Todas las lunas

Título sutil para lo que voy a escribir, porque estoy hasta los huevos de que payasadas españolas tengan tanta publicidad, tanta gaita basada en comedias estúpidas con la misma peña haciendo las mismas gracietas primarias año tras año, y que títulos como éste, pasen desapercibidos. Hasta los cojones.

A veces pienso que el cine español no es malo, es que somos borregos, una manada que vamos al lugar publicitado, allí donde brilla una lucecita en forma de nardo con los mismos enredos, equívocos y soplapolleces de hace 20, 30 año o más, cuando el señor Ozores o Berlanga nos deleitaban porque no había para más, y aún así, para la época, eran productos sensacionales o decentes (más o menos).

Amiguetes, cintas como esta, deberían ser publicitadas, deberíamos ir en masa al cine a verla, en vez de capulladas. Esto es cine, no un jodido capítulo largo de una serie chorra.

Impresionante en todos los sentidos.

Por tocar los kinders (Spoiler1), quizás demasiadas escenas oscuras (puede que culpa mía, no quiero ponerme gafas, jajajaja), pero este debería ser el cine español que cruza fronteras.

Apuntar que quizás no sea para todos los públicos, muchos se quejarán de su lentitud, pero personalmente, quedarán muchas frases en mi disco duro personal (no es spoiler, solo son dos frases): "Deje de usar mi dolor, es solo mío" o "Soy una niña vieja". Entre las magníficas interpretaciones, la historia, la fotografía y todo en general, no puedo más que quitarme el sombrero y zapatear, y decir, que sí, que soy español (lo siento, soy andaluz, no vasco, pero me da igual), y que esta maravilla se ha creado en mi país. Zorionak !!!

Wolf.

*Who wants to live forever

En un primer momento, Ilargi Guztiak. Todas las lunas tiende a generar algo de confusión de cara al espectador; ya que de primeras, no intuyes por donde te quiere llevar el director. No obstante, esto acaba siendo una de las señas de identidad de la película (y para bien). Da la sensación de que el realizador ha querido hacer hincapié, en que esta historia estuviera impregnada de un carácter simbiótico en todo momento. Una mala costumbre que tenemos como espectadores de cine, es la de esperar que las cosas estén bien marcadas; es decir, saber con claridad la naturaleza de la historia y sus personajes.

En esta historia se palpa una ambivalencia tanto en la propia narrativa que presenta la trama, como en los aspectos más técnicos y visuales. Algo que de primeras no llegas a reconocer, pero a medida que va transcurriendo la cinta, empiezas a ver con claridad la intencionalidad que hay detrás de ello. Cosa de la que si nos ponemos a pensar, tiene todo el sentido del mundo; ya que lo que más aterra y genera suspense, es aquello que desconocemos. No es una película de terror, pero sí que es verdad que por momentos, puede dar la impresión de albergar cierta estética de este género.

*Interpretación novel y Josean Bengoetxea

Con respecto al reparto con el que cuenta Ilargi Guztiak. Todas las lunas, podríamos decir que todos cumplen notablemente con las expectativas. A pesar de que tenemos actuaciones muy interesantes como las de Zorion Eguileor o Itziar Ituño, los dos actores más destacables de la película son Haizea Carneros y Josean Bengoetxea.

En el caso de Haizea Carneros, actriz que interpreta el papel protagonista y que a su vez realiza su primer papel en el mundo del cine, convence con una interpretación serena y austera. Es sencillamente lo que el papel requería de ella y la verdad es que lo lleva a cabo de manera formidable. Sobre todo acaba brillando en pantalla, durante el clímax final de la película. Una entrada por todo lo alto de esta joven actriz, que se la espera seguir viendo en próximos trabajos.

En cuanto a Josean Bengoetxea faltan los calificativos, para expresar con creces la tremenda interpretación que lleva a cabo. Ya ha demostrado con anterioridad su gran talento, pero este puede que sea uno de los mejores personajes a los que ha dado vida. Entusiasma la química que tiene en pantalla con el personaje de Haizea Carneros y la complejidad de la que es capaz de dotar al personaje de Cándido. Con todo el respeto del mundo, Itziar Ituño será la que salga en todas las portadas promocionales de Ilargi Guztiak. Todas las lunas, pero las verdaderas estrellas de ella son Haizea Carneros y Josean Bengoetxea.

