Un verano en Ibiza

Dando por hecho que es una comedia ligera francesa para pasar un rato como nos tiene acostumbrado el aluvión de películas galas , tengo que decir que me resulto divertida y nada aburrida, pudiendo ser un remedio para evitar este calor y meterse al cine a reírse un ratillo.

Philliphe es un burgués parisino (Christian Clavier), de profesión podólogo y de la vieja usanza. Veranea siempre en la Bahia de Somme donde todo es gris y lluvioso. Su nueva novia (Mathilde Seigner) y sus dos hijos adolescentes deciden ir de vacaciones a Ibiza y el a regañadientes les acompaña. El color cambia cuando llegan a la isla española y todo es exageradamente diferente, la sucesión de anécdotas y situaciones comienza nada mas bajar del avión.

El intento de una reconciliación familiar o la diferencia de mentalidad entre los jóvenes y los mayores, se une al desfase que se vive en la isla de fiestas, sexo y drogas lo que provoca muchas situaciones divertidas. Mezclando momentos tiernos y conmovedores con escenas mas locas y con las vulgaridades esenciales en este genero.

Chrsitian Clavier con infinidad de comedias a sus espaldas, muy conocido en España por los exitazos de «Los Visitantes» ofrece un papel bastante comedido y mas bonachón de lo que nos tiene acostumbrados, Mathilde Seigner es un personaje mas opuesto, con mas vitalidad y frescura.. Los dos hijos Julien y Manon mas rebeldes y con las hormonas revolucionadas están interpretados por Leopold Buschbaum (La ultima lección) y Pili Groine.

No pretende nada esta película familiar veraniega, simplemente da lo que ofrece desde el primer momento.
Destino Arrakis.com

Con el cachondo Clavier y le buenorra Seigner pensaba pasar hora y media de desconexión estival de mujer e hija, sin embargo la cosa se me hizo más pesada que una endodoncia sin anestesia. Todo es absolutamente deplorable y cogido con pinzas y cuando llegan al gag de la mierda es ya para salir pitando de la sala. De lo peor visto en mucho tiempo y una pena desaprovechadísima, que demuestra una vez más que ni en con una veintena de filmes pueden lograr algo decente sobre la preciosa isla de Ibiza.

¿Pero qué pinto yo en esta isla de yonkis?? ¿Todo el día con esta música infernal? Algunos actores u/o cómicos van un paso más allá del puro encasillamiento, y hacen de su registro más popular -pero no el único- un sayo. Christian Clavier ha pasado por la fase del contrapunto bajito, feo y bufón a Jean Reno bajo la dirección de Jean Marie Poiré -'Operación chuleta de ternera' o la saga 'Los visitantes'-, incursiones telefílmicas en personajes históricos o adaptaciones de grandes clásicos literarios, e incluso ha probado suerte como un héroe de cómic poniéndose bajo la piel del pequeño galo Astérix. Pero en los últimos años, el actor parisino, y Caballero de la Legión de Honor desde 2008, se ha afianzado en idénticos roles de padre de familia snob, algo protestón y cascarrabias, entrado en la mediana edad, chapado a la antigua y moderadamente racista. Y por supuesto, con un alto punto de histrionismo. Con personajes de este perfil, el punto de inflexión cómico consiste siempre en sacarlo de su zona de confort, mezclándolo en situaciones de enredo con hippies, vecinos extravagantes, yernos de diferentes razas o nacionalidad, okupas, gays, Blanca Jara en tanga haciendo de portorriqueña u otras localizaciones en las que un tipo estrecho de miras podría sentirse como pez fuera del agua: 'No molestar' (2014), 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?' (2014) y su secuela, 'Con los brazos abiertos' (2017), '¿Dónde estás, mamá?' (2017).
Además del público leal al propio Clavier -que lo habrá en Francia-, los subgéneros de películas sobre Ibiza o familias que se van de vacaciones -practicado por nombres tan dispares como Barbet Schroeder, Gabriele Salvatores, Amy Heckerling, Shawn Levy o Ricardo Bofill- suele funcionar como una baza segura de cara al público en la temporada estival.
Y si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?

Amigos lectores, a grandes rasgos este es el argumento de este soberano y descomunal tostón. Philippe es un podólogo conservador de unos sesenta años que, con el fin ganarse a los hijos de su novia, se va con ellos de vacaciones a Ibiza.

La "película" es una bobada simplona sin pies ni cabeza, con el agravante de majadería total. Las peripecias descabelladas que viven el podólogo, su novia y los dos hijos de la novia, son para fallecer de vergüenza ajena. Con un endeble y casi nulo argumento y guión, arranca una insufrible película, una especie de comedia bobalicona que llega a cansar al indefenso espectador. Por descontado, esta no es la peor comedia francesa, pero en la escala del 1 al 10, le otorgo un 3 por las espectaculares imágenes de Ibiza.

Recomendación: Única y exclusivamente para incondicionales y despistados que tenga insomnio.

Cada vez estoy más convencido de que esta página es una muestra más de eso que existe desde que el mundo es mundo: llevar la contraria.
Que alguien ponga un 10 a esta mierda (lo digo porque hay un gag ridículo inspirado en eso) solo se explica así.
Y solo escribo esta crítica para avisar a quienes lo acepten que no caigan en lo que yo caí: ver esta película con la idea de averiguar que pensaba de Ibiza el director franchute.
Pero, salvo algunas tomas de paisajes, lo demás es una trivialidad, sin gracia.
Único mérito: es corta y la desgracia acaba pronto.