Atracción fatal

Argumento:

Dan Gallagher lleva una vida perfecta: tiene una esposa maravillosa, una hija encantadora y un buen trabajo. En una fiesta conoce a Alex, una atractiva mujer que lo seduce. Pero para Dan se trata únicamente de una aventura ocasional. Alex, en cambio, cuando él le anuncia el fin de la relación reacciona con una violencia inaudita. No acepta ser rechazada y sus sentimientos se convierten en una obsesión enfermiza y peligrosa... (FILMAFFINITY)

Juicio:

"Atracción fatal" no es sólo un potente thriller memorable. Es uno de los que hablan sobre un tema de los difíciles (la infidelidad y la responsabilidad de los que toman partido en ella), construyendo un frenético juego con algunos momentos increíbles y ayudando así a posicionarse de un lado (fantástico Douglas) o de otro (impresionante e inolvidable Close). Sólo por conseguir eso y por entregarnos a uno de los "villanos" más fascinantes en tiempo, a esta película se la perdonan sus comerciales incongruencias y se la disfruta por su febril narrativa y su espectacular tensión.

Seis nominaciones a los Oscars obtuvo Atracción Fatal (1987), yéndose a casa de vacío con todo merecimiento. Se trata de un thriller que dirigió Adrian Lyne (nominado) con un éxito sin precedentes dentro del género al que pertenece, siendo ese 1987 la segunda película más taquillera del año -solo por detrás de Tres Hombres y un Bebé, que tiene tela, para que después se hable de lo bueno que era el cine ochentero-. Completan el trío protagónico dos actrices que fueron nominadas por la Academia, Glenn Close y Anne Archer.

Y de tríos va la película aunque no se lo monten entre ellos. El más listo es el personaje de Douglas, un tal Dan Gallagher, que le pone los cuernos a su mujer (Archer) con una compañera de trabajo (Close). Lo que no debía pasar de un rollo de fin de semana se complica porque ésta última no se conforma con ser una segundona, y trata de conquistar al prota pese a que está felizmente casado y con hija. Los métodos al principio son cariñosos, ante la poca efectividad del resultado se vuelve una zorra obsesiva y psicótica.

Inicio de la trilogía del sexo en la que participó Michael Douglas; las otras dos serían Instinto Básico (1992) y Acoso (1994). Es cierto que en las tres pilla cacho, pero es mucho más cierto que en las tres interpreta a personajes de pocas luces sometido a mujeres más listas que él. La de Atracción Fatal es una Glenn Close en plena forma, bordando un papel al extremo de la locura, una zorraca odiosa que se come en pantalla a cada actor/actriz con el/la que coincide. Si no fuera por ella el visionado de Atracción Fatal no valdría la pena.

Porque al fin y al cabo, se trata de la típica película que en la actualidad forma parte de la parrilla de las televisiones generales un fin de semana por la tarde -Multicine y todo eso-. La típica mujer despechada haciendo la vida imposible a una familia, no hay mucho que rascar en ello. Ni siquiera es la precursora de este tipo de cine, es calcada a una producción de los años setenta, Escalofrío en la Noche (1971), el debut tras las cámaras de Clint Eastwood.

Un apunte que no me gusta de Atracción Fatal. El personaje de Michael Douglas se va de rositas de Atracción Fatal cuandotiene actitudes igual de reprobables que las que comete su antagonista. No hubiera estado mal un final más aleccionador para ponerle en su sitio.

