White Tiger

Uno de los principios de la Teoría de Darwin defiende que hay que adaptarse para sobrevivir en nuevos entornos hostiles. Esto es lo que le ocurre al camarada Naydenov al sobrevivir a quemaduras del 90% en el cuerpo. Es capaz de autocurarse casi completamente emergiendo como un nuevo ser con una habilidad especial; es capaz de comunicarse con el Dios de los tanques...

A raíz de esto empieza un trepidante juego del gato y el ratón entre un misterioso tanque alemán apodado "White tiger" y un modelo ruso hecho a medida pilotado por nuestro querido hablatanques y 2 camaradas más, que se desarrolla en 2 actos separados pero a cual más intensa...

La película mantiene el interés hasta que casi al final en un giro de guión; más propio del final de 2001 Odisea en el espacio que de la peli de tanques de la Segunda Guerra Mundial que estábamos viendo; nos deleita con unas escenas cargadas de simbolismo miltar que me hicieron comprobar sí por error había empezado a ver otra cosa...

Aún así consigue salvar los trastos gracias a una ambientación muy lograda con una fotografía fárragosa y sucia cuajada de tonos marrones y desaturados que atrapa desde el principio.

Apenas ha llegado hasta nosotros el título ruso Белый Тигр (White Tiger, 2012; ni siquiera traducido al español), una producción rusa ambientada en la Segunda Guerra Mundial que esconde detrás de su argumento bélico una evidente parábola sobre la historia rusa y su condición geopolítica. Con elementos fantásticos y sorprendentes, la película deja difícilmente indiferente.

El argumento es aparentemente sencillo. Un tanquista, interpretado por Aleksey Vertkov es encontrado totalmente quemado en un tanque destruido. A pesar de que lo toman por muerto, consigue sobrevivir milagrosamente y no sólo eso, sino que se recupera totalmente de sus quemaduras (a pesar de que tenía más del noventa por ciento de su cuerpo quemado). En esta parte entra ya en escena el contenido sobrenatural, que formará una parte indisociable de la película y que seguirá hasta el final de la película, que es prácticamente la apoteosis de esta circunstancia. Nuestro tanquista tiene una amnesia que le impide recordar toda su vida pasada, a pesar de que no pierde las demás capacidades, como el habla o su increíble capacidad técnica para dirigir tanques. El segundo elemento fantástico entra en escena poco después, con el tigre blanco. ¿Qué es? Nadie lo sabe. La película, inteligentemente, no pierde el tiempo en explicaciones, sino que siempre deja en suspense la leyenda del tigre blanco, un panzer alemán que no se saben por quien está tripulado, y que se dedica a destrozar el ejército soviético de una manera prácticamente fantasmal. En la primera parte de la película, el filme permite pensar que el propio Tigre blanco puede ser algún tipo de panzer alemán modificado, una unidad de élite construida por órdenes del propio Hitler. Sin embargo, el guion va en otra dirección a medida que avanza la película, y resuelve la situación en los últimos compases del montaje. Una vez acabada la guerra, se explica la esencia del tigre blanco: El enemigo que representa la misma esencia de la guerra, que resulta etérea, fantasmal e indestructible. Y aún así, cuando ya no hay motivo para seguir puesto que que la guerra ha concluido, nuestro tanquista sigue preparándose para la nueva acometida del tigre blanco, porque según él, no ha desaparecido, sino que simplemente está preparándose para la nueva embestida. En una serie de escuetos diálogos el guion nos presenta la esencia intrínseca del propio ser humano, que siempre está dispuesto a destrozarse en la guerra. Nuestra propia alma está ligada al conflicto y los tigres blancos aparecerán, tarde o temprano. La propia esencia mística está apoyada por la utilización de una banda sonora que está prácticamente por entero sacada de la obra de Richard Wagner.

Y el final, resulta tan desconcertante como místico, hay que añadir que no es la única película del cineasta en la que el componente onírico tiene un papel importante, recordemos la obra más conocida de Karen Shakhnazarov como es Город зеро (Ciudad Zero, 1988). En una extraña reunión entre un personaje que sin duda evoca a Hitler y a otro del que no somos capaces de ver el rostro. Quizá para algunos críticos la escena peque de sobre-explicación, pero en la conversación que ambos mantienen, salen a la luz interesantes temas, como la culpabilidad única de Alemania (cuando medio mundo esperaba y deseaba el conflicto entre soviéticos y nazis) o la utilización del holocausto judío como el ocultamiento de otros crímenes de guerra.

Las escenas de acción están más que correctamente rodadas , algo realmente sorprendente teniendo en cuenta la desastrosa calidad de algunas películas rusas bélicas contemporáneas, así como el subgénero de tanques al que se atañe el filme. También hay que tener en cuenta que detrás de las cámaras se encuentra a un experimentado director como Shakhnazarov, quien tiene una carrera detrás bastante profusa.

