El discurso del Rey

Una buena película que tenia ganas de ver y aunque no me ha decepcionado,no me ha parecido tan buena para los premios que tiene y la puntuación que tiene. Es un poco lenta y quizás por estar basada en hechos reales, no pasa nada emocionante. La relación de un monarca con su logopeda y una exageración en lo que parece ser que no fue un trato tan inapropiado de el personaje de interpretado por Geoffrey Rush.
Aun así nos sitúa en una época difícil y crucial para entender nuestro pasado mas reciente. Una de las cosas que más me gustan del cine es que a veces recrean hechos ocurridos en el pasado, que me invitan a documentarme sobre lo que pasó y me ayuda a ampliar mi cultura general. En esta ocasión, la familia real británica, la Casa de Windsor, sus orígenes y sus escándalos, condenados a repetirse, son un tema que aunque no me interesa mucho, pero que forma parte de la historia de nuestros vecinos anglosajones. Las monarquías occidentales en la actualidad son un anacronismo ornamental que acabará desapareciendo.

El duelo interpretativo entre Colin Firth y Geoffrey Rush es muy bueno, los dos brillan con luz propia en una película inglesa que arraso en taquillas y premios el año en el que se estreno.
Colin Firth hizo el mejor papel de su carrera, una interpretación difícil que resuelve con mucho oficio. Hacer el papel de un tartamudo con la complejidad de ser un personaje histórico.
Geoffrey Rush con su físico peculiar hace un gran papel, me gusta en todas las películas que he visto suyas, me parece un gran actor.
Helena Bonham Carter hace un papel discreto y no aporta mucho a la historia, todo el protagonismo se lo llevan sus compañeros masculinos.
Guy Pearce hace un papel en el que dignifica la figura de un rey que renunció a todo por el amor de una mujer.¡Menudo genio!

Interesante el papel que jugo la monarquía antes de la segunda guerra mundial y el ascenso de Hitler en Europa. Como conclusión, creo que en general una película debe verse en versión original, pero en esta ocasión en particular, con más razón.

Una historia real llevada a la gran pantalla de un modo acertado. La película nos muestra los problemas que tenía el rey Jorge VI a la hora de hablar en público debido a la tartamudez que sufría el monarca. El drama se palpa desde la primera escena y este se va incrementando con el pasar de los minutos. Las 2 horas de visionado se pasan volando gracias al ritmo tan llevadero que contiene. Pero hay que hablar sí o sí del reparto porque debido al gran trabajo de todos y cada uno de sus miembros, el filme resulta convincente y agradable de ver para cualquier espectador. Colin Firth realiza aquí la mejor interpretación que le he visto con diferencia, el actor inglés está a un nivel sensacional y consigue darnos lástima durante todo el metraje. Los momentos en los que sale junto a Geoffrey Rush son excelentes, se nota que hay buena química entre ambos en todo momento. El australiano es otro que roza el sobresaliente siendo el apoyo central del protagonista. Lo que en un principio era únicamente un contacto profesional, se volvió una amistad sólida. Luego, para completar el trío de oro tenemos a Helena Bonham Carter. La ex-mujer de Tim Burton, pese a ser la que menos brilla de los 3 actores principales, está muy convincente, sobre todo cuando sufre por la enfermedad de su marido. Es innegable que los 3 mencionados están por encima del resto, pero los secundarios cumplen bastante bien para el poco protagonismo que tienen. La dirección es correcta por parte de Tom Hooper, agradezco que no se haya optado por un drama facilón, sino por uno inteligente y maduro. Le falta emotividad en varias ocasiones, por eso creo que la cinta está lejos de ser perfecta, pero por lo demás la veo recomendable.

Debo indicaros, queridos compañeros, que esta película ha estado muy bien, una completa delicia. Como no tengo ganas de aburriros (ni pudiendo sabría como hacerlo, soy divertido por naturaleza) iré directo a varios puntos clave, uno malo, uno bueno y uno inquietante, que puede que no os deje dormir.

Punto malo. La monarquía. Todo lo que tenga que ver con la monarquía me da un asco horripilante. Creo que es el reflejo obvio de la incultura del pueblo, unos tipos que cobran como nadie, no trabajan, tienen todas las atenciones y, además, la gente les ama. ¡Oh, la aristocracia! Así grita mi abuela cuando habla de los reyes. Gente puesta en el poder sin mérito alguno más que ser el hijo de X o casarse con Y chica real. Odio la monarquía, la odio. Por ello, la historia de fondo, más que esté bien retratada y sea interesante, me desespera al pensar en la riqueza inmerecida que tienen algunos (y luego, se quejan de que la selección española se lleve unas primas bien merecidas y ganadas - la federación les paga con el dinero que han recaudado por su actuación - por hacer felices a 47 millones de personas, mientras que el rey solo chupa del bote y de lo que no es el bote -las arcas del Estado, me refiero-.)

Punto cojonudo. Las interpretaciones y la música, sobre todo estas primeras. El duelo interpretativo que llevan durante toda la película el señor Coleguín First y Geoffrey Rusho es digno de mi más sincero aplauso. En especial, el primero. Esperemos que los Oscars hagan justicia como el año pasado (increíble Jeffrey Puentes en Corazón Salvaje) o como ya han hecho los globos de oro.

Punto inquietante, para dejaros pensando. ¿Qué os parece que, los problemas de un niño mimado como el futuro rey -Colino Flirteante- tan simples y llanos como la tartamudez, tengan más importancia en este film que la segunda guerra mundial donde murieron alrededor de 60 millones de personas? ¿No os deja pensando? ¿No te remueve la conciencia pensar en que estás pegado al televisor viendo las peripecias de Belen Esteban mientras quizá tu abuela necesite que estés a su lado dándole cariño o simplemente compañía? ¿no te llama la atención que te intereses por el nombre del hijo de Javier Bardem o el último vestido de Letizia Ortiz y te den igual los muertos por revueltas en Taiwan?

A mí si me llama la atención y, sinceramente, me da asco para con vosotros.

Un saludo, queridos compatriotas.

¿Qué buscamos cuando vemos una película?
Que nos entretenga, que nos atraiga, que nos pegue a la pantalla, que nos haga pensar, que nos haga reir, que nos haga llorar....
Pues sintiéndolo mucho esta película no lo ha conseguido conmigo.

Me siento en el sofá y me pongo la supuesta mejor película del 2010. La película avanza, pero no me dice nada, lenta, previsible y gris. Continúo esperando un vuelco en la trama o algo que me sorprenda pero nada ocurre, me acabo durmiendo.
Formalmente la película está bien, la interpretación de Colin Firth es buena pero de una actuación, no sale una buena película; el tema del tartamudeo no da para una película por muy rey que seas.
Suerte a los que les gustó, yo lo seguiré intentado con otras películas.

Historia de superación personal, excelentes interpretaciones de actores de prestigio, recreación histórica de una época, "El discurso del rey" lo tiene todo para "arrollar" en la noche de los Oscar. A lo mejor, como a mi, no me interesan demasiado esos fastos, la película me ha parecido ramplona y me he aburrido bastante. Se me ha hecho larga, y eso que no lo es en exceso. Casi adivinaba cada giro argumental, cada réplica en los diálogos.
En fin, queda claro que este no es el cine que me interesa por nuy bien que esté envuelto, que lo está.