En su momento, cuando se estrenó esta cinta la vi con auténtico interés, pareciéndome una especie de thriller amoroso, incluso al estilo de los psichokillers, en que el amor patológico pone en riesgo la vida de un incauto sujeto que cree, como tantos, que las aventuras amorosas, extraconyugales o no, son inocuas y hacen sólo al divertimento.
Creo que el director de esta película Adrian Lyne, consiguió sintonizar con los espectadores, muchos de los cuales se identificaron con lo que la cinta nos pone frente a los ojos. Lyne hace un trabajo loable y muy digno, lo cual se evidencia en que el film mantiene, transcurridos treinta años, el nivel y el interés ante el espectador. La película sigue fresca y llena de tensión y drama. Lyne sabe imprimir un gran ritmo y suspense a la historia, inspirado según mi parecer en la filmografía hitchcockiana, pero salvaguardando siempre su propia identidad.
El guión de James Dearden es de excelencia y no deja cabos sueltos. Es un relato en el que se nos dice muy a las claras que nunca se saben bien los rasgos de personalidad que se esconden detrás de una persona a la que se ha conocido de manera esporádica, por muy agradable, sugerente o seductora que se nos presente. Y pone en evidencia esa tendencia tan propia del macho, de conquistar a una hermosa mujer misteriosa, sensual y segura de sí misma. En los Estados Unidos la película tuvo un gran impacto en la opinión pública por su dramático guion, planteando a todo nivel una reflexión sobre la infidelidad conyugal. Dicen que descendió el índice de divorcios en aquel año.
La música de Maurice Jarre es muy apropiada, así como la fotografía de Howard Atherton. Y un montaje de lujo, con un final apoteósico.
En el reparto tenemos a un joven Michael Douglas que ejecuta muy bien su personaje que piensa más con las entrepiernas que con la cabeza. Glenn Close está absolutamente maravillosa en su actuación, es la mejor; te hace sentir que la mujer que interpreta es capaz de todo, de lo peor, y llegado un punto da hasta miedo. Anne Archer hace un gran trabajo en el rol de esposa ideal y luchadora.
Concluyendo, un clásico del cine norteamericano de los años ochenta y una cinta emblemática que reúne a dos de los actores más en auge de la época: Douglas y la Close. Además, estaba de moda el thriller erótico que pone en riesgo la apacible vida del americano triunfador con una familia de dulce, comprometiendo incluso su ser o no ser, o sea, su vida, por una mujer fuera de control.

Una gema del suspenso de los ochenta. Película algo subestimada. Cuesta encontrar películas con un tan buen manejo del pulso narrativo capaz de producir semejante nivel de desasosiego en el espectador. Por otro lado la película parte de una premisa muy simple y con una excelente ejecución.
Mal podría achacársele a la película que exagere la situación por cuanto sabemos que la realidad supera la fantasía y situaciones de ese tipo no me cabe la menor duda que se deben dar con harta frecuencia en la realidad, máxime cuando se colige que la amante tiene un problema siquiátrico de base, empero, en la realidad se ven casos policiales a raudales de gente que, en todos sus cabales, cometen atroces delitos con móviles pasionales. Excelentes actuaciones, buena música y por sobretodo dirección. Para no dejarla pasar si se quiere pasar un buen rato viendo una película de suspenso.

Beth (Anne Archer), la mujer de Dan Gallagher (Michael Douglas), no es que sea una belleza extraordinaria pero comparada con Alex Forrest (Glenn Close), no hay color. Claro que Dan sólo piensa en un escarceo sin importancia, plan que por lo que parece no acaba de convencer a Alex. Psicopatías, locuras y obsesiones al margen hay que decir que la culpable de todo es la "seductora". ¿Va de leona y luego quiere que él cargue con ella? El marido puede ser infiel y un sinvergüenza, de acuerdo, pero desde el primer momento le dejó claro cómo son las cosas. No hay lugar a equívocos, ni a engaños, ni a falsas ilusiones: "conoces las reglas" le dirá más adelante.

De este modo, sobre una relación extramarital con prácticamente una desconocida construye Adrian Lyne "Atracción Fatal". Pero, ojo, lo que pudiera ser simplemente un lio se convertirá en una situación de lo más angustiosa por la sencilla razón de que Alex no está decidida a olvidar lo sucedido. La historia es narrada con cierta lentitud pero con solvencia. Además las piezas se van ordenando para que la situación del matrimonio Gallagher vaya siendo cada vez más complicada con un recta final bastante buena (SPOILER).

Como anécdota parece ser que se estuvieron barajando una infinidad de nombres para interpretar a la pareja protagonista. Al final se llevó el gato al agua Michael Douglas y Glenn Close, a mi entender con buen tino. Lo digo porque, si sobre el papel masculino no tengo pegas, con el de ella hubiera sido una locura alguna de las actrices que sonaron. Me imagino haciendo de Alex a Demi Moore, Daryl Hannah, Jennifer Jason Leigh, Michelle Pfeiffer o Cybill Shepherd y me da algo. Así, como no me gusta nada la elegida y encima su personaje es de lo más desagradable, no tengo que sufrir con alguna de estas bellezas haciendo de mala. Que suerte.