Haz click aquí para copiar la URL

Ya no creo en el amor

Drama Una mujer casada que tiene un amante comienza a recibir amenazas de una joven que le pide que confiese su infidelidad a su marido. (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2009
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra maravilla que sumar a la saca de Rossellini y un giro en su filmografía de lo más inesperado. A tenor de las pocas puntuaciones que alberga en nuestra web amiga y la ausencia de reseña alguna me esperaba una obra menor con todas las letras, pero la presencia inabarcable de Ingrid Bergman hizo que me lanzara de cabeza. E hice bien. Aquí Rossellini factura un drama preñado de su habitual desesperanza pero dotado de un suspense hitchcockiano logradísimo que prácticamente convierte la película en una intriga trepidante y absorvente, comprimida en 72 minutos (la versión USA contiene 12 minutos más de metraje pero no logré dar con ella) de un vigor narrativo sin fisuras. De nuevo, una Ingrid Bergman más allá del elogio, como bien la definió Bucco recientemente a colación de la extraña y fascinante Stromboli, se erige en absoluta reina de la función. Memorable también la hipnótica BSO, que parece compuesta por un primo hermano de Bernard Herrmann. Y como no, de nuevo una gran labor de Rossellini a los mandos, aunque esta vez el guión no lleve su firma. Quizás se venga un poco abajo en ultimísima instancia, con un final un tanto abrupto y discordante, aunque puede que aquí esa versión USA tuviera algo que decir.
Muy recomendable.
Peter Gabriel 77
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de agosto de 2019
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
140/17(23/08/19) Interesante drama italiano que apunta más de lo que al final ofrece. Dirigido por el maestro del neorrealismo Roberto Rossellini y protagonizada por su entonces esposa Ingrid Bergman (en la última de sus cinco colaboraciones que tuvieron), con sin acreditar del realizador romano, junto a Sergio Amidei (“Roma: Ciudad Abierta”), y Franz von Treuberg (“La conciencia acusa”), basándose libremente en lanovela de Stefan Zweig “Fear” (1920), en lo que Rossellini quiso proyectar una alegoría sobre la reconstrucción de Alemania desde un punto de vista material y moral diez años después de hacer su anterior película alemana, Alemania Año Cero, filmando en Munich y grabando simultáneamente en alemán e inglés. Un relato intenso en el que se radiografía la mentira y los sentimientos de culpa, la redención y las ansias de huir de tus errores. Film que tiene mucho de cine negro, mucho de expresionismo gótico, y sobre todo mucho del fatalismo-pesimista de director, con momentos de gran intensidad y tensión, donde la mítica actriz sueca interpreta a una esposa que se enfrenta a problemas matrimoniales tras haber cometido adulterio. Es una cinta que puede atraparte en sus malsanas redes, en el modo en que Ingrid expresa la angustia existencial ante un chantaje que la asfixia en un crescendo opresivo, pero todo es llevado al límite, se pasan de rosca, y cuando llega el rush conclusivo los acontecimientos se precipitan de modo inverosímil, todo para desembocar en un final que manipula al espectador, dejando por el camino algunas lagunas que hacen del film.

Irene Wagner (Ingrid Bergman), la esposa del destacado científico alemán Profesor Albert Wagner (Mathias Wieman), había tenido una aventura con Erich Baumann (Kurt Kreuger). Ella no revela esto a su esposo, con la esperanza de preservar su inocencia y su "matrimonio perfecto". Esto la llena de ansiedad y culpa. Sin embargo, Johann Schultze (Renattew Mannhardt), la ex novia celosa de Erich, se entera del asunto y comienza a chantajear a Irene, convirtiendo la tortura psicológica de Irene en una dura realidad.

El pionero del neorrealismo se salta aquí muchos de sus dogmas como es el introducir música, voz en off, o retroproyecciones tras vehículos en marcha. Ello en un film con algunos elementos hitchcockianos, empezando por un argumento que recuerda al film del mismo año “Crimen perfecto”, donde al igual que uno de los mantras del orondo realizador londinense se examina la culpa, el peso de la conciencia dañada, y como esto puede ir oprimiéndote hasta hacerte explotar.Rossellini cubre el relato con dosis de intriga, ello en un crescendo que siento se reitera demasiado en un y más y más sin aportar demasiado. Aunque por en medio está el mejor tramo del film, el de la visita del matrimonio Wagner a la vivienda rural en los Alpes (deduzco por la vestimenta), donde residen con una nodriza los dos hijos pequeños de la pareja. Creando una alegoría ingeniosa sobre lo que le sucede a Irene, y es que la hija se ha enfadado y cometido una travesura que no quiere reconocer, el padre la presiona sobre liberarse con la verdad, hasta que confesarse culpable. En realidad las palabras de Albert parecen dirigidos a Irene, y ella se mimetiza con la situación de su retoña y pide al marido que la perdone del castigo impuesto, hasta conseguir que se ablande y la perdone. El resto del film deja una revelación que da un giro sustancial a lo visto, pero que resulta un poco artificioso, y tramposo, y sobre todo se precipita en una última fase, que tiene su zenit en una reunión entre chantajista y víctima en un club que se desarrolla de modo chirriante. Para tener un final muy metafórico, pero a la vez forzado.

