Primal (Serie de TV)

La magia del cine radica en hacer sentir al espectador en un contexto en el que se vea incómodo, relajado, alegre, insumiso o cualquier otra sensación. Pero si hay algo que odio del cine y televisión es que me tomen por subnormal.
Guiones actuales en este cine de cuotas que vivimos tienen una gran tendencia,¨ daremos un guión explicativo como si de espectadores subnormales fuéramos¨.
Con Primal ocurre un milagro, sin diálogo alguno transmite mucho más que grandes superproducciones y producciones de catálogo actual.
El montaje, sonido, animación y demás aspectos técnicos y artísticos son encomiables, pero esta crítica no va de eso.
El guión sin guión es la mayor maestría cinematográfica, por eso esta serie es tan buena.

Genndy Tartakovsky es uno de mis creadores favoritos, su forma de plasmar las escenas con esos movimientos rápidos, le dan una energía muy especial a su obra. Star Wars Clone Wars y Samurái Jack me encantaron, por lo que cada vez que crea una nueva obra no dudo en darle una oportunidad. Y de nuevo no me ha defraudado, incluso ha superado mis expectativas.
Tartakovsky logra plasmar la crueldad y la violencia de la naturaleza más primitiva, llevándolo a sus últimas consecuencias. Nadie está a salvo de la ley de la selva y eso nos lo deja claro desde el principio con escenas violentas, con una brutalidad que no tendrá límites, sin tener remilgos en mostrar sangre y vísceras de los cuerpos mutilados. Elimina todo el razonamiento para plasmar esta vida incivilizada, con ello el diálogo. Esto para mí, es una genialidad porque te permite trasladarte mejor a esta época. Tampoco tiene en cuenta que seres vivos vivían en la prehistoria o como eran, lo que le da mayor libertad para mostrar todo lo que quiera, siendo más sorprendente.
La idea inicial de que un dinosaurio y un hombre sean amigos, es muy buena. Creo que lo más difícil era crear esta relación, y consigue que tenga sentido para el espectador desde el inicio.
Otra gran obra de este genio la cual mantiene el nivel a lo largo de sus temporadas, concluyendo la historia cuando la trama lo pedía en un final memorable y que da pie para que exista una nueva saga con nuevos protagonistas.

Primal podría ser considerada el canto de cisne del cineasta (y animador ante todo) Genndy Tartakovsky (creador de series que sobresalieron por su estilo único, cómo "El laboratorio de Dexter", "Samurai Jack" o la miniserie que realizó para Lucasfilm sobre Star Wars: "Clone Wars"). Sin embargo, veo esto como el inicio de su potencial, ahora que se asoció con Adult Swim.
En esta mini serie, Genndy demuestra que prácticamente sin diálogos, aún se puede contar una gran historia. Solo con la banda sonora (desde los FX hasta los Ambientes), y un manejo de los planos indispensable; le puede llegar aún más profundo a alguien, que por ejemplo "12 angry men" (una película maravillosa, pero que justamente, se basa en sus diálogos expositivos).
Todo es bueno, desde las relaciones entre los personajes, hasta el constante suspenso por la supervivencia de los mismos. Ilustraciones crudas que acompañan e intensifican un campo sonoro trepidante.
Cualquiera que haya visto un episodio de "Samurai Jack" va a disfrutar esta serie y cualquiera que no haya visto nada de Genndy, también. Se vende sola, es una carta de amor a la animación. Desde el primer frame hasta el último, se nota la búsqueda de una historia que supere al género (mal asociado a lo infantil).

En conclusión, un merecido 9.

P.D: Sé que vienen más capítulos, pero con estos cinco ya vistos, vale la pena.

De las series más honestas que uno puede ver en televisión hoy en dia. Es difícil explicar el torrente de sensaciones que esta serie despierta en cada uno de los 20 minutos que, aproximadamente, dura cada episodio.

Está tan bien concebida, y los guionistas tienen tan claras las ideas, que cada episodio es además una historia casi independiente en si misma.

Cada episodio que ves, te hace desear seguir avanzando, profundizando en esta inexplicable historia de supervivencia y compañerismo, donde los gestos valen más que mil palabras. Los personajes principales transmiten mucho más en sus honrados gestos primarios, que los vacíos diálogos de muchas películas y series actuales.