Desafortunadamente, muchos han considerado a White Tiger como una simple película bélica más, lo que sería un tremendo error, porque el filme encierra una evidente parábola. Podemos decir que hay dos películas en la obra de Karen y ambas concuerdan perfectamente. Además, White Tiger tiene una singularidad especial que la diferencia de otras películas y superproducciones rusas, puesto que esconde algo más que un simple mensaje bélico.

https://neokunst.wordpress.com/2017/02/27/%D0%B1%D0%B5%D0%BB%D1%8B%D0%B9-%D1%82%D0%B8%D0%B3%D1%80-white-tiger-2012/

He aquí una película de la segunda guerra mundial donde salen tanques luchando entre sí. Ya era hora. Porque es difícil de ver escenas como estas, donde las bestias de hierro luchan. Y nada menos dos colosos como un T-34 y un Tiger II. En ese aspecto la película es excelente.

Sin embargo lo tremendo de esta película es el mensaje que quiere transmitir y que de hecho puede ser que la película sea difícil de entender, ya que no es una película solo bélica. Es mucho más que eso:

Se trata de una película rusa, que parte del hecho de que el mérito de la caída de los nazis la tuvieron los rusos. Lo cual es cierto. Aunque entre otras cosas el cine, haya hecho que parezca que sea de los americanos. En ese sentido, en la segunda guerra mundial murieron 220.000 soldados americanos, frente a los 8.860.400 rusos. Por no decir población civil. 17.139.600 civiles rusos murieron. Pero es que además, la película deja claro su mensaje de que de alguna forma volverán los nazis y que ellos, los rusos, tienen que seguir vigilando y esperando. Tarden el tiempo que tarden volverán.

Estamos en el Frente del Este a finales de La Gran Guerra Patria (II G.M., 1943) y los rusos que avanzan incesantemente hacia Berlín, acaban de sufrir un extraño ataque de un acorazado tanque alemán que destruye por completo una unidad. Cuando los oficiales buscan entre los escombros, descubren en uno de los tanques destruidos a un soldado que, no obstante tener quemado el 90% de su cuerpo, aún continúa vivo.

El extraño tanque alemán comienza a ser identificado como, El Tigre Blanco, por unas líneas trazadas en la parte delantera, y el amnésico sobreviviente a quién se identificará como, Ivan Ivanovich ‘Nydionov’ (Iván el Rescatado), será el encargado de enfrentarlo, pues, desde el ataque siente un incontenible impulso por destruirlo. Un extraño sentir místico –o delirante si se quiere- se produce en su personalidad y el tanquista siente que puede comunicarse con “el dios de los tanques” y que incluso éstos le hablan para orientarlo.

La película está basada en la novela, “Танкист” (El Tanquista) que, Ilya Boyashov, publicara en 2008, y con un guion de nuevo escrito por Aleksandr Borodyansky, en colaboración con el también director, Karen Shakhnazarov, la película nos remite inevitablemente a la célebre novela de Herman Melville, “Moby Dick”, donde un marinero conocido como el Capitán Ahab, se obsesiona con la idea de atrapar a una ballena blanca que le cercenó una pierna algún tiempo atrás.

<<TIGRE BLANCO>>, funciona como una suerte de alegato contra los horrores de la guerra, pero, al tiempo se convierte en una alerta para nunca bajar la guardia contra los avances del fascismo en muchas partes del mundo.

Con una lograda ambientación y una muy efectiva fotografía finamente acompasada con la imponente música de Richard Wagner, el director logra mantener un tensionante clima narrativo en el que, el Tigre Blanco, es una suerte de depredador que se aparece por sorpresa para dar golpes certeros, mientras Nydionov y sus tripulantes, Kryuk y Berdyev, se esmeran por impactarlo.

Muy interesante ver el nivel de espiritualidad que podía darse entre las filas rusas y más impactante aún esa conclusión a la que conseguiremos llegar cuando escuchemos las últimas palabras de Nydionov, y sobre todo, las de Adolf Hitler sentado en juicio frente a un ser al que cada quien deberá definir.

Valiosas actuaciones de, Vitali Kishchenko (Fedotov), la suerte de comandante que se verá en la compleja disyuntiva de creer loco, o iluminado, a su oficial tanquista. Aleksei Vertkov, quien tiene a su cargo el difícil rol del hombre traumatizado que se empeñará en destruir al inextricable tanque enemigo; y entre otros, mención para, Karl Krantzkowski, actor alemán a quien, Shakhnazarov, plasma como un Hitler frío, obstinado y premonitorio, con su habitual declaratoria de guerra.

¡Hay que estar alerta! <<TIGRE BLANCO>> es una clarísima advertencia.

Aviso a navegantes: A los que se esperen una película bélica, realmente les defraudará pues pasará una hora y todavía puede que te preguntes qué pretende la película, y a los 3/4 de película un cambio de guión que no sabes por dónde cogerlo, con un final de película con el que querrás saber qué droga estaba fumando el guionista para llevarla a tu próxima fiesta.

Una pena, porque la ambientación de la película es sobresaliente, todo el atrezzo de armas, tanques, uniformes es 100% real, pero se lo carga el que no sea una película bélica en su totalidad (detallo en el spoiler)

Y lo que es de destacar, una batalla de tanques más o menos decente ¡AL FIN! Con técnicas más o menos militares (camuflaje del tanque, encajamiento en un hoyo como protección, utilizar otro tanque de cebo, etc), y las destrucciones de los tanques son realistas, superando a otras películas dónde aparecen tanques como Tali Ihantala, Sven Hassel, o el truñaco de Fury.