*Aceptación del miedo

Como comentaba al principio de esta crítica, el principal aspecto en el que intenta ahondar Ilargi Guztiak. Todas las lunas tiene que ver con la inmortalidad. No como algo que dé pie a la pura fantasía, sino como una profunda metáfora sobre la aceptación del miedo, valiéndose de un tema tan recurrente a lo largo de la historia como es la mortalidad humana. Es cuando dejamos ir a lo que más amamos en nuestras vidas, que aceptamos nuestra efímera existencia y paso por este mundo. No hay nada que más miedo nos dé, que pensar en nuestra muerte; aspecto que se reflexiona de una forma muy inteligente y genuina a lo largo de la cinta.

El entender la inmortalidad como una maldición y no como algo que haya que abrazar, es una de las cuestiones que se aborda en Ilargi Guztiak. Todas las lunas. También ahonda en el dolor humano y que relación acabamos manteniendo con él. Hay una frase que dice en un momento dado el personaje de Cándido al personaje de Don Sebastián, que dice algo así como: “No te permito más, que juegues con mi dolor”. Es eso lo que resume los destinos que comparten la protagonista y Cándido; es decir, los dos abrazan el dolor y aceptan el miedo que trae consigo la vida. ¿No es sino el dolor, aquello que nos recuerda que aún estamos vivos?

*Conclusión

Ilargi Guztiak. Todas las lunas es un film que envuelve al espectador, a través de la atmósfera tan ambivalente que presenta tanto en su trama, como en su propia estética visual. Una película que ahonda en una cuestión tan universal como la de la mortalidad humana, valiéndose de una poética y lenguaje visual que la hace única. El reparto con el que cuenta la cinta destaca a grandes rasgos, pero son Haizea Carneros y Josean Bengoetxea los que brillan con mayor luz. En definitiva, una película muy particular que da la sensación de que encandilará a muchos, y en cambio a otros no tanto. No obstante, desde Cinemagavia la recomendamos claramente a nuestros lectores; ya que acaba mereciendo mucho la pena.

Escrito por Daniel Jiménez

Primera película vista dentro del Festival de Cine Fantástico de Bilbao, 2021.
Gala inaugural, en el Teatro Campos, con lleno hasta la bandera (teniendo en cuenta los asientos que deben estar vacíos por aquello del maldito Covid-19).
Están presente varios miembros del film, como el guionista Jon Sagalá, su realizador y también guionista Igor Legarreta y las dos actrices principales. la niña Haizea Carneros e Itziar Ituño.
Y la cinta me ha gustado bastante. He tardado un poquito en entrar en ella pero más porque el Teatro Campos no es el lugar más indicado para ver cine. Creo que el proyector no es el mejor dado que en sus primeros minutos y siendo la fotografía de color ocre, no se ve bien cuanto acontece en pantalla.
Pero dejando esto aparte, que creo que ya es hora de corregir, me ha parecido muy entretenida e interesante por varios motivos.
Es verdad que el argumento, la historia, bebe de otros filmes, como Drácula, Frankenstein, Déjame entrar o Entrevista con el vampiro, que son las que primero me han venido a la cabeza por tener algunos evidentes puntos de contacto, pero en líneas generales considero también que tiene personalidad propia y que se aparta de ellas otorgándole un toque de fábula de corte fantástico, donde la mitología vasca, con su entorno físico y su lengua, tienen gran importancia.
Aspectos como la inmortalidad, el miedo a morir, pero sobre todo el amor paterno-filial, son representados de forma misteriosa, atractiva, con rasgos atávicos, abriéndose la historia con una guerra entre hermanos y finalizando con otra.
Buenas interpretaciones, destacando Josean Bengoetxea en un personaje de hombre herido lleno de cariño y amor y la niña Haizea Carneros, que lleva todo el peso de la cinta de forma ejemplar.
Estupenda fotografía de Imanol Nabea (que el Teatro Campos no he podido degustar en su totalidad...) y envolvente música de Pascal Gaigne, algo repetitiva en su tema central, pero funcional.
Una película, no redonda, algo irregular en su ritmo en ocasiones, pero que merece la pena y deja un buen sabor de boca.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/

Desafortunadamente me cambiaron la sesión con la versión original en Euskera de horario y estuve sopesando si merecía acudir a la sesión de tarde donde pasaban la copia doblada al castellano y ante la posibilidad de que se quedasen definitivamente en ese horario, me animé y me acerqué. Se me pasó pronto la ofuscación al ver que los diálogos son pocos y el hilo conductor es fundamentalmente audiovisual.

