Sexo, mentiras y video
1989 

6.7
29,776
Drama
John, un abogado sin escrúpulos, está casado con Ann, una mujer seria e introvertida. Ella, aunque muestra poco interés por el sexo, se siente segura de su matrimonio. John, en cambio, es un adicto al sexo y tiene una aventura con Cinthia, la extrovertida y desenfadada hermana de Ann. La llegada del enigmático Graham, un antiguo compañero de John en la universidad, alterará la vida de Ann. (FILMAFFINITY)
8 de julio de 2015
8 de julio de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sordidez en su máxima expresión. El guión es estupendo y original, muy bien llevado por Steven Soderbergh. Tuvo un significativo impacto en la industria del cine al estar considerado dentro de la lista del National Film Registry.
El film nos muestra a cuatro personajes con personalidades distintas: John (Peter Gallagher) es un abogado exitoso que engaña a Ann (Andie MacDowell), su mujer, con su cuñada Cynthia (Laura San Giacomo). Vemos como a pesar de vivir el sueño norteamericano (vivir muy bien donde el esposo gana harto dinero), John y Ann viven en la peor miseria sentimental. También vemos las distintas personalidades de las hermanas Ann y Cynthia, hay una escena en la que Ann confiesa que siempre quiso ser diferente a su hermana, existia una relación amor - odio entre ellas. Posteriormente, Graham (James Spader) entra a la vida de estos y mediante sus cintas de videos logra sacar la peor miseria de cada uno de ellos, hasta descubrir en lo que se ha convertido.
Los cuatro protagonistas estuvieron bárbaros, pero entre ellos sobresalió James Spader. Su actuación fue notable e intachable, sus gestos, el tono de voz, todo fue preciso para su personaje, un muchacho introvertido con serios problemas mentales. He visto algunas peliculas de él aparte de esta (Crash (1996), Secretary y Avengers: Age of Ultron) y debo confesar que es la mejor que haya hecho en su carrera, de lejos. Por otra parte, creo que es necesario mencionar a Andie MacDowell que con su belleza natural cautivó al público y fue importante en la trama para que Graham cambie y deje de ser un depravado sexual.
El film nos muestra a cuatro personajes con personalidades distintas: John (Peter Gallagher) es un abogado exitoso que engaña a Ann (Andie MacDowell), su mujer, con su cuñada Cynthia (Laura San Giacomo). Vemos como a pesar de vivir el sueño norteamericano (vivir muy bien donde el esposo gana harto dinero), John y Ann viven en la peor miseria sentimental. También vemos las distintas personalidades de las hermanas Ann y Cynthia, hay una escena en la que Ann confiesa que siempre quiso ser diferente a su hermana, existia una relación amor - odio entre ellas. Posteriormente, Graham (James Spader) entra a la vida de estos y mediante sus cintas de videos logra sacar la peor miseria de cada uno de ellos, hasta descubrir en lo que se ha convertido.
Los cuatro protagonistas estuvieron bárbaros, pero entre ellos sobresalió James Spader. Su actuación fue notable e intachable, sus gestos, el tono de voz, todo fue preciso para su personaje, un muchacho introvertido con serios problemas mentales. He visto algunas peliculas de él aparte de esta (Crash (1996), Secretary y Avengers: Age of Ultron) y debo confesar que es la mejor que haya hecho en su carrera, de lejos. Por otra parte, creo que es necesario mencionar a Andie MacDowell que con su belleza natural cautivó al público y fue importante en la trama para que Graham cambie y deje de ser un depravado sexual.