Entre las taras está la laguna de que no sepamos por qué este matrimonio acomodado, dueño de una empresa química, tienen a sus dos hijitos viviendo lejos de ellos en las montañas, no se entiende si los quieren porque no los tiene con ellos en su vivienda en la ciudad, esto me resulta estridente y hace que uno no sienta mucha simpatía y comprensión por Irene; También encuentro estridente la narración en off, que solo demuestra inseguridad en que el espectador no note lo que piensa la protagonista, impropio de Rossellini, es un recurso que se incrustó en una versión posterior.

Ingrid Bergman da una buena actuación con un rol melancólico-angustiado que lo refleja en su rostro y en su gestualidad nórdica, pero le falta un fondo de motivaciones que le de solidez al rol; Mathias Wieman es muy bueno como Albert, el esposo de Irene, demostrando cariño, ternura, y un grado de rectitud que da un gran contraste con la fragilidad de Ingrid, manteniendo con ella gran química; Renate Mannhardt está estupenda como Johann Schultze, antigua amante de Enrico, demuestra perfidia y mucha malicia mordaz; Kurt Krueger encarna a Enrico, amante de Irene, un rol que en lo poco que se ve me cuesta creer pudo estar emparejado a la refinada; Como anécdota del reparto mencionar que Klaus Kinski aparece en un extremo, actuando en un cabaret.

La puesta en escena sirve para proyectar sensaciones dramáticas, fundamentada en la cinematografía en glorioso b/n de Carlo Carlini (“Los inútiles”), y Heinz Schnackertz (“Die feuerrote Baronesse”), creando emociones con sus patinaos grises, jugando con el expresionismo alemán, con sombras, luces, con calles desiertas que emiten aislamiento en metáfora con el alma de la protagonista, con profundidades que campo que empequeñecen a los personajes; Se suma la música es del hermano del director, Renzo Rossellini (“Roma, ciudad abierta” o “Paisà”), acentuando el desasosiego.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de septiembre de 2018
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, definitivamente este ya no era el Rossellini de sus mejores tiempos. Es lo que suele pasar cuando pones en juego tu carrera por un amor que se muere.
Las películas de la etapa “bergmaniana” de Rossellini reflejan la evolución de su relación con Ingrid, comenzando con potencia para ir decayendo en pocos años hasta su extinción. Si apuestas todo a tu musa, cuando ella va dejando de serlo la inspiración cae en picado, se muestra hastiada y eso se refleja en la obra.
La que podría haber sido una brillante adaptación de la historia de Stefan Zweig se queda en una simplemente correcta versión que no reúne para mí el suficiente interés ni la fuerza necesaria para involucrarme mucho. Irene Wagner ha resultado ser una casi irritante snob que recibió lo que se merecía, por haberse casado sin que nadie se lo impusiera como quien se compra una chaqueta, según el argumento de “Die Angst” de Zweig, y por pasar de sus hijos, a los que sólo ve cuando le da el capricho. He sido un poco implacable con ella, lo admito, pero es que no he conseguido empatizar. Ella solita se lo ha guisado y se lo ha comido, como se suele decir.
Al menos hasta que llegó el giro inesperado y todo dio un vuelco bastante grande. La balanza se equilibró y la irritación que sentía hacia ella disminuyó.
Pero, aparte del digno final, el momento más significativo para mí es la visita a la casa de campo. La hija se enfurruña y comete un acto de rebeldía porque a su hermano le han traído un regalo que ella también quiere, pero que no puede tener porque no es un regalo “para chicas”. Su padre le echa un buen rapapolvo a la pobre niña y apela a su sentimiento de culpa, hasta conseguir que confiese. Ahí se ve que el señor Wagner corta más tela de la que se ve.
Cuando el amor muere, nada puede hacerlo revivir. Al igual que una carrera que pide a gritos un cambio.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de junio de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grande Roberto Rossellini conduciendo esta obra de amor marital, turbulencias y mucha intriga. Ello con la inabarcable presencia de una Ingrid Bergman maravillosa que sobresale con su magnetismo. Junto la Bergman actores de primer nivel todos más que bien como: Mathias Wiedman, Renate Mannhardt, Kurt Kreuger e incluso el celebérrimo Klaus Kinski que sale casi de refilón.

En la historia, una mujer, Irene Wagner (Bergman), está casad con el científico alemán Albert Wagner (Wieman). Se trata de un matrimonio de mujer joven y hermosa con hombre mayor que da poco cariño a la esposa, una relación paternofilial, según yo lo veo.

Es por eso por lo que Irene ha buscado a un hombre joven y apuesto, Erich Baumann (Kreuger), con el cual mantiene una aventura, lo cual ella no revela para preservar matrimonio de siempre en el seno del cual hay dos hijos menores.