La película es tal y como me parecía en el tráiler, una fábula muy bella sobre la vida y la muerte, a pesar de que su deliberada oscuridad consigue crear un efecto desasosegante y tenebroso bastante habitual dentro del cine vasco por otra parte y es que naturaleza y climatología obligan, como no podía ser de otra manera y mas si nos acercamos a la rica mitología euskaldun.

La adaptación que hace el director Igor Legarreta del mito de los “Gauekos”, traducido como “los de la noche”, me ha gustado mucho y me ha parecido mas convincente y creíble que muchas otras películas de vampiros que están mas pendientes de asustar que de contar historias. Digamos que a pesar de su marcada diferencia, está mas cerca del cine de “Entrevista con le vampiro” o incluso la mediática saga “Eclipse”, donde “los de la noche” sufren la condena de la vida eterna.

Estupenda Haizea Carneros como Amaia y Josean Bengoetxea en el papel de “Cándido” el baserritara que elabora quesos y los vende por el valle puerta puerta. La dirección es admirable y el color, la luz, la ambientación y el vestuario notables, quizás el final plantea una duda que no esperábamos, pero no desentona en absoluto con la magia y la emotividad que alcanza la película en todo su desarrollo.

En cada nacimiento interviene la madre, como vehículo de vida, pero al morir siempre lo hacemos solos y aun así… ¿Cómo rellenar la necesidad de amor todos los años intermedios? ¿Y si el dolor o la inmortalidad convierte la soledad en un desierto eterno? Del amor, la soledad y el día a día es lo que trata Todas Las Lunas.

Durante una guerra cruenta, la niña es salvada de la muerte por esa extraña mujer; lo que parece una vida juntas – aunque siempre de noche y viviendo entre sombras – se verá abruptamente cortado por unos disparos y, desde ese momento, la niña es obligada a vivir sola bajo la luna. Pero siempre hay tiempo de rebelarse ante el destino.

En la película de Igor Legarreta hay interés por buscar nuevos caminos en el género, sin dejar de mirar a las reglas “clásicas”, e Ilargi Guztiak recorre un camino de casi un siglo para narrarnos la vida de una vampira niña; por ello es una película pausada, a veces rondando la tristeza ya que narra el fin de una época y un mito.

En esta aproximación al mito vampírico escrita a cuatro manos entre Igor Legarreta y Jon Sagalá, hay sombras de la maravillosa Let The Right One In de Tomas Alfredson, no tanto en la elección de la edad temprana del vampiro, sino en ese mundo frío – nevado en el caso de Alfredson y lluvioso en Todas Las Lunas – donde el mundo adulto está repleto de muros tan vitales como sociales, pero añade elementos propios del País Vasco como son esas aldeas tan alejadas unas de otras – microcosmos con sus propias reglas donde la religión ejerce la represión en ausencia del gobierno – y esas montañas con sus propias mitologías como Basajaun, Mari o Akerbelt. Tal vez se echa un falta mayor recorrido, en su primer tercio, con esas criaturas que siempre viajan tras las guerras para alimentarse de sangre, sobre todo porque algo tan sencillo como una manta de arpillera y la cara tiznada de ceniza resulta potentísimo y repleto de sugerencia.

La elección de Igor Legarreta a la hora de colocar la cámara se revela más que acertada gracias a su sobriedad, casi expositiva, que añade el punto de vista necesario para el discurrir de la historia, ayudado por la hermosa fotografía de Imanol Nabea y la música del siempre elegante Pascal Gaigne.

Una historia de amor, sangre y mitología necesita rostros potentes para sostenerse, y debemos alabar la elección del casting. La debutante Haizea Carneros nos regala una niña a través de cuyos ojos deslumbrantes el espectador descubre el mundo, mientras Itziar Ituño llena el personaje de madre con su fuerza habitual, a pesar de lo corto de su papel, un personaje condenado a vivir entre la soledad y las sombras; Josean Bengoetxea está repleto de humanidad con ese Cándido golpeado por la vida, mientras Zorion Eguileor representa el mundo prepotente de la iglesia.

No tengas dudas y sumérgete sin miedo en Ilargi Guztiak.

https://www.terrorweekend.com/2021/05/ilargi-guztiak-todas-las-lunas-review.html