2 de junio de 2018
2 de junio de 2018
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Biológicamente hablando, la supervivencia es nuestra misión ultima en esta vida, y, dentro de la supervivencia, la misión ultima es la reproducción, que de alguna manera nos permite sobrevivir una vez nuestro cuerpo ha sido destruido por el tiempo. Es por ello que el sexo y todo lo que le rodea asume un papel tan fundamental en nuestras vidas, pues es nuestro instinto más poderoso. Dicho esto, la sociedad, por alguna macabra broma del destino, se ha desarrollado convirtiéndolo en un tema tabú, algo que esta ahí pero de lo que no se habla normalmente, algo privado y oculto, y esta película es un estudio sobre esto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Unos pocos personajes, a cada cual más distinto, reflexionan sobre el sexo y sus relaciones sentimentales en un marco común. Las cintas de Spader sirven como catalizador para que el tema salga a la luz durante unos instantes, convirtiendo las entrevistas en momentos catárticos para la entrevistada en cuestión, que nunca había tenido libertad para explayarse sobre el tema. Esto les lleva a una serie de realizaciones trascendentales que cambian los rumbos de sus alicatadas vidas por unas nuevas mejores. La conclusión viene a ser que debemos ser algo más abiertos con el tema, quitarle algo de hierro al asunto
10 de julio de 2018
10 de julio de 2018
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Las cámaras de video hogareñas plantearon una revolución debido a que permitieron capturar(nos) y nos dieron la posibilidad de ver nuestras propias vidas desde la óptica de un espectador o un tercero. Esta sensación de distanciamiento es inteligentemente aprovechada por Steven Soderbergh para narrar una historia en la que las íntimas confesiones serán el plato fuerte. ¿Qué mejor momento para hacer una confesión que frente a una cámara de video? La paradoja es clara, nos liberamos de nuestros prejuicios si estamos ante una cámara pero no lo hacemos si estamos en público. La cámara es como un terapeuta, que escucha (graba) pero no dice nada, y además nos permite hacer catarsis. Pero como en toda historia, hay personas, y no sólo cámaras, y los personajes tendrán que enfrentarse a sus propios conflictos tarde o temprano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ann no está contenta con su matrimonio, y Graham tiene algunos trastornos que está intentando resolver. La historia nos irá develando sus más profundos deseos y en determinado momento, una charla entre ambos les abrirá el camino hacia la verdad; y la cámara del director estará ahí para que lo podamos ver.
22 de septiembre de 2019
22 de septiembre de 2019
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Hubo un tiempo en el que nacían directores promesa de un gran cine, tanto independiente como de autor. Soderbergh es uno de esos casos, y también de cómo degenerar gracias a la abducción hollywoodiense para hacer del cine puro marketing y consumo vacuo.
El sexo, las mentiras y el morbo de grabar en vídeo fetiches y confesiones varias fue un tabú roto en este medio gracias a un prometedor jovenzuelo de Georgia que con sólo 26 años ganó la Palma de Oro en Cannes con este reflejo independiente y realista de las relaciones humanas. Sus protagonistas se balancean entre la monogamia y el poliamor cual elefante sobre la telaraña, este último término tan tergiversado hoy día por las nuevas y promiscuas generaciones. Cuando Graham aparece en la vida de Ann, Cinthia y John, con su cámara para que diversas mujeres le cuenten sus fantasías y experiencias sexuales para después poder fantasear, parece comenzar el desmorone de ciertos secretos. El fatuo John, tan moralista y conservador para unos asuntos y liberal para otros, termina siendo objeto de venganza y escarmiento por parte del empoderamiento femenino promovido por otro macho alfa, mucho más atractivo e interesante, que lo desenmascarará como el macho posesivo y celoso, lo que hoy llamaríamos el machirulo de manual.
Si Cinthia y Ann son dos tipologías opuestas, una descarada y la otra recatada, bien demuestran que ambas deciden de adueñarse de su sexualidad, de sus fantasías, aunque perder el control sobre sus emociones pueda ser el precio a pagar, no sin antes pegarse el gustazo a lo carpe diem. Si Soderbergh es capaz de crear fijación a la pantalla con un guion escrito en cinco días y rodado poco más de cinco semanas y triunfar, es que el talento no es obra del dinero, más bien de la honestidad del artista.
El explosivo final donde Ann sorprende a John, a Graham, incluso a un público absorto ante las suculentas fantasías de la recatada ama de casa obsesionada con el orden y la limpieza, implosionan ante la pantalla para salpicarnos de verdad, amor y liberación, para así orgasmar junto al cine más underground de los americanos años ochenta, una época de filmación amplia y abarcable en cualquier filosofía, estética o producción. Marcó una época, una tendencia, y una capacidad de demostrar que el arte nace del corazón y del sexo (creatividad) y no sólo de bolsillos de ricos millonetis.
Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
El sexo, las mentiras y el morbo de grabar en vídeo fetiches y confesiones varias fue un tabú roto en este medio gracias a un prometedor jovenzuelo de Georgia que con sólo 26 años ganó la Palma de Oro en Cannes con este reflejo independiente y realista de las relaciones humanas. Sus protagonistas se balancean entre la monogamia y el poliamor cual elefante sobre la telaraña, este último término tan tergiversado hoy día por las nuevas y promiscuas generaciones. Cuando Graham aparece en la vida de Ann, Cinthia y John, con su cámara para que diversas mujeres le cuenten sus fantasías y experiencias sexuales para después poder fantasear, parece comenzar el desmorone de ciertos secretos. El fatuo John, tan moralista y conservador para unos asuntos y liberal para otros, termina siendo objeto de venganza y escarmiento por parte del empoderamiento femenino promovido por otro macho alfa, mucho más atractivo e interesante, que lo desenmascarará como el macho posesivo y celoso, lo que hoy llamaríamos el machirulo de manual.
Si Cinthia y Ann son dos tipologías opuestas, una descarada y la otra recatada, bien demuestran que ambas deciden de adueñarse de su sexualidad, de sus fantasías, aunque perder el control sobre sus emociones pueda ser el precio a pagar, no sin antes pegarse el gustazo a lo carpe diem. Si Soderbergh es capaz de crear fijación a la pantalla con un guion escrito en cinco días y rodado poco más de cinco semanas y triunfar, es que el talento no es obra del dinero, más bien de la honestidad del artista.
El explosivo final donde Ann sorprende a John, a Graham, incluso a un público absorto ante las suculentas fantasías de la recatada ama de casa obsesionada con el orden y la limpieza, implosionan ante la pantalla para salpicarnos de verdad, amor y liberación, para así orgasmar junto al cine más underground de los americanos años ochenta, una época de filmación amplia y abarcable en cualquier filosofía, estética o producción. Marcó una época, una tendencia, y una capacidad de demostrar que el arte nace del corazón y del sexo (creatividad) y no sólo de bolsillos de ricos millonetis.
Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
10 de diciembre de 2019
10 de diciembre de 2019
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Llevaba muchos años (quizás una década) con esta peli como pendiente -craso error-. Es la típica que recomiendan cuando estudias cine, especialmente guión. Creo que atrasé su visionado porque esperaba que fuese más cómica, liviana y encasillada en clichés de cine indie, pero he descubierto una peli sólida, entretenida y muy bien narrada. Todos hablan del guión, pero a mí también me ha gustado la técnica, dinámica y precisa: me encanta que cuando un personaje va a hacer una confesión, hay un suave travelling de acercamiento a su cara, creando cierto misterio y emoción por la confesión que está haciendo.
Además el clímax de la historia tiene fuerza, e incluye una frase que ojalá dijese en algún momento un personaje a otro en todas las películas (así como en la vida real): ¡¿por qué lo haces!?
Sólo hay dos detalles que hacen que no le ponga un diez:
Además el clímax de la historia tiene fuerza, e incluye una frase que ojalá dijese en algún momento un personaje a otro en todas las películas (así como en la vida real): ¡¿por qué lo haces!?
Sólo hay dos detalles que hacen que no le ponga un diez:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Cuando Ann descubre el pendiente de su hermana en la habitación y entiende lo que está ocurriendo, entra en cólera y se va a ver a Graham con la idea de empezar una nueva vida. Quizás me pareció un pelín repentino; alguna escena donde se la ve tocar fondo aún más antes de hacerlo habría estado bien.
- La historia del pasado de Graham es demasiado "freak", lo de que era mentiroso compulsivo y hace lo de las cintas como autoterapia. Es verdad que hay gente así, con traumas y obsesiones extrañas, pero quizás la peli habría conectado aún con más gente si hubiese tenido problemas más corrientes, aunque aun así me gusta; al fin y al cabo la peli va de soledades y la forma que tenemos de conectar unos con otros.
Cuando Ann coge la cámara de Graham y le persigue por la habitación, cambiando su rol de mojigata a voayeur que quiere indagar en el lado oscuro, me parece divertidísimo.
- La historia del pasado de Graham es demasiado "freak", lo de que era mentiroso compulsivo y hace lo de las cintas como autoterapia. Es verdad que hay gente así, con traumas y obsesiones extrañas, pero quizás la peli habría conectado aún con más gente si hubiese tenido problemas más corrientes, aunque aun así me gusta; al fin y al cabo la peli va de soledades y la forma que tenemos de conectar unos con otros.
Cuando Ann coge la cámara de Graham y le persigue por la habitación, cambiando su rol de mojigata a voayeur que quiere indagar en el lado oscuro, me parece divertidísimo.
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