Esto la llena de ansiedad y culpa y hete aquí que Johann Schultze (Mannhardt), exnovia de Erich, enterada del affaire, chantajear a Irene para confiese su infidelidad, lo cual que su tormento personal se convierte en una auténtica tortura psicológica, esta vez no psicológica o moral, sino real.

Drama italiano cargado de desesperanza y con un tono denso de suspense. Película cuya intriga absorbe al espectador en unos comprimidos 88 minutos que mantienen la atención en todo momento.

Maravillosa la música de Renzo Rossellini y aceptable fotografía de Carlo Carlini y Heinz Schnackrertz (B&N), junto a un guion palpitante de varios autores y un montaje casi perfecto.

La cinta va viento en popa, y se van aclarando asuntos muy delicados y deplorables de la trama, tanto que resultan sorprendentes sobre todo en la parte final, a la vez que retratan psicológicamente a los protagonistas, sobre todo al esposo.

Pero la obra acaba teniendo un final quebrado e inopinado, tal vez para no resultar chocante para la época y sortear así ciertas barreras morales con la censura.

Para acabar se me ocurren dos cosas. La primera es que por momentos parece una película de Hitchcock; la segunda es que el científico da a entender haber sufrido prisión en campos de concentración durante la guerra, lo que ya no me queda claro es si por su condición de judío o de nazi.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de enero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*CINE SOMBRA*
-La pasión de R.Rossellini por lo oscuro va mucho más allá del B&N. El secreto hace avanzar la historia en interiores cerrados, en bares mugrientos, al acecho bajo farolas, en palcos en penumbra, dentro de coches en la madrugada, en el laboratorio oscuro.
-Ni rítmico ni calmado, el film avanza construyendo la angustia a su debido tempo.
*CINE CÁMARA/CINE CRÓNICA*
Lejos de confiar en el montaje, RR planta su cámara para dar fe como un notario impasible. Ante su inmovilidad y su silencio de plegaria fluyen los sufrimientos de sus criaturas. Durante la primera mitad de los 50 RR filmaba quieto y callado a su amada Bergman rota por toda clase de calamidades.
*CINE TRADICIÓN/CINE IMAGEN*
-RR era profundamente católico y filmaba en consecuencia. Los tiempos cambian, pero la noche oscura del alma permanece. Sin el filtro católico RR es incomprensible e incomprensible fue para la mayoría de los críticos del siglo XX. En sus películas llega casi siempre la redención final, y cuando no llega es porque los últimos serán los primeros en el reino de los cielos y aún queda tantísimo para eso.
-No es que la palabra falte, es que nunca sobra y, así, el clímax nos llega con una alegoría visual inmejorable, sostenida por los cimentos y la fontanería del guion.
*CINE CRÍTICO*
RR usa la razón en la construcción de los personajes y no cae en el dogma ni para apuntalar su posición.
*CINE ASEDIO*
En un principio, parece que estamos en un cine sacrificio y melodramático, pero lo que da valor a la película es la irrupción del chantaje y la actitud del marido que pasa de Ifigenia a Agamenón empujando a Bergman, ciudad sitiada, hasta el límite.
*CINE HUMANO*
Siempre, siempre, siempre RR mira cara a cara a los personajes, no admira, no juzga: comprende y compadece. A escala de seres humanos de carne, hueso y espíritu.
*CINE NATURAL*
Aquí reside la incomprensión crítica ante RR. ¿Cómo pasó de Roma, ciudad abierta a esto? No hay tal sorpresa si entendemos la especie de sus conflictos esenciales: los conflictos personales en RR (políticos, históricos, socioeconómicos) solo fueron circunstanciales. Lo que verdaderamente le interesaba era las plegarias(conflictos sobrenaturales) y las pasiones (conflictos naturales) de sus personajes, como en el este caso: una Bergman arrastrada por pulsiones internas. Eso ya estaba latente en Roma, ciudad abierta, pero los críticos progresistas no quisieron o no pudieron verlo.
*CINE IDEA*
El terremoto formal que fue RR 10 años atrás quedó, eso, 10 años atrás. Ya estaba a otra cosa, así debía ser. RR solo debía ser molestado por pasiones y plegarias. El valor del film reside en las ideas que trata.

*CUERPO*
Una palabra resume toda la película. Y no es el miedo, es la culpa.
*ORGANO*
Destaco uno de los órganos-cine que forman LA PAURA, el de los días campestres del matrimonio protagonista. Allí traza RR un impecable tópico "beatus ille", una oportunidad de redención para la Bergman. Sin embargo, se presenta demasiado pronto.
*CÉLULA*
Sin duda, la célula-cine que domina a todas las demás es la alegoría de Bergman atrapada/ratas de laboratorio.

(Para un primer acercamiento al método crítico ideovisual: www.eltanquerojo.com/single-post/cr%C3%ADtica-ideovisual)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
G_S_Aliaga
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow