El discurso del Rey

- Un ejecutivo de una empresa tiene complejo de inferioridad porque va en silla de ruedas. Un "personal coach" consigue convencerle que su tara es solo mental, y logra presidir la empresa.

- Un futbolista prodigioso está acomplejado porque solo sabe jugar con la pierna izquierda. Su entrenador de juveniles le hace creer en sus posibilidades, y 10 años más tarde se convierte en la estrella de su selección.

- Un político de provincias está acomplejado porque cree que no llegara nunca a puestos importantes, su mentor en el partido le refuerza la confianza, y consigue imponerse, hacerse secretario general del PSOE, y presidir 8 años España.

Buena película, pero buena solamente gracias a la interpretación de Colin Firth, grandioso al conseguir, no solo bordar la parte más visible de su papel, la tartamudez, sino como nos trasmite la angustia al tener que hablar, el miedo, SIN UN GESTO DE MÁS, lo que convierte a mi juicio, a esta interpretación, como la mejor que he visto hasta ahora en el siglo XXI.

Quitás eso, y te queda un argumento de Estrenos TV.

Galardonada con el Oscars a mejor película de 2010. Por algo será pero principalmente por Colin Firth dicen que en V.O. está de escándalo hace de tartamudo como si fuera Jorge VI de verdad, algunas gotas de humor que se agradecen en esta trama muy bien realizada y con un guión esplendido quizás algo lenta, pero que la película sea un tío dando discurso y que se lleve el Oscar tiene mucho mérito, basado en hechos reales.

No lo niego, El discurso del Rey es una buena película. Cuenta una historia emotiva de superación, está muy bien ambientada y la actuación de los actores es bastante notable, especialmente Geoffrey Rush. No es mero entretenimiento comercial y sin duda no deja impasible a quién la ve, por eso le pongo un siete.

Ahora bien ¿Cuatro Óscars? ¿Qué le ha pasado a la Academia ?. El Óscar a mejor película me parece una broma teniendo en cuenta las candidaturas de 2010, citar simplemente al maestro Nolan y a Aforonsky. Sobre las otras tres estatuillas exactamente lo mismo, para nada son merecidas. Buena película pero no da una talla tan grande, ni cine de culto ni obra maestra.

Película pausada, despacito y con buena letra. Tom Hooper tenía media batalla ganada desde que eligió con acierto un triunvirato más que capacitado para llevar todo a buen puerto. Colin Firth está impecable como un moderno Claudio, un tartamudo duque de York a quien los devaneos de su hermano Eduardo VIII lo obligan a aceptar una Corona que estaría capacitado para llevar por educación, pero con el gravísimo problema de no poder hacer oratorias en público.

Un genial Geoffrey Rush presta su acento (el doblaje en castellano es muy bueno, la versión original directamente una delicia) para encarnar al logopeda que le trató con sus heterodoxos mérotos, mientras que esa actriz tan peculiar pero de innegable talento que es Helena Bonham Carter da el soporte de la esposa del protagonista.

El resto del elenco acompaña, toda una primera espada como Derek Jacobi es el arzobispo, lo cual da una idea de lo medido que ha estado el casting. Como bien resalta Maldito Bastardo, con un presupuesto que no era para tirar cohetes, esta speech regia (no se preocupen, sin tener sentimientos monárquicos también puede gustar) funciona con una solvencia envidiable.

Se le echa en falta un poquito de riesgo, aunque tiene momentos para la reflexión ("No sé qué dice... pero lo está diciendo muy bien"), junto con un duelo de actores de categoría envidiable. Mi cancha, mis reglas.

Un cuento de hagas, pero de vez en cuando también hay que ser un poquito Capra.

Increible Colin Firth y merecido Oscar por su interpretación.
Geoffrey Rush llena la pantalla hasta el último momento de la película.
Quizás se ralentiza en algunas momentos, pero vale la pena prestar atención hasta el final.
Película llena de honestidad y bondad en plena guerra mundial.