Blue Jasmine

Nunca perdonaré a Allen que no nos haya regalado más metraje. La ves y te quedas al borde del abismo. Esto no se hace. Sólo Woody sabe cómo sigue, es injusto que nos deje así. Quiero saber más de Jasmine. Sólo el mejor director de cine contemporáneo (para mi) lo sabe. Y me ha dejado tirada, sentada en un banco pensando en mil cosas.

Woody allen realizo una de las mejores peliculas de su extensa filmografia . Con una Cate a toda potencia desplegando la actuacion de su carrera ,nos presenta a una mujer totalmente bipolar en un momento culmine de su vida,atravesando una profunda crisis y tratando de reencontrarse con la unica persona que puede soportarla. Es una pelicula que presenta varios climax ,sin caer en lugares comunes y con una protagonista que se acopla perfectamente a cada situacion planteada en la problematica que el espectador observa. Woody allen añade a su trayectoria uno de los mejores largometrajes de su carrera al nivel de "Match Point" ,aunque con una tematica totalmente diferente pero gerando un clima dramatico como el sabe hacerlo sin caer en lo melodramatico. Bien por Woody y Cate !

Hace ya bastante tiempo que Vladimir Propp nos enseñó que sobre un contado número de argumentos se puede construir un número grandísimo de historias. Y ahí radica el genio de Woody Allen, que supo ver el esquema argumental de Un tranvía llamado deseo y lo ha sabido contar al estilo de hoy. Dos hermanas adoptadas, una de genes buenos y otra de malos, viven historias diferentes. Una es la triunfadora, otra la perdedora. pero pronto la exquisita Blanche ha de refugiarse en casa de su hermana pobre y su pareja, que por desgracia no es Marlon Brando,pero sí igual de bruto .Curiosamente, la antigua y la moderna escapan igual, por la locura. Y Cate Blanchet además de ser bella y elegante es una actriz maravillosa, excepcional. No se le ven las costuras, es Jasmine tal cual.

Allen articula un hábil entramado de temporalidad en el que los flashback son la pieza clave. A medida que avanza el filme, una se da cuenta de que esas vivencias pasadas, que a priori pudieran parecer superfluas, son mucho más relevantes que las actuales, pues, al fin y al cabo, Jasmine, pese a estar en el presente, vive en el pasado; hecho que motivará que se vea atrapada en terreno fronterizo: entre pasado y presente; locura y cordura; sueño y realidad...El espectador se sumerge de lleno en esta montaña rusa de emociones de la mano de una poderosa Cate Blanchett, que da vida (de la forma más literal posible) a Jasmine y hace llegar al espectador todos los matices de su intrincada y contradictoria personalidad: hace que la odiemos por su superficialidad y engreimiento, pero también que acabemos por abrazar sus defectos, porque nos identificamos con ella, ya que, al fin y al cabo, Jasmine es un ser indefenso que sufre, como nosotros.

En eso consiste la genialidad: una idea simple, como la de que una mujer sin blanca se muda a la casa de su hermana, y llevarla hasta el final para, por el camino, desarrollar un estudio del alma, de las relaciones interpersonales y de las pasiones. Llevarla hasta el final y así, de paso, posibilitar a tus incondicionales una vida mejor.
Quizá por suerte, acaso por desgracia, no faltan en el mundo los que, habiendo vivido entre pelotas de golf y caballos de carreras, no saben manejarse cuando se trata de trabajar de nueve a cinco. Y por lo mismo que la boca de estas personas te dice mucho sobre ellas, la obra de Woody Allen, a quien no se le mueren muchas neuronas, habla de fraudes, dinero, granujas, traiciones, de acordes y de desacuerdos. Y todo, siempre, desde hace mil años, es genial.