Shameless (Serie de TV)

Los Gallagher son lo peor, lo peor que se pueda imaginar. Son tramposos, gamberros, delincuentes, amorales, guarrillos y bastante cabroncetes. No tienen ataero ni por el pescuezo. Pero los terminarás queriendo como si fueran de tu propia familia.

Frank, el padre, es alcohólico, drogadicto, egoísta, vividor, abusador, manipulador, guarro.... , un grandísimo hijo de la gran puta sin paliativos. Y sin embargo la vida le ha regalado algo que ya quisiera cualquiera: una maravillosa familia que le perdona casi todo y que cuando no le perdona, intenta olvidar las interminables ofensas.

En esta serie no hay temas tabú, ni complejos dilemas morales. La supervivencia es la llave de cada capítulo, sólo que a Frank le interesa su propia supervivencia y a los Gallagher junior les interesa la supervivencia de la familia por encima de todo. Tanto es así que en esta casa el dinero se comparte en una caja común y todos aportan lo que pueden. Nadie se lleva un céntimo del bote. Vale, no tienen padre y no tienen madre pero ellos han conseguido crear un microcosmos familiar que les hace sobrevivir a todo.

Eso es lo que engancha de Shameless . Esa familia disfuncional y complicada que no se parece en nada a ninguna que conozcamos pero que sin embargo se parece en todos y cada uno de sus personajes.

Odiarás a Frank en cada capítulo a pesar de que no podrás evitar que las constantes muecas de William H. Macy te hagan partirte el culo de risa. Y te enamorarás sin remedio de Emmy Rossum, la bella y maternal Fiona y, cómo no, de Joan Cusack, la inefable Sheila, un personaje entrañable que va in crescendo en cada capítulo.

Gracias, Paul Abbott, por este magnífico regalo que me ha venido acompañando durante bastantes semanas de mi vida y que todavía me seguirá acompañando otras cuantas más. Temo que llegue el día que termine, echaré muchísimo de menos a los Gallagher.

Serie adictiva, transgresora, valiente, elegante y sorprendente. Sinfonía dramática con toques de humor negro y cantidad de situaciones que, si bien te hacen reir, también te mueven por dentro.

Desde "A dos metros bajo tierra" no veía una serie tan maravillosa como esta.

Sin duda, altamente recomendable.

Remake estadounidense de una serie británica que consigue de una manera perfecta mostrar situaciones más que dramáticas de una forma humorística. Muestra la vida de una familia (y de algunos allegados) que viven casi en la miseria, llegando a fin de mes salvando el pellejo en muchas ocasiones de forma ilegal, y en otras muchas cometiendo delitos muy graves.

La principal virtud que tiene "Shameless" es que consigue que empatices con casi todos los personajes pese a que muchos de ellos son, hablando claramente, unos cabrones. El claro ejemplo lo tenemos en Frank (magistralmente interpretado por William H. Macy), un "padre de familia" vago y alcohólico al que lo único que le importa es él. Hará lo que sea para que su vida se base en pasarse el día bebiendo en el bar y en cobrar pensiones que no le corresponden sin dar un palo al agua, y con ese "lo que sea" englobo acciones tan censurables como denunciar a sus hijos, quitarles sus ahorros, aprovecharse de una mujer algo pirada y con agorafobia, utilizar a su hijo pequeño para pedir dinero en los semáforos, sin embargo... ¡me cae bien! Sí, un personaje así me cae bien y esto es posible gracias a la forma magistral con la que son representadas las situaciones. Cierto es que muchas de las situaciones que viven tanto Frank como sus hijos o vecinos son descabelladas y exageradas ("spoiler"), pero amigos esto es ficción y con los tiempos que corren un servidor no quiere ver dramas familiares que te dejen mal cuerpo.

Mucha gente criticará la serie porque es un mal ejemplo, pero ahí es donde reside el error. No es un mal ejemplo porque directamente ni es un ejemplo ni pretende serlo. Es una serie destinada a jóvenes mayores de edad (prueba de ello es que aquí en España se emite a partir de medianoche) que por norma general no imitarán lo que los personajes hacen. Está llena de escenas de sexo, trapicheos, consumo de drogas y delitos, de modo que las personas que aún necesiten un modelo de comportamiento no deben verla y, en caso de hacerlo, es obvio que los responsables no serán los creadores de la serie.

Entretenimiento y carcajadas es lo que os aseguro a la hora de ver "Shameless", olvidad los prejuicios y lo políticamente correcto. Bastante estamos sufriendo con esta dramática situación económica como para ser unos remilgados. A mí la familia Gallagher me hace desconectar del día a día durante un rato, cosa que se agradece.

P.D.: Fiona Gallagher (Emmy Rossum) es la mujer de mi vida, saca a sus hermanos adelante como sea y es responsable en todo lo que hace. Es consecuente con la situación en la que vive, se divierte en la medida de lo posible y encima es muy guapa y está buenísima. A mí me tiene loco. Seguro que la mayoría de los espectadores del género masculino comparten este gusto.

La mejor serie, lejos, que he visto en mis 24 años. Disparatada, cruda, alegre, atrevida y un montón de adjetivos más. Si, todos juntos aunque no lo crean.

No tengo la menor idea de si Shameless fue creada con mensajes sobre la moral (o amoralidad) y los valores (o contravalores); pero aun asi: qué significan esas dos palabras? Quién dice lo que está bien o mal?
Shameless es la clara muestra de que todo está permitido en este mundo, siempre y cuando se respete, en lo posible, a los demás (Fiona), y que cuando eso no ocurre vemos personajes como Frank que hasta puede sacarte de quicio.
Es realmente una serie hermosa, que va como anillo al dedo para todos aquellos que intenten vivir yendo un poco más allá de los límites. Se sentirán identificados con esta super y extravagante familia.

Mantener un nivel de 9-10 durante años cuando están a punto de rodar la 9ª temporada ya es algo que muy muy pocas series (vamos, es que no se me ocurre ninguna) han llegado a conseguir. Shameless es un compendio de drama y comedia soportado por una magnífica puesta en escena coral que explora los sentimientos más variopintos del género humano, llevando al extremo situaciones que, a pesar de su surrealismo, paradójicamente, se nos pueden antojar perfectamente reales.

Una obra de arte en la que los personajes están vivos, evolucionan, con toda la complejidad que implica dejar a un lado el trasnochado y simplón concepto de "personaje bueno/personaje malo". Aquí, los personajes que componen esta familia (y alrededores) son como los del mundo real, con sus grandezas y sus miserias, con sus momentos de honradez y sus monumentales cagadas, que llevan al espectador a sentir unas veces amor, otras admiración, otras odio, otras desprecio... y hasta sentir algo parecido al perdón.

Que una serie de televisión te lleve por esa montaña rusa de emociones durante 9 temporadas, con espectaculares trabajos por la mayoría de sus actores, algunos increíblemente jóvenes pero sorprendentemente capaces... En fin, serie muy recomendable para todos aquellos que les guste disfrutar de esas situaciones de la vida real que hacen que podamos explorar bien a fondo los límites de la condición humana, implicándonos, muchas veces más de lo aconsejable, con los sufridos y gozados protagonistas de Shameless.

SI YA VISTE ALGO y no te gustó, me juego una cena a que no le diste el tiempo suficiente.