Si la inverosímil pareja de un humano y un dinosaurio puede despertar recelos, pronto te olvidas de ese nimio detalle, y te sumerges de lleno en la historia, sin poder despegar los ojos de la pantalla. Cada episodio son solo 20 minutos, pero lo que cuentan va mucho más allá, y la serie transmite tantas cosas, tantas sensaciones en tan poco tiempo, que los episodios no se hacen cortos, y consiguen que en muy poco tiempo te identifiques plenamente con los dos protagonistas principales y sus primarias reacciones.

Pocas veces una serie (o incluso una película) me ha conmovido tanto, me ha hecho disfrutar tanto, y me ha arrancado tantas sonrisas, y puede que hasta alguna pequeña carcajada, sin una sola payasada o chiste.

Es más, viéndola, me da la sensación de que todos, desde el director y los guionistas, hasta los ilustradores mas humildes de cada fotograma, saben perfectamente a dónde quieren ir, qué quieren evocar, qué sentimiento pulsar en mi interior y cómo desplegar, sin una palabra, un tremendo abanico de sentimientos.

Verla, es como encontrar un oasis en medio del desierto, y en el cine llevo 50 años peregrinando en busca de buenas series y películas.

Basta con ver el primer episodio para darte cuenta de que esta no es una serie más. Se desata una tormenta de emociones, se desborda un río de sentimientos, en medio de un mundo nebuloso plagado de sombras descoloridas, en un paraje inhóspito y salvaje, lleno de peligros, en el que la vida, el compañerismo, la amistad, la lealtad, el afán de supervivencia, la inteligencia, la razón y un magnífico diálogo sordo, llenan de luz los 10 primeros episodios de esta brillante primera temporada.

Y llega la 2ª temporada, y la magia se mantiene, en parte. Lanza y colmillo cabalgan de nuevo. Un primer episodio deslumbrante, va dejando paso a nuevas historias, que enlazan con el último episodio de la 1ª temporada. La 2ª temporada, se aparta poco a poco de la genialidad de la primera temporada, y aunque este nuevo hilo argumental se acerca al altísimo nivel de la 1ª temporada, está algo por debajo de lo esperado, y no acaba de arrancar, ni de conectar emocionalmente con el espectador. Se vuelve un interminable episodio de combates y sangre, en el que acabas por perder algo de interés, mientras esperas que algo le dé sentido, por más que el final tenga cierto sentido y dignidad. Aún así, su espíritu (salvaje y delicado al mismo tiempo), la espectacularidad de su sencillo planteamiento, la profundidad de sus imágenes y sentimientos, se mantiene incólume, y confirma que, en este momento, Primal es sin duda, la mejor serie de animación de la televisión.

Al principio dudaba entre darle un 9 o un 10, porque no soy muy dado a puntuar cualquier serie o película con un 10, que reservo solo para películas o series que verdaderamente me han entusiasmado. Al principio le puse un 9, pero al ver el 6° episodio de la 1ª temporada (uno de los mejores de la serie), finalmente caí rendido a los pies de esta impresionante serie, y ya no tuve excusas para no dárselo. Y tras ver el primer episodio de la segunda temporada, me reafirmo en todo lo dicho. Primal es puro sentimiento primario, pura magia ancestral y una forma de demostrar que no hace falta tener el mejor dibujo, ni la mejor definición, para triunfar.

La primera temporada está muy bien. No es realista pero, hasta cierto punto, es verosímil. Tiene elementos fantásticos pero asumibles en el contexto.

Ahora bien, la segunda temporada es una oda a las drogas de diseño.

Sobre todo, me ha molestado el tema de las proporciones. Primero parece que un objeto o un ser tiene una proporción con respecto a los personajes protagonistas, pero esa proporción va cambiando según la escena: el tamaño de los animales, de sus heridas, de los remos de los barcos...

Está bien porque tiene algunas partes muy chulas (los capítulos 1x06 o 2x01 son buenos ejemplos). Pero patinan en otros varios.

Serie interesante, pero no me atrevería a recomendársela a un amigo.