Ninja II: La sombra de la muerte

Y no es porque no haya escenarios exóticos o escenas dramáticas, simplemente es porque disfrutarás de esta película si buscas ver buenas escenas de artes marciales. El argumento, los diálogos y las interpretaciones son solo una excusa para el combate. Por lo que no busques en los minutos de metraje una obra profunda, existencial o filosófica porque solo te sentirás defraudado.

Combates que erizan los pelos, y muy bien coreografiados y filmados, por doquier. El argumento es un tanto trillado, de corte "Seagaliano" (protagonista que busca venganza), pero aquí no importa, ya que auspicia de mera excusa para que Adkins se luzca en lo suyo: las artes marciales.

Después de ver esta película cualquier otra escena de hostias de otro film te parecerá simplona y deficiente.

Totalmente recomendada para los que busquen una peli de acción y peleas a la vieja usanza.

Que Scott Adkins vale un potosí lo tengo claro desde hace muchos años. La industria del cine al parecer no, pero así es la vida.

Segunda parte de «Ninja», una película que lo único que ofrecía era a Scott Adkins y sus mega patadas espectaculares. En esta secuela mejora bastante la cosa y ya no solo tenemos al británico Adkins, que es un artista marcial como la copa de un pino, sino también una trama de venganza, lucha y tráfico de drogas que es sensible, coherente y muy entretenida. Muy entretenida, insisto. Hay muchas peleas, que es lo que uno quiere, por supuesto, porque además Adkins se rodea de otros profesionales con los que mantendrá combates muy vistosos a la par que realistas, como Tin Man o Kane Kosugi. Un gustazo. Y sin efectos especiales.

Sé que la crítica es corta pero no se necesitan más palabras para decir que Scott Adkins vale por sí mismo que veas cualquier película en la que salga. Ya lo sabes.

Segunda entrega de la buena primera parte llamada “Ninja”, una entrega que nos ofrecía unas artes marciales de calidad y que nadie se olvide que es una película para dvd; esta segunda entrega titulada “Ninja 2: La sombra de la muerte” nos llega también tarde, nada más ni nada menos que dos años tarde, una película que la palabra más perfecta que la puedo resumir es: espectacular, si la primera parte nos ofrecían unas geniales escenas de peleas y artes marciales, en esta segunda entrega se incrementa más todavía con escenas interminables de peleas muy bien coreografiadas, persecuciones y espectacularidad, en una película donde la venganza es uno de sus puntos fuertes y como no, el gran Scott Adkins que está impecable en la película ofreciéndonos unas escenas de artes marciales memorables y que todavía me pregunto como en casi todas las películas que protagoniza es por qué estas películas no se han proyectado en cines y sí lo hace “Redada Asesina” que también es espectacular pero era un ejemplo; otra cosa que destaco es la parte final de la película que es magistral, un cúmulo de sorpresas y unas peleas interminables que te quitan la respiración. Comentar también que la película tiene toques a “El guerrero americano” que me hizo recordar a ella.
Poco más se puede pedir a la película, entretenimiento, espectacularidad, ritmo frenético y recuperando esa calidad de artes marciales en el cine pero que de forma injusta no se proyectó en las pantallas grandes, película para ver más de una vez y recomendable sí o sí, porque con películas como estas da gusto invertir el tiempo en verlas.

Segunda parte de las aventuras de Casey Bowman (Scott Adkins), un norteamericano (¿o hará de británico?) que es un verdadero maestro de las artes marciales. El tipo tiene un dojo en Osaka y una mujer japonesa, o sea, que está como se supone que deberían quedar en el futuro Ranma Saotome y Akane Tendo, con su gimnasio y todo. Pero a partir de aquí se masca la tragedia. Para ser sinceros, el espectador mínimamente acostumbrado a los clichés de este género de peleas sabrá qué es lo que va a pasar en prácticamente todo momento, incluida la "sorpresa" final que la ves venir desde el primer instante.

Pese a lo dicho y aunque su trama es de los más obvia, puesta al servicio de combate tras combate de Scott Adkins, no pueden faltar las típicas escenas de relleno con mamporros, por ejemplo en un bar, para que se luzca el protagonista, pese a esto, es una película entretenida y bien coreografiada, aunque yo hubiera prescindido más de la cámara lenta. El talento natural de Adkins y algún otro luchador hacen el resto. Nada que ver con la original de "Ninja" (2009), con el mismo actor protagonista y director, un Isaac Florentine que se olvida de sectas y cajas mágicas para centrarse en la venganza personal.