Blue Jasmine

Es verdad que últimamente ya no le presto atención a Woody Allen. Lo noto repetitivo, pero sigue siendo un director genial. Incluso robándole a Tennessee Williams: Blue Jasmine es la versión extendida de "un tranvía llamado deseo".
¿Habrá elegido a Cate por su apellido y el personaje de la obra? Aunque le dé una vueltita, la esencia es la misma. Escrita y dirigida por Woody Allen, eso me enojó. ¿Qué le costaba poner reescritura de la gran obra de Williams?

No creo que la película sea mala. Cate Blancheet sostiene la película, y Sall Hawkins es una gran partenaire. La falla está en los personajes masculinos. Ninguno está a la altura de Stanley Kowalski.

Otra película de Allen que no me decepciona, nunca me decepciona. Es un gran Director, un fantástico narrador, pero ya no me sorprende. Me quedo con aquellas películas que me enamoraron de Allen. Su última gran película sigue siendo "Match Point".

Siempre nos quedarán Manhattan, Annie Hall, Zeling, Crímenes y pecados.

No era necesario robarle a Williams y no decirlo, Woody

Sencillamente, me encantó. Desde luego que sólo por ver la interpretación de Cate Blanchett merece la pena la película, pero además, creo que hay una muy buena historia y dirección. Sin duda, de lo mejor que he visto últimamente.

El cineasta Woody Allen vuelve como cada año con una nueva película bajo el brazo. Tras su periplo europeo (con una escala puntual en su New York habitual) que le ha llevado de Londrés a Roma, pasando por París y Barcelona, vuelve a los Estados Unidos, aunque curiosamente, la mitad de la película sucede lejos de sus escenarios neoyorkinos habituales para situarse en San Francisco.

La protagonista del film es Jasmine (Cate Blanchett), quien tras los problemas financieros de su marido (interpretado por Alec Baldwin), se ve obligada a buscar refugio en casa de su hermanastra, Ginger (Sally Hawkins), abandonando su acomodado nivel de vida, teniendo que empezar de cero en un entorno bien diferente al que estaba acostumbrada, lo que dará lugar a más de un roce.

Pese a que Allen ha conseguido hacerse con un buen puñado de seguidores quienes siempre mantienen las espectativas con sus entregas anuales, mantener el mismo nivel de calidad es materialmente imposible, y más teniendo en cuenta la edad del realizador. Pero a pesar de todo esto, hay que decir, desde ya, que en mi opinión, Allen ha realizado una de sus mejores películas en muchos años.

Para empezar, Allen abandona buena parte de sus "tics" existenciales habituales, quedándose detrás de la cámara volviendo a hacer protagonista a un personaje femenino, y sacando además una soberbia interpretación de Cate Blanchett, quien prácticamente eclipsa a quien está a su alrededor. No hay ningún personaje, ni masculino ni femenino, que asuma su habitual rol en sus películas. No por ello se trata, se trata de una película que no deja un profundo poso de reflexión. Allen se sirve de dos mujeres en apariencia bien diferentes pero con comportamientos muy similares. Por un lado Jasmine, cuyas acciones niegan la realidad manteniendo sus aires de dama de la alta sociedad neoyorquina. Alentado además por un montaje en el que se alterna la actualidad con su glamourosa vida en New York. Pese a ser de una condición humilde, Ginger es una mujer enamoradiza aunque mantiene prácticamente el mismo patrón de pareja (interpretados por los cómicos Andrew Dice Clay, Louis C.K. y un estupendo Bobby Carnevale). En el fondo, y cada una a su manera, ambas hermanastras se niegan a aceptar la realidad y mantienen una huida hacia adelante. Aunque la más afectada es sin duda Jasmine. De alguna forma, Allen trata de hacernos ver de una forma simple y sencilla como todo el mundo, sea de la extracción social que sean,de una forma o de otra se agarran a una fútil ilusión que en la mayor parte de los casos es la que nos permite seguir adelante, pese a que una y otra vez lleguemos a ser conscientes que todo es una apariencia, aunque sólo sea por un breve espacio de tiempo.

Pocas veces ha sido Allen tan lúcido como en esta ocasión. Sin necesidad de refugiarse en complicados discursos existenciales frente a la cámara como nos tenía acostumbrados. Parece Allen, ha alcanzado un nuevo estadio de madurez, en el que su negra visión de la vida es tomada de una forma mucho más sosegada, sin neuras, igual que el suave ritmo de jazz que acompaña al film.

Por otro lado, no sólo acerca a la realidad económica que están viviendo los nuevos tiempos a sus historias, sino que el cambio de escenario guarda cierto paralelismo con su propia trayectoria profesional. Al igual que Jasmine, Allen es un hijo de New York, escenario en el que alumbrado sus mejores obras y que ha tenido que abandonar por diversos motivos (también económicos?). Y aunque lejos de la "Gran Manzana", el realizador no olvida los buenos momentos del pasado, que siempre le acompañan, y que por tanto se reflejan en sus películas aunque estén ambientadas en otras ciudades.

No se trata tanto de lo que se cuenta sino de cómo lo cuenta, con qué precisión, sagacidad, ironía y capacidad analítica desarma algunos aspectos universales del individuo. Se dirá que es muy fácil retratar a unos personajes cliché de altas y bajas esferas sociales, pero a veces lo cliché es lo que queda más oculto, porque se está radiografiando no al personaje desde el cliché sino al cliché mismo desde perspectivas eso sí, hiperbólicas, pero necesarias. El lado oscuro o esqueleto en el armario que todo el mundo guarda más o menos; también se sugiere (esto es lo bueno, siempre se sugiere nunca impone, la vida sólo puede acometerse desde posiciones doxográficas y una historia incluso la más universal está tejida contra los mimbres de la mirada) la banalización y su hilación o nexo con la comunicación; la soledad y la comunicación tienen mucho que ver con el estereotipo del acomodado pero sobre todo con su exhibicionismo, de ahí que cuando faltase sea muy importante para ciertos individuos mostrar y aparentar como si ello fuera, porque ser en sí mismo muchas veces es comunicar, presupuesto este ontológico

Comedia (¿o tragedia? ¿o tragicomedia?) con un inconfundible sello Allen. Los personajes son suyos, tienen su marca y crean no solo situaciones sino una película entera que es una de las más reseñables de Allen en su última época.
Allen hace lo de siempre, muy buen guión e historia, buenos personajes y correcta dirección. Aquí en parte marca la diferencia su actriz protagonista, Cate Blanchett, que literalmente se come al personaje, lo hace suyo y devora al espectador. Precisamente su mejor baza es a la vez el problema de la película: Blanchett está por encima de la película. Su presencia hace mejor la película y la maquilla (positivamente, claro).
Sin ella la película sería un Allen menor. La pregunta es cual sería el resultado sin ella.