelo de posiblemente las bellezas europeas más aclamadas de los años 60 y en cualquier caso del séptimo arte, una francesa y una supuestamente italiana, Brigitte Bardot y Claudia Cardinale. Yo me inclino sin dudar por la segunda. De hecho, la Bardot no acaba de convencerme aunque tengo que verla de más jovencita para emitir un juicio definitivo. En cambio a Claudia se la ve hermosa, pero además como más cercana y con un despliegue de dulzura, que se le echa en falta a la otra. Aunque para gustos hay colores y aquí las tenemos a las dos en pleno salvaje oeste en una producción conjunto en la que además tienen varias apariciones actores españoles como José Luis López Vázquez, Manuel Zarzo o Emma Cohen.

En síntesis, esta especie de parodia del western tiene su gracia pero es excesivamente boba. Sobre todo, su recta final es delirante y llena de olvidos. Para que se vea el nivel de realismo de "Las petroleras" resulta que Louise (Brigitte Bardot) es la jefa de una banda de ladronas en la que todas son mujeres pero "disfrazadas" de hombres. Pues bien, los testigos no sólo no se percatan de que son en realidad hembras sino que además llegan a la conclusión de que son varones que se hacen pasar por mujeres ¿? Por otro lado María (Claudia Cardinale) es una ranchera que además de mantener a sus necios hermanos a raya, es tan ruda que le da para el pelo a cualquier gañán del pueblo. En fin, se supone que quiere alabar el poder femenino pero a veces cae en el ridículo. Floja.

No hay por qué ser misericordioso: esto es un bodrio, mal dirigido, peor escrito, e interpretado con los pies, y punto. Vale lo que valen los escotes de sus protagonistas, y no hay nada más que hablar. Tal vez ellas se lo pasaron de coña, pero el espectador mínimamente amante del cine, pronto es presa de espasmos y temblores ante la avalancha de insensateces que le sueltan desde la pantalla. Pbre Christian-Jacque, que conoció tiempos muchísimo mejores. Parece mentira que el autor de FanFan la Tulipe, y bla bla bla. Pues eso.

Comedia disparatada, de guión deslavazado y de escasa consistencia argumental cuyo propósito parece estar en la línea de buscar mayor gloria para B. Bardot y para C. Cardinale.
Pero apenas se acerca a su finalidad puesto que la película, en lo esencial, carece de interés.

Simplificadora, con capacidad de fabulación escasa, algo confusa y dando siempre la sensación de poco trabajada, sólo algunos detalles merecen destacarse.
Entre ellos, la presencia de J.L. López Vázquez en un minúsculo papel, la intervención de E. Cohen entre el grupo de protagonistas y, por no entretenernos en bagatelas, la posibilidad de contemplar la preparación de la absenta al estilo tradicional.